INDONESIA: Segundo voto de censura contra el presidente Wahid

La Cámara de Representantes de Indonesia votó hoy la segunda censura en tres meses contra el presidente Abdurrahman Wahid y le dio 30 días para corregir la crisis económica, allanando el camino a un posible juicio político.

Los diputados aprobaron la noche de este lunes una moción de censura contra Wahid por 363 votos a favor y 52 en contra y 42 abstenciones, acusándolo de incompetencia y de involucrarse en dos casos de corrupción desde que asumió la Presidencia en 1999.

De los 52 votos favorables a Wahid, 48 correspondieron a legisladores del oficialista Partido por el Despertar Nacional (PKB).

En la sesión, los legisladores opositores criticaron la gestión económica del presidente, sus fracasos para detener la violencia en varios distritos del país, así como la corrupción desenfrenada del actual gobierno.

Con excepción del PKB, las principales fuerzas parlamentarias votaron por la censura, incluso el partido de la vicepresidenta Megawati Sukarnoputri, objeto de insistentes presiones para que asuma el cargo en lugar de Wahid.

El presidente de la Cámara de Rpresentantes, Akbar Tanjung, sostuvo que la censura constituye una advertencia del Poder Legislativo al presidente para que mejore su gestión. «Esperamos que Wahid tome las medidas necesarias en el plazo de un mes a partir de la votación», sostuvo.

En ese periodo, el presidente deberá probar ante los legisladores que logró revertir la crisis económica y que el país retornó a la estabilidad.

Si Wahid no deja contentos a los representantes, éstos pueden recomendar a la Asamblea Popular, principal cuerpo legislativo de Indonesia, que inicie los procedimientos para el juicio político en su contra.

Los aliados del presidente afirman que sus críticos están utilizando las acusaciones de corrupción —que fueron la base para la primera censura votada en febrero— con el fin de destruir al primer líder del país electo democráticamente.

Los partidario de Wahid acusan incluso a dirigentes políticos vinculados al ex presidente Suharto, que aún ocupan bancas como diputados, de complot contra el actual mandatario.

En el proceso de censura de febrero, la Cámara aceptó un informe de una comisión parlamentaria que vinculaba a Wahid con dos escándalos de corrupción por una suma de seis millones de dólares.

Según una de las denuncias, Wahid estaría involucrado con la entrega de fondos gubernamentales a un ex masajista del presidente, mientras la segunda denuncia sostiene que Wahid se embolsó dos millones de dólares donados por el sultán de Brunei para ayudar a la empobrecida provincia de Aceh.

La votación del lunes se produjo tras un fin de semana de tensión, durante el cual cientos de miles de seguidores de Wahid se congregaron en la capital, Yakarta, para orar por que el presidente permanezca al frente del país y protestar por la censura.

Algunos, incluso, prometieron morir en defensa del presidente.

Ante el temor por posibles enfrentamientos, Wahid pidió a los participantes de la oración colectiva organizada por el grupo Nahdlatul Ulama (NU) que regresaran a sus aldeas apenas finalizado el acto religioso.

Los integrantes de NU —organización musulmana creada por Wahid— procedían principalmente de Java oriental. La mayoría permaneció en la capital aguardando la votación de la censura y bloqueando las principales calles y avenidas.

El viernes, durante un discurso emitido por la cadena de televisión nacional, el presidente dijo a sus conciudadanos que su destitución no solucionaría los problemas nacionales.

Luego de pedir al pueblo que no se apresurara a juzgarlo, Wahid dijo: «Si se prueba que he hecho algo equivocado, entonces pido ser perdonado».

«Incluso si este país reemplazara a su presidente 100 veces, nadie podría resolver sus problemas rápidamente», sostuvo el presidente, y recordó que Indonesia estaba al borde del colapso cuando asumió el cargo en octubre de 1999.

La semana pasada, el gabinete presidencial realizó un último esfuerzo para negociar con los legisladores una salida que evitara la segunda censura.

Pero tras la votación, la atención está puesta en un posible acuerdo entre Wahid y sus adversarios políticos, algunos de los cuales lo apoyaban cuando asumió la Presidencia.

«Si Wahid no logra un compromiso, su gobierno caerá», dijo a la agencia de noticias Antara Eki Sjahdurrin, diputado del partido Golkar, antiguamente liderado por Suharto.

Mientras, continúan los reclamos de renuncia al presidente. También persisten los temores de violencia, si bien muchos seguidores de Wahid dejaron las calles de la capital el lunes por la noche.

Quienes aún apoyan al presidente sostienen que no se ha probado que él se haya embolsado dinero en los dos casos de supuesta corrupción.

Según el francés Andrei Feillard, experto en política indonesia, hay un abismo entre la idea de corrupción que tiene la población y la de los integrantes de NU.

Para éstos no es corrupción la supuesta apropiación por parte de Wahid de dos millones de dólares por no ajustarse a los procedimientos correctos para recibir la donación del sultán de Brunei a la provincia de Aceh.

«En la tradición de NU, recibir donaciones sin procedimientos transparentes es una práctica usual y largamente legitimada. Por eso a los ojos de los miembros de NU, Wahid es inocente», sostuvo Feillard. (FIN/IPS/tra-en/js-ky/dc/mj/ip/01

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