ASIA: China rumbo a cooperar con CEI contra insurgencia islámica

China avanza hacia la coordinación de acciones militares en Asia Central con ex integrantes de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), contra grupos insurgentes islámicos que operan en la región.

Varios gobiernos de la región consideran que esos grupos son apoyados y entrenados por el movimiento fundamentalista islámico Talibán, que controla la mayor parte de Afganistán.

Rusia ha impulsado en los últimos años acciones colectivas para salvaguardar la paz en Asia Central, y en los últimos tiempos China se ha mostrado dispuesta a sumarse a esa iniciativa, preocupada por el fortalecimiento del separatismo musulmán en su provincia oriental de Xinjiang.

Xinjiang tiene fronteras con las ex repúblicas soviéticas de Kazajstán, Kirguistán y Tadjikistán, y también con Afganistán y Pakistán.

Su territorio estuvo durante siglos bajo diversos grados de control de Beijing, y fue incorporado a China en 1949 mediante la anexión del efímero Turkestán Oriental, creado durante la guerra civil china (1945-149).

Tras la desintegración de la URSS en 1991 y el establecimiento de Estados musulmanes independientes en las ex repúblicas soviéticas de Kazajstán, Kirguistán y Tajikistán, renació el secesionismo en Xinjiang, impulsado por militantes de la minoría étnica uighur, integrada por musulmanes que hablan turco.

Beijing discutirá en junio la posibilidad de unir esfuerzos contra la insurgencia islámica con la Comunidad de Estados Independientes (CEI), que reúne a ex integrantes de la URSS.

Integran la CEI Armenia, Azerbaiján, Belarús, Kazajstán Kuirguistán, Moldavia, Rusia, Tajikistán, Ucrania y Uzbekistán.

El jefe del Servicio de Guardias Fronterizas (SGF) ruso, Konstantin Totsky, propuso que la CEI adopte medidas «serias» para proteger sus fronteras meridionales, durante una conferencia de dos días sobre terrorismo internacional que terminó el jueves en la ciudad noroccidental rusa de San Petersburgo.

Los miembros de la CEI deben unir esfuerzos para destruir los centros de entrenamiento de terroristas, incluyendo a los ubicados fuera de ese bloque, enfatizó.

Según información en poder del SGF, los dirigentes del Talibán planean lanzar el mes próximo ataques terroristas contra Tajikistán y Uzbekistán, aseguró.

El bloque regional discutió en enero del año pasado propuestas de cooperación contra el extremismo basado en creencias religiosas, durante una cumbre realizada en Moscú en la cual se creó un organismo antiterrorista común, por iniciativa de Kazajstán y Uzbekistán.

«El terrorismo internacional es una gran amenaza para la seguridad nacional y la integridad territorial de los Estados de la CEI», afirmó el general ruso Boris Mylnikov, jefe de ese organismo, durante una entrevista publicada esta semana.

Por otra parte, militares de alto rango del grupo llamado los Cinco de Shanghai, integrado por Rusia, China, Kazajstán, Kirguistán y Tajikistán, se reunieron por primera vez el jueves en Bishkek para discutir medidas de cooperación contra «bandas terroristas».

Esas naciones comparten lo que fue la frontera entre China y la URSS, y el grupo se formó en 1997, cuando acordaron una significativa reducción de sus destacamentos militares fronterizos.

Los Cinco de Shanghai prevén firmar el 15 de junio en China, durante su quinta cumbre anual, un acuerdo que creará un organismo antiterrorista común, informó Kubanuchbek Oruzbayev, asesor del ministerio de Defensa de Kirguistán, tras la reunión de Bishkek.

En mayo de 1998, Rusia, Uzbekistán y Tajikistán se aliaron para combatir contra insurgentes fundamentalistas, y en especial contra los wahabistas, una rama del islamismo sunnita.

Los gobiernos de Uzbekistán y Tajikistán acusan al Talibán de entrenar en territorio afgano a insurgentes musulmanes que operan en esas ex repúblicas soviéticas.

En agosto, los presidentes de Kazajstán, Kirguistán, Tajikistán y Uzbekistán acordaron en Bishkek combatir juntos contra organizaciones delictivas internacionales, grupos terroristas y movimientos extremistas con fundamentos políticos o religiosos.

Esa cumbre pidió apoyo a Moscú para esas tareas y para la defensa de la frontera entre Tajikistán y Afganistán.

En octubre, los presidentes de Russia, Kazajstán, Kirguistán, Tajikistán, Belarús y Armenia acordaron movilizar una fuerza militar conjunta, cuyo número de integrantes no se dio a conocer, si lo consideran necesario para que alguno de esos países enfrente agresiones externas o ataques terroristas.

El avance del Talibán hacia regiones septentrionales de Afganistán, fornterizas con la CEI, preocupa a miembros de ese bloque, en especial desde agosto, cuando insurgentes islámicos ingresaron a Kirguistán desde Tajikistán.

Tajikistán está ubicado entre la región septentrional de Afganistán y Kirguistán.

Los insurgentes pertenecían al Movimiento Islámico de Uzbekistán, que cuenta con bases en Tajikistán, y combatieron contra tropas de Bishkek hasta comienzos de octubre, cuando la montañosa región se volvió inaccesible por las nevadas. Un episodio similar se había producido en los mismos meses de 1999.

Uzbekistán es uno de los países que combaten con más dureza a los wahabistas y a otros grupos fundamentalistas.

El presidente uzbeko, Islam Karimov, expresó su preocupación por la creciente presencia militar de Rusia en Tajikistán desde que ambos países firmaron un acuerdo de cooperación en Moscú en abril de 1999, pero en los últimos tiempos se ha inclinado por buscar apoyo ruso contra la insurgencia islámica en la región.

Rusia ha tratado de mantener una fuerte presencia militar en Asia Central, que dominó durante siglos hasta la desintegración de la URSS, y mantiene en Tajikistán una fuerza pacificadora de más de 20.000 integrantes, que colabora con el patrullaje de la frontera entre ese país y Afganistán.

La presencia militar de Moscú en Tajikistán es «un factor clave de estabilidad» para contrarrestar la amenaza del terrorismo, afirmó el jueves en San Petersburgo el presidente del Senado de Tajikistán, Makhleadsaid Ubaidylloyev.

El mismo día, el presidente de Tajikistán, Emomali Rajmonov, pidió a la comunidad internacional que aumentara sus esfuerzos para lograr un acuerdo de paz en Afganistán, y su par de Kazajstán, Nursultan Nazarbayev, ofreció a su país como sede de conversaciones de paz de los bandos afganos en conflicto. (FIN/IPS/tra-eng/sb/js/mp/ip/01

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