Estados Unidos espera que el acuerdo alcanzado hoy en la capital argentina de materializar el ALCA a partir de 2006 ayudará a desbloquear las negociaciones para un nuevo pacto de intercambio en la Organización Mundial de Comercio, dijo el representante de comercio, Robert Zoellick.
La reunión de los responsables de comercio exterior de América finalizó este sábado en Buenos Aires con una declaración que destaca «la importancia de la liberalización comercial, tanto a nivel mundial como regional, para generar crecimiento económico y prosperidad en el hemisferio».
Los funcionarios avanzaron en el primer borrador de acuerdo para la creación del ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas) y establecieron que «las negociaciones deben concluir a más tardar en enero de 2005, para tratar de lograr su entrada en vigencia lo antes posible, no más allá de diciembre de 2005».
Zoellick señaló en una concurrida conferencia de prensa que este acuerdo a nivel hemisférico incentivará en los próximos años una competencia entre los países en pro de la liberalización comercial.
«Eso me parece que es algo muy saludable», comentó el delegado estadounidense.
En la declaración ministerial se instruye a los negociadores para elaborar una nueva versión del borrador, que contemple los nuevos acuerdos y disensos, y se ratifican en particular los principios de «transparencia» en el proceso, y de diferencias en los niveles de desarrollo de 34 países de América (todos, menos Cuba).
El canciller de Argentina, Adalberto Rodríguez Giavarini, declaró al finalizar el encuentro que el documento acordado, cuyo texto no trascendió, es un «poderoso» instrumento para los gobernantes del continente, que se reunirán en su tercera cumbre entre los días 20 y 22 en la ciudad canadiense de Québec.
Rodríguez Giavarini destacó también que uno de los principios acordados en la cita fue el de la «transparencia», lo cual implica que tras la cumbre de Québec y en adelante se difundirá la documentación que se negocie para conocimiento de los medios periodísticos y de la opinión pública.
«Argentina quería transparencia, pero otros países no. Sin embargo, ahora estamos en otra etapa, convencidos todos de que si no hay nada que ocultar, debemos mostrarlo», indicó.
En tanto, Zoellick calificó de ejemplo de transparencia, sin precedentes en la historia mundial de negociaciones comerciales, el acuerdo de difundir el documento que apruebe la cumbre de Canadá.
El cambio de actitud fue una respuesta a los fuertes cuestionamientos de algunos representantes gubernamentales y de distintos sectores de la sociedad civil al hermetismo con que deliberaron esta semana los negociadores, tanto los vicecancilleres y técnicos como los ministros.
Sin embargo, la declaración recuerda que ya en la cumbre americana de Santiago, de 1998, los gobernantes habían instruido a los ministros para que el proceso fuera transparente y tuviera amplio respaldo y comprensión pública.
También consigna el compromiso de difundir el borrador de este acuerdo «después» de la cumbre de Québec.
«Reafirmamos nuestro compromiso con el principio de transparencia del proceso del ALCA y reconocemos la necesidad de una participación creciente de los distintos sectores de la sociedad civil en la iniciativa hemisférica», puntualiza la declaración.
Añade que «se debe propiciar un proceso de comunicación sostenido» en ese sentido».
El canciller Rodríguez Giavarini, al finalizar la reunión y junto con la difusión de la declaración de ministros, entregó la presidencia del Comité de Negociaciones del ALCA a su par ecuatoriano Heinz Moeller, quien dirigirá el proceso por los próximos 18 meses.
Moeller remarcó que se requiere una «conciencia colectiva acerca de la importancia social de este proceso (de creación de una zona de libre comercio), para hacer partícipes a trabajadores, comunidades indígenas y empresarios, de manera que el proyecto adquiera mayor fuerza».
«Es esencial que este proceso tenga una base social», apuntó el canciller de Ecuador, y aseguró que durante el ejercicio de la presidencia que hará su país «la transparencia será total».
Durante la gestión de Moeller el ALCA deberá avanzar en un conjunto de definiciones, tanto de forma como de plazos, para negociar los asuntos arancelarios y paraarancelarios del futuro tratado del ALCA, esperándose propuestas específicas al respecto para mayo de 2002.
A su vez, Zoelleck dijo que su país está dispuesto a canalizar recursos, a través de su Agencia Internacional de Desarrollo (AID), para fortalecer la capacidad negociadora de las economías más pequeñas del Caribe y que el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial harán otro tanto.
El representante estadounidense estimó que el ALCA podría desembocar en sistemas de desgravamen arancelario sobre 85 por ciento de los bienes y servicios del comercio hemisférico, en plazos de 10 a 15 años, por lo cual estimó que el libre intercambio se materializaría a partir de 2016.
Agregó que en el contexto de la Organización Mundial de Comercio (OMC) existe un interés común en impulsar un acuerdo general y crear condiciones favorables para la reunión ministerial, a realizarse en Qatar del próximo año.
La anterior cita ministerial de la OMC, celebrada a fines de 1999 en Seattle, Estados Unidos, concluyó sin acuerdo sobre las bases de un nuevo tratado regulador del intercambio mundial.
«El hecho de que 34 países del ALCA, que representan de 15 a 20 por ciento de la población del planeta, progresan hacia la liberalización comercial es una buena señal para la OMC», sostuvo Zoellick.
El representante de Comercio estadounidense añadió que «algunos países líderes del mundo en desarrollo, como Sudáfrica, Egipto y Nigeria, van a verse perjudicados si la OMC no prospera». (FIN/IPS/ggr-mv/dm/if/01
