ZIMBABWE: Desaire opositor al presidente de R.D.Congo

El principal partido opositor de Zimbabwe boicoteó este martes la visita al Parlamento del presidente de República Democrática del Congo (RDC), Joseph Kabila, argumentando que no escucharía a un líder no electo.

Kabila fue nombrado presidente luego del asesinato de su padre, Laurent Kabila, ocurrido en enero.

En su primera visita oficial a Harare, Kabila se reunió con empresarios y con el presidente Robert Mugabe.

Kabila agradeció a Zimbabwe por haber intervenido para preservar su vasto territorio de la ocupación de Burundi, Ruanda y Uganda.

El opositor Movimiento por el Cambio Democrático (MDC por sus siglas en inglés) no concurrió al Parlamento en protesta por la presencia de soldados de Zimbabwe en territorio congoleño.

«El artículo 96 de la Constitución de Zimbabwe establece claramente que las Fuerzas de Defensa del país sólo serán empleadas con fines defensivos», sostuvo el MDC en un comunicado difundido a la prensa.

«La intervención en RDC fue ilegal si se considera que el Parlamento no aprobó este despliegue de tropas. El hecho de que Mugabe enviara soldados a RDC sin apoyo del Parlamento muestra su total indiferencia por el Poder Legislativo», señala el comunicado.

«Debemos saber en qué se beneficia el país con esta guerra. El partido de gobierno (Frente Patriótico de la Unión Nacional Africana de Zimbabwe, ZANU-PF) se manejó con el máximo secreto en cuestiones cruciales sobre nuestra intervención en RDC», continuó el MDC.

«¿Cuál es el saldo para la población de los tres años de participación en esta guerra?», se preguntó la oposición.

Por su parte, el ministro de Defensa de Zimbabwe, Moven Mahachi, admitió que su gobierno aún debe recibir los beneficios de su despliegue en RDC. Pero advirtió que el ejército no es un cuerpo de mercenarios a sueldo que actúa sólo para obtener ganancias.

Según informó Simba Makoni, ministro de Finanzas, al Parlamento en agosto, la guerra costó al país 4,7 millones de dólares estadounidenses durante 1998, 70 millones en 1999 y 109 millones en la primera mitad de 2000.

Sin embargo, el MDC se muestra escéptico ante estas cifras «pues muchos creen que el país gasta un millón de dólares estadounidenses por día en el conflicto».

«Mientras, el resto de la población pasa hambre, pierde sus empleos y la crisis por la falta de combustible amenaza con la pérdida de más puestos de trabajo. El gobierno continúa destinando más recursos a RDC para el beneficio de unos pocos», sostiene el MDC.

No obstante, en su visita Kabila llamó a los zimbabwenses a no permanecer ajenos a las verdaderas razones de la presencia de Zimbabwe en RDC e invitó a los empresarios a invertir en los ricos yacimientos minerales de su país.

El presidente congoleño es el segundo líder extranjero que visita el Parlamento de Zimbabwe desde su independencia en 1980. El primero fue el ex presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela.

Kabila ofreció sus «sentidas condolencias» a las familias que perdieron seres queridos en la guerra congoleña. «No murieron en vano. Tengo la profunda convicción de que cayeron por una causa justa», aseguró.

«Las tropas de Zimbabwe, de Angola y de Namibia están en RDC por invitación del legítimo gobierno de mi país. Son las fuerzas de la Comunidad para el Desarrollo de Africa del Sur (organización regional de 14 países), cuya carta permite responder a un pedido de ayuda de un estado miembro amenazado por una agresión extranjera», explicó.

«Mi gobierno y yo mismo rechazamos la propaganda de quienes igualan la presencia de estos tres países a la de Ruanda, Uganda y Burundi, países que han violado el derecho internacional y los principios de la Organización de la Unidad Africana y de la ONU», agregó Kabila.

En agosto de 1998 Zimbabwe envió unos 11.000 solados en ayuda del fallecido presidente Laurent Kabila contra las fuerzas insurgentes apoyadas por Ruanda.

Ruanda y Uganda respaldan a groupos rebeldes rivales en la guerra que dividió al país rico en minerales, mientras Angola, Namibia y Zimbabwe apoyan al gobierno.

La semana pasada, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó un plan para desarmar a los combatientes en RDC que permitiría el despliegue de fuerzas de paz internacionales.

La ONU prevé enviar 3.000 soldados para supervisar el proceso de desarme. Existen unas 50.000 fuerzas extranjeras en RDC.

El ministro de información de Zimbabwe, Jonathan Moyo, declaró que el retiro de las tropas extranjeras que comenzó la semana pasada trajo consigo la esperanza de una paz relativa en RDC.

Por su parte, la oposición atribuye parte de la crisis económica de este país a su participación en la guerra de RDC, mientras el sector de la salud se desmorona y las máquinas expendedoras se quedan sin combustible.

El país padece una grave escasez de combustible y de divisas. Las empresas operan a 40 por ciento de su capacidad y se estima que este año la producción del sector industrial descenderá 10,5 por ciento, la del minero 14 por ciento y la del turismo 16 por ciento. (FIN/IPS/tra-en/lm/mn/dc aq/ip/01

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