El gobierno de Cuba rechazó y calificó de falsa una moción aprobada esta semana por la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que censura su trayectoria en materia de derechos y libertades públicas.
«Cuba no acepta ni aceptará la resolución impuesta sobre la base de chantajes y presiones», señaló el miércoles el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, minutos después de conocerse el resultado de la votación en la Comisión de la ONU, radicada en Ginebra.
La moción presentada por la República Checa recibió 22 votos a favor y 20 en contra y hubo 10 abstenciones, entre los 52 miembros presentes de la Comisión de Derechos Humanos.
la resolución exhorta al gobierno cubano a asegurar el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales y a establecer un marco apropiado para garantizar el estado de derecho sobre la base de las instituciones democráticas y la independencia del poder judicial.
Pérez Roque convocó a todo el personal de la cancillería y a medios de prensa cubanos y extranjeros a esperar el resultado de la votación, que fue precedida de un intenso cabildeo por parte de la delegación de Estados Unidos.
Washington fue el verdadero promotor de la moción de censura, aseguró el canciller. «Los niveles de presión han sido inusuales, como nunca antes, usando groseramente todos los elementos con tal de lograr la aprobación de la resolución anticubana», agregó.
La diplomacia cubana había trabajado fuertemente para evitar esta nueva condena, la tercera consecutiva luego que en 1998 lograra evitarla. Antes, a partir de 1990, el resultado había sido invariablemente de censura.
Los países de la Unión Europea participantes en la Comisión de la ONU, que a principios de este mes empezó su periodo anual de sesiones, reiteraron su voto condenatorio.
Fue «una nueva prueba de la incapacidad de la UE de actuar en el tema de Cuba con independencia y dignidad», consideró Pérez Roque, quien añadió que la abstención de México era esperada.
«La delegación mexicana no se ha prestado para condenar a Cuba. El voto de México de abstención es coherente con el clamor popular en ese país y (con) las solicitudes de los más amplios sectores políticos y sociales», dijo.
Al parecer, la decisión de Guatemala de reiterar su apoyo a la propuesta de censura tomó por sorpresa a Pérez Roque, que poco antes de conocerse el resultado había recordado el programa de colaboración médica de Cuba con ese país.
«Nos ha llamado la atención (el voto de Guatemala). En su momento, comentaremos sobre eso», se limitó a afirmar el canciller.
El Ministerio de Relaciones Exteriores acusó el miércoles a Estados Unidos, poco antes de la votación en Ginebra, de desarrollar una intensa campaña «de presión e intimidación» sobre los países africanos representados en la Comisión.
Al respecto, aseguró que la administración de George Bush amenazó a varios gobiernos africanos con excluirlos de la Ley para el Crecimiento y las Oportunidades Económicas de Africa si no se plegaban a la posición estadounidenses.
«Como si no bastara, han llegado en otros casos a la impudicia de ofrecer asistencia para la lucha contra el sida en algunos países, si estos renuncian a su actual posición de apoyo a Cuba», aseguró la cancillería.
Un diplomático latinoamericano consultado por IPS consideró que la Comisión de Derechos Humanos de la ONU se ha convertido en escenario del enfrentamiento cubano-estadounidense, lo cual resta fuerza al pronunciamiento sobre la situación en la isla.
Por su parte, Manuel Cuesta Morúa, secretario general de la Corriente Socialista Democrática Cubana, un grupo opositor no admitido por la legislación nacional, lamentó que el asunto de los derechos humanos no pueda independizarse del conflicto bilateral entre Cuba y Estados Unidos».
Pero, a pesar de lo politizada que ha sido, esta condena muestra «la conciencia de la comunidad internacional sobre la situación de los derechos humanos en Cuba», según cree el dirigente opositor.
Cuba se considera modelo de respeto de los derechos humanos por su política social y el acceso en igualdad de condiciones de sus ciudadanos a los servicios de salud, educación, empleo y seguridad social.
Pero no existe el mismo tratamiento hacia determinados derechos civiles. La libertad de asociación y reunión está restringida por el régimen de partido único y se prohibe la prensa opuesta al gobierno. (FIN/IPS/pg/ff/hd ip/01
