Organizaciones de ayuda humanitaria lanzaron un urgente pedido de alimentos para casi cuatro millones y medio de habitantes del este y el norte de Kenia acosados por la sequía y el hambre.
Los alimentos donados a Kenia por la comunidad internacional se agotarán en mayo. Se trata de «una noticia desastrosa», observó Emma Naylor, de la organización no gubernamental (ONG) Oxfam, de Gran Bretaña.
Cuarenta y dos grupos de ayuda que operan en el país apelaron nuevamente a instituciones y naciones donantes a unirse a la iniciativa conjunta del gobierno de Kenia y del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para enfrentar la amenaza del hambre, lanzada en febrero y aún sin respuesta de la comunidad internacional.
«Sabemos que es difícil ofrecer ayuda continua, pero los donantes deberían comprender que si no contestan a este pedido, se desperdiciará el impacto positivo de sus colaboraciones anteriores», señaló Alloys Amollo, de la organización estadounidense CARE.
«Es desalentador comprobar que, luego de todos los programas (de ayuda alimentaria) implementados y de salvarse muchas vidas, otra vez enfrentamos un panorama de amplio sufrimiento», dijo Amollo a los periodistas en Nairobi.
Los alimentos que aún se distribuyen en las zonas de Kenia castigadas por el hambre son los remanentes de un pedido realizado en agosto, explicaron las ONG.
«Inicialmente hubo buenas reacciones ante la solicitud de realizada a causa de la prolongada sequía. Pero se acaban las existencias, y si no se mantiene el flujo de donaciones, condenaremos a millones de personas a la miseria y el hambre», dijo Krishnan Unny, del Servicio Católico de Asistencia.
La crisis alimentaria de Kenia se debe a una devastadora sequía, la peor en la historia del país, que se concentra en las zonas áridas y semiáridas del este y el norte. El hambre afecta a 4,4 millones de los 28 millones de kenianos.
Las circunstancias no son mucho mejores en Somalia, Etiopía y Sudán, países vecinos de Kenia, y en Eritrea.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) calculó que 28 millones de personas padecerán hambre este año en Africa subsahariana. Sesenta y cuatro por ciento del total son habitantes de Africa oriental, la región en que se halla Kenia.
El abastecimiento de alimentos en el continente será «muy escaso» este año, advirtió la FAO, en el informe «Situación del suministro de alimentos y perspectivas agrícolas en Africa subsahariana». La causa es el efecto combinado de sequías, inundaciones y conflictos armados.
Según la FAO, 16 países enfrentarán carencia de alimentos excepcionalmente grave. Entre ellos se encuentran Angola, Guinea, Kenia, Burundi, República Democrática del Congo, Madagascar, Sierra Leona, Liberia, Somalia, Sudán, Mozambique, República del Congo, Tanzania y Uganda.
«La importación de cereales de Africa subsahariana será mayor que en 2000 por los efectos de las sequías en el oriente, la caída en las cosechas en algunas regiones del Sahel, así como una marcada reducción de la producción prevista para la zona meridional», se predijo en el informe.
En Eritrea, por ejemplo, más de 1,8 millones de personas fueron desplazadas por la guerra con la vecina Etiopía, así como por la sequía.
El panorama en Eritrea no se presenta favorable para la temporada de siembra, que comenzará en pocas semanas, pues los agricultores deben regresar a sus tierras y grandes superficies son inaccesibles, por haber sido minados en la guerra.
En el caso de Somalia, dos cosechas consecutivas favorables han mejorado las previsiones en cuanto a disponibilidad de alimentos, y la cantidad de personas que necesitan ayuda se redujo de 750.000 el año pasado a 500.000 este año.
Sudán, por su parte, con una guerra civil de 18 años, también enseña serias carencias de alimentos en el sur y el oeste, donde campea la sequía. El conflicto impide tanto las tareas agrícolas como la distribución de ayuda alimentaria.
La mayoría de los afectados pertenecen a grupos vulnerables, como niños, madres embarazadas y ancionos. «Como en toda emergencia, la población más vulnerable es la que sufre más intensamente y en primer lugar», dijo Jeremy Cole, de Visión Mundial.
Por otra parte, las graves inundaciones en Mozambique, Zimbabwe, Zambia y Malawi provocaron el desplazamiento de de miles de personas.
En la región del Sahel, en especial en Burkina Faso, Chad y Níger, la situación alimentaria se ha «agravado notablemente», en parte por las pobres cosechas, indicó la FAO. Sierra Leona y Liberia también siguen dependiendo de la ayuda internacional, debido a la guerra civil.
De igual modo, en la región de los Grandes Lagos —Ruanda, Burundi y la República Democrática del Congo (RDC)— las perspectivas alimentarias son «desoladoras».
La RDC, epicentro de un conflicto en la zona de los Grandes Lagos que envuelve a seis países, tiene dos millones de personas desplazadas internamente además de 330.000 refugiados, que proceden en su mayoría de Angola. (FIN/IPS/tra-en/ja/mn/dc- ff/dv/01