Los tenedores de los bonos de deuda de Perú y los operadores ambulantes de cambios reaccionaron con cautela ante la votación lograda por el ex presidente Alan García, que en los años 80 suspendió los pagos al exterior y que el mes próximo competirá con Alejandro Toledo por la jefatura del Estado.
El mercado paralelo del dólar de las calles de Lima, el barómetro inmediato para los peruanos de una economía dolarizada en 60 por ciento, disminuyó este lunes su oferta ante el resultado de la primera vuelta electoral, realizada el domingo.
El dólar «no ha subido mucho, pero se aguarda un alza. Por lo pronto, no vendemos, salvo a nuestros clientes antiguos, y sólo compramos», dijo Javier Ibáñez, un cambista callejero.
Según Hugo Aquino, de la revista Avance Económico, los bancos de Estados Unidos y Europa han aconsejado a sus clientes con intereses en Perú «mantener una prudente conducta de alerta».
«No les han dicho que saquen o no traigan su dinero a Perú ni que el riesgo de nuestro país se ha elevado, pero les recomiendan estar atentos», puntualizó Aquino.
García, del socialdemócrata Partido Aprista Peruano, ha demostrado ser un candidato muy persuasivo. En menos de tres meses de campaña superó a la socialcristiana Lourdes Flores, que aspiraba a pasar a la segunda ronda junto con el favorito, Toledo, vencedor en la votación del domingo.
Al economista Toledo, que el año pasado se convitió en líder de la oposición, al enfrentarse al entonces presidente Alberto Fujimori en comicios que luego denunció por supuesto fraude, se lo considera partidario del mercado libre, aunque su lenguaje fue tan populista como el de García en la campaña electoral.
No son escasas las posibilidades del ex presidente de seguir escalando y aumentar la magnitud de su desafío, advierten los analistas. Toledo logró el domingo 36,46 por ciento de los votos válidos y García, 26,04 por ciento, según el incompleto cómputo oficial.
Los empresarios y los inversionistas están preocupados ante la posibilidad de que la segunda ronda consagre a García, que gobernó de 1985 a 1990 y que, junto con el poder, entregó a su sucesor, Fujimori, una inflación anual de 7.000 por ciento, una hacienda pública insolvente y una fracasada estatización de la banca.
Así mismo, la moratoria de pagos de la deuda externa que puso en práctica condujo a la banca mundial a declarar «inelegible» a Perú para todo crédito.
Los llamados «estrategas de deuda soberana» de los bancos internacionales JP Morgan, Pacific Investment, Deutsche Bank y Santander Investment pusieron ya la semana pasada a Perú en la carpeta de la observación preferente.
No obstante, algunos de esos «estrategas de deuda», como Leonora Suki, de Santander Investment, y Mohamed El Erian, de Pacific Investmen, no manifiestan prisa, porque el nuevo gobierno peruano no se instalará hasta fines de julio y porque quieren oir el discurso de García para la segunda ronda electoral.
«En cualquier momento el temor a una victoria de Garcia podría provocar una disparada. Si por miedo, algún tenedor de la deuda peruana en Nueva York comienza a vender, podría desatar una caída cada vez mas acelerada», advirtió Aquino.
García sostiene que ha aprendido la lección y promete desarrollar una política prudente, especialmente en materia fiscal. Pero más que en sus promesas, los analistas del sector empresarial confían en que la falta de mayoría en el Congreso lo obligue a moderar sus iniciativas.
Ningún partido controlará 40 por ciento de los escaños del Congreso unicameral de 120 miembros, de acuerdo con el resultado de la votación del domingo.
Al frente aparece el movimiento Perú Posible, de Toledo, con 42 representantes, seguido del Partido Aprista, con 29, y por los socialcristianos, que lograron 15 escaños. El Frente Independiente Moralizador tendrá 12 representantes y otras fuerzas políticas entre uno y siete congresistas cada una.
Sea quien fuere, el sucesor del presidente provisorio Valentín Paniagua «tendrá que aliarse con otros partidos para poder administrar el país. Como se sabe, en una alianza parlamentaria el nivel lo marca el miembro mas moderado, porque sólo se puede aprobar lo que éste está dispuesto a admitir», observó el ex parlamentario Manuel Benza.
Por lo pronto, Toledo y García hicieron gestos políticos para demostrar que están dispuestos a concertar: se reunieron en la madrugada de este lunes en el local del partido Aprista y proclamaron su voluntad de diálogo.
«Para ganar necesitamos los votos de los no apristas, de modo que la soberbia, el triunfalismo y el sectarismo estarán demás en nuestra campaña electoral y debemos adoptar una sincera actitud de frente amplio», dijo García dijo a sus enfervorizados partidarios, que celebraban como un triunfo definitivo el pase de su candidato a la segunda ronda. (FIN/IPS/al/ff/ip/01
