MEXICO: Reforma fiscal de Fox desata tormenta

El presidente de México, Vicente Fox, comenzó la principal batalla de su gestión de gobierno al presentar al Congreso su proyecto de reforma impositiva, que aumenta la carga sobre los contribuyentes.

El gobierno envió el martes al parlamento el documento denominado Nueva Hacienda Pública Distributiva, con el que pretende fortalecer los ingresos públicos, en especial al unificar en 15 por ciento el impuesto al valor agregado (IVA), que grava el consumo.

Fox exhortó a los legisladores a aprobar la iniciativa, ya que no hacerlo «tendría un alto costo para todos», y apeló a la confianza de los mexicanos al señalar que «yo no estoy aquí para engañar a nadie».

El mensaje presidencial al país inauguró una campaña de persuasión a la ciudadanía para destacar las ventajas que ofrece la propuesta.

La promoción, denominada «¡Porque es lo justo!», destaca que el paquete fiscal beneficiará más a quienes tienen menos tienen.

Sin embargo, los resultados de la estrategia publicitaria parecen aún inciertos, a juzgar por la inquietud que generó ante los posibles estragos a la economía familiar que implicarían los potenciales cambios en materia impositiva.

La propuesta de homologar el IVA en 15 por ciento, lo cual eliminará la tasa cero para los alimentos y casi todas las medicinas, así como exenciones, constituye el capítulo más espinoso del documento ahora en manos del Congreso.

En la parte fiscal, el gobierno plantea establecer una tasa general de 32 por ciento para el Impuesto Sobre la Renta (ISR), aplicable tanto a personas como empresas.

La aprobación de la reforma representará ingresos adicionales de unos 13.000 millones de dólares para la segunda mitad del año, con los que Fox promete más y mejor educación, impulso a las micro, pequeñas y medianas empresas y rendición de cuentas y transparencia.

La discusión en el Congreso se anticipa como una de las más reñidas de los últimos tiempos en el país, gobernado a partir de diciembre por el primer presidente que no pertenece al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 71 años.

Desde la oposición, los legisladores del PRI advirtieron que no sancionarán sin discutir la reforma de hacienda, mientras el centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) anticipó un «no» rotundo a acompañar la propuesta.

El conservador Partido Acción Nacional (PAN), de Fox, ofreció apoyo incondicional al principal proyecto económico del nuevo gobierno.

Analistas señalan que el reto del PAN es salir bien librado si apoya la nueva ley de Hacienda, luego del enfrentamiento frontal que tuvieron la semana pasada con la causa zapatista.

Los parlamentarios del partido gobernante se opusieron a la presencia en la sede legislativa de jefes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, llegados del estado sureño de Chiapas, y esa actitud fue percibida como un rechazo a la iniciativa de ley sobre Derechos y Cultura Indígena que defienden los rebeldes.

El economista Enrique Quintana, en el arranque de la batalla legislativa, destacó que «los grupos de menores ingresos son los que gastan una proporción mayor de sus ingresos en alimentos» y, por lo tanto, el golpe por el pago de IVA será inmediato.

El proyecto incluye mantener la exención del impuesto en un cuadro básico de medicinas, con el fin de proteger a las clases marginadas.

La reforma, promovida como «redistributiva», prevé compensar por medio de créditos y subsidios del programa oficial contra la pobreza a los sectores de menores ingresos afectados por el IVA en alimentos.

Quintana llamó la atención sobre la «muy mala experiencia en la entrega de subsidios a través de planes gubernamentales». Además de que «hacer llegar recursos a cinco millones de familias será un proceso extremadamente complejo».

Asimismo, no existe «un compromiso explícito que diga a la sociedad cómo se va a utilizar cada peso adicional que se logre captar con la reforma».

El analista afirmó que percibe una propuesta de Hacienda que «golpeará a la clase media, que fue la que le dio votos a Fox (y) que no recibió ni siquiera promesas de que será compensada por el incremento del IVA» en alimentos.

La recaudación adicional «tal vez promueva el empleo y haga bajar los intereses y la inflación en el mediano plazo, pero en los próximos meses sólo ganarán los ricos», ya que quienes perciben mayores ingresos serán los más beneficiados de las modificaciones al ISR, apuntó el analista.

Fox prometió en la campaña electoral que al convertirse en presidente «bajaría los impuestos, subiría el gasto y eliminaría el déficit público. Sin embargo, la realidad comienza a imponer su ley», destacó el también economista Sergio Sarmiento.

El Centro de Estudios de Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados afirmó que el aumento en los impuestos no se traduce necesariamente en más recaudación.

Datos de ese organismo señalan que entre 1991 y 1994, con 10 por ciento de impuesto al valor agregado, la captación promedio anual fue 29 por ciento más alta que la registrada entre 1995 y 2000, con una IVA de 15 por ciento.

Fuentes legislativas sostienen que México recauda por concepto de IVA al año 3,2 por ciento de su producto bruto interno, superior a 400.000 millones de dólares.

Aunque el secretario (ministro) de Hacienda, Francisco Gil, se esmera en subrayar que la reforma fiscal no persigue sólo metas de recaudación, la percepción generalizada resiente la tendencia a un aumento de la carga fiscal a los contribuyentes cautivos.

La iniciativa presidencial descartó en el último momento eliminar la actual exención de gravamen en la compra de casas nuevas y comenzar a aplicar también un IVA de 15 por ciento en ese rubro. Sin embargo, el paquete incluyó cargar IVA a colegiaturas y libros. (FIN/IPS/pf/dm/ip if/01

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