BRASIL: Plan de racionamiento energético enfrenta resistencias

Brasil deberá racionar el consumo de energía eléctrica a partir de junio, concluyeron las autoridades del sector, cuyo plan de restricciones es resistido por la industria.

La propuesta, que estudiará el 8 de mayo el interministerial Consejo Nacional de Política Energética, prevé la fijación de cuotas para la industria, el comercio y las residencias, de manera de reducir el consumo de electricidad en por lo menos 15 por ciento.

La superación de tales cuotas será penalizada con fuertes multas.

Así, el precio del consumo excedente de electricidad será de cinco a 15 veces superior a la tarifa actual, es decir un aumento de 400 a 1.400 por ciento, aplicándose el mayor aumento a los grandes consumidores.

En caso de que las medidas no resulten eficaces, a partir de julio se implementarán cortes del suministro de electricidad en algunos períodos y en áreas alternadas, en un programa que abarcará las regiones sudeste, centroeste y nordeste del país.

La medida es «inevitable», admitió el ministro de Minas y Energía, José Jorge, al detallar que no se produjeron las lluvias esperadas para este mes en las regiones afectadas, que permitiera recuperar el nivel de los embalses de las centrales hidroeléctricas, principal fuente energética de Brasil.

Para que el país disponga de electricidad suficiente durante los meses secos, de mayo a octubre, sería necesario que los embalses tuviesen en estos días agua almacenada a 49 por ciento de su capacidad.

Sin embargo, en la actualidad alcanza a sólo 33 por ciento, explicó Mario Santos, presidente del Operador Nacional del Sistema Eléctrico, organismo que hace el seguimiento de la capacidad integrada de generación y distribución de electricidad.

El plan de ahorro compulsivo, que pretende aplicar el gobierno a partir del 1 de junio, establecerá cuotas mensuales de 15 a 20 por ciento inferiores al consumo de igual mes del año pasado, para cada empresa o residencia, según espera el mercado.

«Es injusto» imponer esa reducción lineal, porque penalizará con mayor fuerza a los consumidores que ya adoptaron medidas de ahorro, se quejaron líderes empresariales, como Pedro Krepel, de la Federación de las Industrias de Sao Paulo.

Las empresas que ya racionalizaron el uso de energía tendrán más dificultades y serán obligadas a reducir la producción, advirtió Krepel.

Los empresarios entienden que el plan gubernamental causará una caída en la actividad productiva y el aumento del desempleo,

La Confederación Nacional de la Industria registró en el primer trimestre de este año una merma de la producción, de creación de empleos y de ventas del sector, más aguda que la usual en este período del año.

El riesgo de racionamiento energético fue una de las causas de este deterioro, junto con la crisis económica argentina y los problemas en la coalición que sustenta al gobierno de Fernando Henrique Cardoso, evaluó Carlos Moreira Ferreira, presidente de la Confederación.

Por su parte, el secretario de Energía de Brasil, Afonso Moreira Santos, añadió otro factor de protestas, al señalar que, en caso de ser necesario interrumpir el suministro, por razones de seguridad sólo se informará de antemano sobre las áreas afectadas y el día, pero no el horario preciso.

El conocimiento previo del barrio y la hora del apagón de luz eléctrica estimularía la acción de asaltantes, explicó el funcionario.

Pero tal decisión agravará las pérdidas de las empresas, que no podrán planificar una adaptación de sus actividades, criticó Petronio Zica, de la Federación de las Industrias del Estado de Minas Gerais, segundo mayor estado industrial del país detrás de Sao Paulo.

El gobierno pretende intensificar la campaña que busca estimular la población a ahorrar energía, modificando hábitos y horarios de la vida cotidiana. Una recomendación es el uso de lámparas fluorescentes, que consumen menos energía y serán distribuidas gratuitamente a la población más pobre.

La crisis energética era prevista desde el año pasado por críticos de la política sectorial del gobierno, como el físico Luis Pinguelli Rosa, de la Universidad Federal de Río de Janeiro.

La falta de inversiones públicas y las indefiniciones del programa de privatización del sector impidieron el incremento de la generación en el ritmo necesario. El consumo de electricidad en Brasil crece siempre uno a dos puntos porcentuales por encima del producto interno bruto.

Con el crecimiento económico de 4,2 por ciento el año pasado, y su esperada repetición este año, la capacidad generadora debería expandirse en más de 10 por ciento.

El programa de instalación de 49 centrales termoeléctricas que utilizará gas natural importado de Bolivia no avanzó por falta de inversiones privadas, ante la incertidumbre sobre el costo del combustible provocada por la inestabilidad cambiaria brasileña.

La escasez energética se hizo inevitable. La falta de lluvias en la época más propicia para ello en las tres regiones afectadas de Brasil solo agravó el problema, según los críticos. (FIN/IPS/mo/dm/if/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe