El presidente de China, Jiang Zemin, comenzará este jueves una visita de tres días a Cuba, con el fin de ampliar el ya importante intercambio comercial y las inversiones en agricultura, comunicaciones y ciencia.
Cuba y China, dos países emblemáticos entre los que aún tienen régimen socialista de partido único, mantienen estrechas relaciones diplomáticas y de cooperación en áreas médicas y otras.
Zemin llegará a Cuba procedente de Brasil, en el marco de una gira que incluyó a Chile, Argentina y Uruguay y que finalizará en Venezuela.
El viaje por América Latina del presidente de China coincidió con una severa crisis diplomática entre ese país y Estados Unidos, que este miércoles tiende a distenderse.
Las disputas entre Washington y Beijing comenzaron el 1 de este mes, tras el aterrizaje de emergencia de una avión espía estadounidense en China, luego de chocar en pleno vuelo con un avión militar de ese país.
El anunció este miércoles del gobierno chino de permitir el regreso de los 24 tripulantes del avión de Estados Unidos, como gesto humanitario, parece abrir una puerta de solución al diferendo.
La colisión provocó la pérdida del avión de combate chino y la desaparición de su piloto, Wang Wei.
Zemin, en su segunda visita a Cuba, se reunirá con su par, Fidel Castro, y recorrerá lugares de interés económico, social y cultural, lo cual permitirá fortalecer los nexos entre ambas naciones, calificados de «excelentes», y abrir nuevas posibilidades de cooperación, dijeron fuente cubanas.
Cuba espera ampliar los lazos de amistad y «promover el desarrollo de las relaciones bilaterales en materia económica, de colaboración y comercial», mediante la firma de varios acuerdos, informaron.
Recordaron que en el primer viaje de Zemin, en 1993, Cuba afrontaba momentos difíciles, debido a la desaparición de sus mejores socios comerciales, la Unión Soviética y el campo socialista.
En esa ocasión, Castro entregó a Zemin la orden «José Martí», la más alta distinción que confiere el Consejo de Estado de Cuba y puso énfasis en el derecho de China a «construir el socialismo con peculiaridades propias».
Dos años después, el gobernante cubano viajó al país asiático para una estancia de 10 días y entrevistarse en dos oportunidades con Zemin, en las cuales habrían reafirmado la convicción de que la vía socialista de desarrollo es la adecuada para ambos países.
La Habana estima que las autoridades chinas han tenido un «éxito notable» en el programa aplicado para desarrollar ese país.
Es una experiencia que examinamos continuamente y de la cual tomamos lo útil para la realidad concreta de Cuba, que es muy distinta, señaló al respecto el canciller Felipe Pérez Roque, quien visitó Beijing en marzo pasado.
China figura en la actualidad entre los principales socios comerciales de la isla, con un intercambio que el año pasado superó los 480 millones de dólares.
A su vez, el mercado chino provee con precios buenos y estables alrededor de 40 por ciento de la materia prima que nutre la industria farmacéutica cubana, que ya produce más de 80 por ciento de los medicamentos utilizados en este país.
Además, existen varias empresas cubano-chinas en el campo de la biotecnología, sector científico de alto desarrollo en la isla, en agricultura y en telecomunicaciones, entre otros.
El mercado chino también es un importante mercado para las materias primas de América Latina.
El comercio entre la región y China superó en 2000 los 12.000 millones de dólares, monto que el gobierno de Zemin espera incrementar con esta gira.
El mandatario chino viaja acompañado de su esposa Wang Yeping, del viceprimer ministro, Qian Qichen, del ministro de la Comisión Estatal para el Desarrollo Planificado, Zeng Peiyan, y del ministro de Comercio Exterior y Cooperación Económica, Shi Guangsheng, entre otros funcionarios.
Zemin concluirá el periplo por la región el domingo en Venezuela, donde permanecerá hasta el día 17. (FIN/IPS/pg/dm/if ip/01
