RUSIA-COREA DEL NORTE: Tratados anuncian cooperación militar

La firma de varios tratados de cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte anuncia un mayor intercambio entre los dos países, luego de una década de reducidos vínculos bilaterales que beneficiaron a Corea del Sur.

La Unión Soviética fue aliada de Corea del Norte durante la guerra de Corea (1950-1953) que provocó la división de la península coreana entre el Norte comunista y el Sur capitalista, apoyado por Estados Unidos.

Pero las relaciones entre Moscú y Pyongyang fueron menos cordiales desde el colapso soviético en 1991 y a lo largo de la turbulenta transición rusa a la economía de mercado.

Moscú y Pyongyang firmaron un «acuerdo marco» de cooperación militar, junto a otros tratados semejantes, durante la visita a Moscú del ministro de Defensa norcoreano, Kim Il-chol, concluida el sábado.

Corea del Norte recurre a Moscú para modernizar sus Fuerzas Armadas. Casi todas las armas de los militares norcoreanos son modelos soviéticos obsoletos, o fabricadas en el país, producidas con autorización soviética.

Corea del Norte tiene 50 misiles, 2.300 tanques, 10.000 piezas de artillería, 50 barcos y 23 submarinos diesel, pero todos fueron adquiridos durante el régimen soviético y requieren una urgente modernización.

La posible venta de armas rusas a Pyongyang tiene lugar mientras se producen grandes cambios en la península coreana.

En el último año, el gobierno norcoreano, tradicionalmente hermético, participó en una cumbre entre el presidente Kim Jong Il y su par sudcoreano Kim Dae Jung, y asistió a reuniones diplomáticas regionales.

Pyongyang también estableció relaciones diplomáticas con numerosos países en el último año, y recibió a la entonces secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Madeleine Albright, durante el gobierno de Bill Clinton.

La primera cumbre entre los dos líderes coreanos, celebrada en junio de 2000, permitió la redacción de un proyecto de cooperación económica e intercambio que conduciría a la reunificación definitiva.

El acuerdo marco con Pyongyang no dañará las relaciones de Moscú con Corea del Sur, aseguró el viceprimer ministro a cargo del complejo industrial-militar ruso, Ilya Klebanov.

El ministro de Defensa Sergei Ivanov y Kim Il Chol discutieron la cooperación bilateral «militar», así como temas de seguridad internacional. Aunque trascendieron pocos detalles, Ivanov declaró que el acuerdo marco implica el entrenamiento de oficiales norcoreanos en escuelas militares rusas.

Luego de que el presidente ruso Vladimir Putin visitara Pyongyang en julio, Rusia está pronta para continuar el diálogo con Corea del Norte, basado en la «igualdad y el beneficio mutuo», agregó Ivanov.

Putin, quien se convirtiera en el primer presidente ruso en visitar Pyongyang, dijo que Moscú pretende desempeñar un papel en la península dividida. Con ese fin, invitó a Kim Jong Il a Rusia este año. La visita, que en principio se concretaría este mes, sigue en preparación.

En las conversaciones con Putin en julio, el líder norcoreano habría ofrecido cancelar el programa de misiles de su país si Estados Unidos aceptaba lanzar los satélites de Corea del Norte. Sin embargo, los medios de comunicación sudcoreanos luego dijeron que la propuesta de Kim había sido una broma.

La posibilidad de modernizar las Fuerzas Armadas norcoreanas con armas y tecnología rusa podría profundizar las disputas entre Estados Unidos y Rusia a causa del sistema de defensa contra misiles que Washington pretende instalar en su territorio.

Ese sistema de Estados Unidos, que tiene 37.000 soldados en Corea del Sur, pretende proteger al país de posibles ataques de misiles de sus enemigos, como Corea del Norte. Pero China y Rusia, entre otros estados adversos al plan, lo consideran un factor desestabilizante.

No obstante, Ivanov dijo que la cooperación entre Corea del Norte y Rusia contribuirá con la estabilización general en la región de Asia-Pacífico.

A pesar de los acuerdos firmados, el comercio bilateral ha sido inferior a los 100 millones de dólares en los últimos años, debido principalmente a la crisis económica norcoreana y a las deudas contraidas con Rusia.

La inversión rusa está paralizada y los obstáculos burocráticos de Corea del Norte, así como su atrasado sistema jurídico y bancario, dificultan la cooperación económica.

Sin embargo, en los últimos años Pyongyang manifestó su voluntad de participar en proyectos de alto perfil. En 1997, Corea del Norte aceptó instalar un gasoducto en su territorio para exportar gas natural ruso desde Siberia hasta Corea del Sur y Japón, en un trayecto total de 5.000 kilómetros.

Moscú indicó su voluntad de pagar casi 2.000 millones de dólares que le debe a Seúl a través de la inversión en la modernización del sistema energético de Corea del Norte y la construcción de una vía férrea que una al Norte con el Sur y se conecte con el tren transsiberiano ruso. (FIN/IPS/tra-en/sb/js/aq/ip/01

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