El gobierno de Kenia ordenó a los hospitales informar y tratar con precaución todos los casos de fiebre hemorrágica, tras la muerte de al menos tres personas que tenían síntomas de infección por el virus Ebola.
«Todos los hospitales deben establecer pabellones de aislamiento de emergencia para tratar las enfermedades altamente contagiosas», ordenó Richard Muga, director nacional de servicios médicos.
Sin embargo, las autoridades consideraron «remotas» la posibilidad de un nuevo brote del Ebola en este país de Africa oriental.
La primera víctima de la enfermedad aún no identificada, una recluta de 24 años de la escuela policial de Kiganjo, situada unos 200 kilómetros al norte del Nairobi, cayó enferma el 31 de marzo, con vómitos, temblores y sangrando de varios orificios en el cuerpo.
También se tomaron muestras de una segunda víctima, que fue aislada en el mismo hospital apenas una semana después con síntomas similares, pero cuya condición fue descripta como «estable».
El día 14, diarios locales informaron sobre un caso similar en Kitale, en el oeste de Kenia, donde una joven murió de una fiebre hemorrágica, aunque los médicos atribuyeron la muerte a una sobredosis de aspirina.
El Ministerio de Salud también confirmó la muerte el pasado fin de semana de un paciente que sangraba de orificios en el cuerpo, en un hospital de Nakuru, unos 150 kilómetros al noroeste de Nairobi, la capital.
Existen varios virus que provocan síntomas similares al Ebola. Además de éste, otras fiebres hemorrágicas son Lassa, Marburg, el dengue de Crimea y la fiebre de Rift Valley.
El administrador distrital de Nyeri, William Changole, afirmó que la familia de la primera paciente tenía una historia similar de hemorragia y que su muerte nada tuvo que ver por el Ebola, según diarios locales.
Mientras, el ministro de Salud Sam Ongeri declaró a la prensa que su ministerio tomó varias medidas para prevenir la propagación de la enfermedad.
«El público no debe entrar en pánico, porque ya se han tomado medidas eficaces para tratar cualquier nuevo caso. Además, la posibilidad de que sea Ebola es remota. Si lo fuera, ya habría más casos», declaró.
Un equipo del Instituto de Investigaciones Médicas de Kenia y de la Organización Mundial de la Salud fue enviado a las áreas donde se reportaron los casos de fiebre hemorrágica para estudiar la situación.
Algunas muestras fueron enviadas a Johannesburgo, Sudáfrica, para su análisis.
La fiebre del Ebola, causada por un virus que lleva el nombre de un río de Congo donde fue identificado, fue diagnosticada por primera vez en 1976 y suele ser una enfermedad fatal en los humanos.
En Kenia, las autoridades están en alerta desde un brote producido el año pasado en el vecino Uganda, que cobró la vida de al menos 140 víctimas.
Desde entonces, las autoridades de salud vigilan la frontera con Uganda y el movimiento transfronterizo de personas.
Se teme que un brote del Ebola afecte gravemente la industria turística, la principal fuente de divisas de Kenia. (FIN/IPS/tra-en/ja/mn/mlm/he/01
