CHINA-EEUU: Japón en dilema por disputa sobre avión espía

La tensión entre Washington y Beijing por la colisión entre un avión espía estadounidense y un caza chino amenaza con convertirse en la peor pesadilla diplomática de Japón, advirtieron analistas en Tokio.

«Las buenas relaciones entre las dos potencias son esenciales para Japón, que siempre debe hacer equilibrio entre ambas», señaló Tomoo Marukawa, experto en asuntos chinos del Instituto de Economías en Desarrollo, una organización investigadora con sede en Tokio.

Beijing exige que Estados Unidos le pida disculpas por el choque el domingo 1 entre un avión de la armada estadounidense y un caza chino sobre el Mar de China Meridional, que provocó la caída del avión chino y la desaparición del piloto de éste.

Pero Washington se niega a pedir perdón y se limitó a lamentar el jueves la muerte del piloto chino. Este viernes, China permitió el encuentro entre funcionarios de Washington y los 24 tripulantes del avión estadounidense, que permanecen detenidos.

Japón no desea tomar parte en caso de que la situación se agrave, y está dividido entre la necesidad de mantener sus buenas relaciones con China, su rival tradicional como potencia en Asia, y su lealtad a Washington, con el que tiene un crucial pacto de seguridad.

Temerosas del aprieto en que pueden verse, las autoridades japonesas intentan ayudar a resolver la disputa lo más rápido posible y de manera amigable.

El canciller japonés Yohei Kono exhortó a su par estadounidense, el secretario de Estado Colin Powell, a solucionar la cuestión de la forma más tranquila posible y evitar un daño a las relaciones con China.

Medios de prensa japoneses advirtieron sobre efectos negativos en las relaciones con China si la tensión no cede rápidamente.

«Si el incidente del domingo se convierte en otra cuestión espinosa entre Washington y Beijing, pondría en dificultades a Japón y los esfuerzos de Estados Unidos por mantener la seguridad en la región», publicó esta semana el diario Yomuiri, el de mayor circulación de este país.

Aunque oficialmente Japón respalda la posición de Washington, Tokio estaría en un dilema si la situación se deteriorara, dado que invirtió mucho para lograr una buena relación con su gigantesco vecino asiático, según analistas.

Las actuales relaciones chino-japonesas ya no se basan en el respaldo económico de Tokio a Beijing, explicó Hiroko Maeda, un analista sobre asuntos chinos del Instituto de Investigaciones P.H.P., un gabinete de estrategia privado.

Por ejemplo, el rápido crecimiento económico de China estimuló a Japón a reducir en tres por ciento su ayuda bilateral a partir de este mes y a procurar una relación más madura. Ambas partes acordaron profundizar las conversaciones sobre seguridad.

China fue el mayor receptor de ayuda japonesa al exterior el año pasado, al recibir 1.700 millones de dólares en préstamos altamente subsidiados.

Pero en el frente político, las relaciones no son tan estables como en el económico, señaló Maeda.

Una de las principales causas de disputa sigue siendo la colonización japonesa del norte de China hace 64 años y la masacre de Nanjing, en que murieron unos 300.000 civiles chinos, según Beijing.

El presidente chino Jiang Zeming censuró este mes a Tokio luego que éste decidiera aceptar textos escolares de historia que restan importancia a los abusos cometidos por los japoneses durante su ocupación.

Mientras, los planes de Japón de respaldar el propuesto sistema nacional de defensa antimisiles de Estados Unidos provocaron la ira de China, que considera ese sistema como un respaldo de Washington a Taiwan, su «provincia renegada».

«La cuestión es que cada vez que Tokio y Washington deciden fortalecer su alianza, los intereses nacionales de China resultan dañados de una manera u otra», comentó un alto funcionario chino.

Naoki Usui, un analista de defensa, observó que Japón realiza vuelos de reconocimiento al igual que lo hacía el avión estadounidense accidentado, y que Washington y Tokio comparten la información de seguridad que obtienen.

«Esta situación no es algo que Japón desee cambiar. Su pacto de seguridad con Estados Unidos mantiene el equilibrio en Asia», explicó Usui.

La disputa entre Estados Unidos y China también provocó enfrentamientos internos en Japón.

Activistas opuestos a la presencia de bases estadounidenses en Japón señalan que la actual disputa se asemeja a los conflictos relacionados con ofensas de infantes de marina de Estados Unidos en territorio japonés.

Otros recuerdan el hundimiento en febrero de un buque pesquero japonés en la costa de Hawai por negligencia de un submarino estadounidense, y señalan que el público japonés exigió una disculpa de Washington, como ahora lo hace China.

Pero «la situación actual es diferente, porque se trata de un choque militar, y parece que la culpa fue del avión chino. Sin embargo, la postura de Bush (que se niega a pedir disculpas) no cae bien a los japoneses comunes», comentó Maeda. (FIN/IPS/tra-en/sk/js/mlm/ip/01

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