COLOMBIA: Paramilitares y rebeldes, al asesinato de civiles

Autoridades y grupos humanitarias de Colombia procedieron hoy a la recuperación de los cadáveres de unos 100 civiles asesinados por paramilitares de derecha e insurgentes de izquierda en las zonas rurales del Alto de Naya, en el suroeste, y de La Caucana, en el noroeste.

Las dos matanzas fueron producto de la lucha por el control de zonas estratégicas entre las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y las organizaciones rebeldes.

Los sangrientos episodios indican que «hay una lógica perversa de lucha por posiciones territoriales» que incluye «los métodos más bárbaros de la guerra sucia», señaló a IPS Camilo González, portavoz del no gubernamental Mandato por la Paz.

Los 500 paramilitares que atacaron hace una semana el Alto de Naya, en el departamento de Cauca, dejaron un rastro de 100 víctimas, según la versión del gobernador Floro Tunubalá, o de 40, la cantidad que señala el defensor del Pueblo Eduardo Cifuentes.

Sólo este martes llegaron funcionarios oficiales a la zona, habitada por indígenas paes y pequeños agricultores, para proceder al levantamiento de los cadáveres.

Las AUC intentan debilitar la presencia en la región del Ejército de Liberación Nacional (ELN) mediante el asesinato de supuestos colaboradores de esa fuerza guerrillera, la segunda del país.

«Vamos a ver si al fin nuestras fuerzas militares van a responder ante estos hechos. Solicitamos que una compañía del ejército se integre a una comisión oficial de los gobiernos nacional, departamental y de organismos de derechos humanos», dijo Tunubalá.

En el departamento de Cauca «se libra una cruenta batalla entre los ejércitos privados. El Estado no debe actuar de manera reactiva, sino permanentemente, pues la mayoría de las masacres son anunciadas», advirtió por su parte el defensor del Pueblo.

La matanza del Naya era «prácticamente algo anunciado» , afirmó por su parte a IPS un representante de la estatal red de Solidaridad en Popayán que por razones de segridad pidió que no sea mencionado su nombre.

El funcionario señaló que hay «entre 25 y 28 muertos confirmados» en los alrededores del Naya y que la cantidad precisa de víctimas «no se podrá saber nunca», pues muchos cadáveres fueron arrojados a abismos al pie de montañas.

El Naya es una zona de importancia estratégica para el desplazamiento de tropas, pues conecta el área andina de los departamentos de Cauca y Valle con la costa sobre el océano Pacífico.

«Lo del Naya es una operación contra los destacamentos del ELN que han perpetrado secuestros masivos cerca al ciudad de Cali y busca golpear esa presencia de guerrilleros en la ruta al mar que sirve para el tráfico de armas», dijo González, del Mandato por la Paz.

Los paramilitares pretenden derrotar al ELN «matando indiscriminadamente a los campesinos y supuestos colaboradores» de esa organización, agregó.

Las AUC también intentan impedir con las armas la habilitación en el norteño departamento de Bolívar de la zona desmilitarizada exigida por el ELN al gobierno como condición para el diálogo de paz.

Los paramilitares desplazaron efectivos al sur del departamento de Bolívar y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la principal organización insurgente, atacan su retaguardia.

«En La Caucana (departamento de Antioquia, vecino a Bolívar) las FARC están aprovechando el movimiento de los paramilitares hacia el sur del departamento de Bolívar. Se meten por la cocina en la casa de Carlos Castaño (jefe de las AUC)», comentó González.

Entre 400 y 800 guerrilleros, al parecer de las FARC, cayeron el domingo sobre La Caucana, en el noroeste de Antioquia. Los sobrevivientes aseguraron que los rebeldes abrieron fuego de metralleta al tiempo que acusaban a los habitantes del lugar de colaboración con las AUC.

Las FARC buscan recuperar el control que una vez tuvo en el área de La Caucana, considerada corredor de acceso al Nudo de Paramillo, en el noroccidental departamento de Córdoba, cuartel general de Castaño, según se cree en Antioquia.

Hay 13 muertos confirmados en La Caucana y cuatro heridos y ocho viviendas incendiadas, informó este martes el general Tobías Durán, director de operaciones de la Policía Nacional.

Pero Boby Bedoya, secretario de Gobierno de la municipalidad de Tarazá, que engloba a La Caucana, afirmó que hasta el lunes de noche habían sido halladas 28 víctimas, la mayoría jornaleros de haciendas de la zona, aunque también habría algunos guerrilleros muertos.

«Parece ser que hay más muertos en la zona rural. Estamos a la espera de delegados de la Cruz Roja Internacional» para ayudar a darles «cristiana sepultura», dijo Bedoya a la radioemisora RCN.

Mientras, el ELN secuestró el lunes a unos 100 miembros del personal de vigilancia de campos petroleros de la compañía Occidental Petroleum en el oriental departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela.

Si bien la mayoría fueron puestos en libertad, 27 todavías siguen cautivos del ELN

«Seguramente estamos en vísperas de otra crisis del proceso de paz (entre el gobierno y los guerrilleros), aunque no necesariamente es el fin. Las partes harán otra maniobra para ganar tiempo», predijo González. (FIN/IPS/mig/ff/hd ip/01

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