SALUD: Internet puede democratizar la investigación genética

Internet puede convertirse en un factor democratizador de la investigación científica, luego de que la información sobre el mapa del código genético humano fuera publicada en la red de computadoras para que investigadores de todo el mundo tengan libre acceso a la misma.

La publicación gratuita realizada por el Proyecto Genoma Humano británico es analizada por investigadores de más de cien países, que buscan nuevos tratamientos médicos para diferentes enfermedades. Y la mayoría de las consultas proceden del mundo en desarrollo.

En los últimos dos meses, las bases de datos públicas sobre el genoma humano fueron utilizadas 160 mil veces por científicos de India, 61 mil veces en México y aproximadamente 50 mil veces en China y en Brasil, respectivamente.

La información es consultada diariamente por unas 10 mil instituciones de todo el mundo.

El primer ministro de India, Atal Behari Vajpayee, emocionado por la gran cantidad de consultas de su país, propuso crear el «valle del genoma», para continuar el camino de su propio «valle del silicio», en referencia al parque tecnológico que tomó su nombre del Silicon Valley de California, Estados Unidos.

El Proyecto Genoma Humano publicó gratuitamente sus bases de datos luego de una disputa con la empresa estadounidense Celera Genomics. Celera suministra la misma información pero mediante el pago de un derecho de suscripción, pues, según asegura, la compañía aporta valor agregado a dichas bases de datos.

«No creemos que sea el caso», aseguró a IPS un vocero del Proyecto Genoma en Cambridge. Celera tiene apenas 50 suscriptores y cobra entre siete mil y 15 mil dólares para permitir a un científico el acceso a su información.

El mapa del genoma llegó a Internet luego de que un grupo de investigadores se opusieron con éxito a un intento de privatizar la información en 1998.

«Hay otros que quieren cobrarle al resto de la raza humana una fortuna, pero nosotros estamos aquí para decirles que el genoma humano no está a la venta», dijo Sir John Sulston, ex director del Centro Sanger, en Cambridgshire, el primero en Gran Bretaña comprometido en la investigación del genoma.

Un vocero de la firma Wellcome Trust, que invirtió unos 350 millones de dólares en la investigación, dijo a IPS que los datos del Proyecto Genoma Humano fueron colocados en tres grandes servidores operados en Gran Bretaña, Estados Unidos y Japón. «Los sitios son actualizados cada 24 horas», señaló.

«Los datos pueden permitir un análisis tal del genoma humano que permita su uso directo por los científicos», dijo el vocero. «Estamos publicando la secuencia completa de las bases de ADN (ácido desoxirribonucleico) junto con análisis de la ubicación de los genes a fin de indicar la secuencia».

Esto puede ser útil a los científicos del mundo para «identificar lo que están buscando», sostuvo. Mike Dexter, director de Wellcome Trust, calificó este esfuerzo como «un regalo al mundo».

«Si la información sobre la secuencia del genoma fuera disponible sólo comercialmente, muchos científicos e instituciones del mundo en desarrollo no tendrían acceso a la misma, porque no podrían pagarla».

En cambio, «al sostener el principio de acceso libre para todos, contribuimos en forma directa a reducir la brecha entre el mundo científico rico e industrializado y nuestros colegas de los países más pobres», agregó.

Sin embargo, el «regalo» no significa que el mundo en desarrollo está en las mismas condiciones que las empresas occidentales de investigación científica.

Graham Cameron, director del Instituto Europeo de Bioinformática —ubicado en el campus de Wellcome Trust en Cambrigdshire— reconoció a IPS que «el desarrollo de los fármacos depende de las patentes y que las aplicaciones de la información serán emprendidas por el sector comercial».

Si bien la información es gratuita, «las aplicaciones y productos resultantes serán patentados», dijo Cameron.

«Siempre existe el peligro» de que dichas empresas multinacionales obtengan la mayor parte de las patentes desarrolladas a partir de la información de libre acceso, advirtió.

«El mundo industrializado está mejor equipado para investigar y producir medicinas. El genoma en sí mismo no conduce a los fármacos. Es sólo información básica que puede permitir el descubrimiento de medicinas».

La capacidad para crear fármacos útiles depende en gran medida «de la inversión. Pero, al menos, ahora nadie está impedido por falta de información», señaló Cameron.

Los investigadores del mundo están utilizando la nueva información para analizar enfermedades infecciosas que han desafiado las posibilidades de cura por mucho tiempo como el sida, la malaria, la encefalitis letárgica (o «enfermedad del sueño») y la «ceguera del río».

Estas son buenas noticias en especial para Africa, afligida por la mayor parte de estos males.

Michael Bennish, director del Centro Africa del Wellcome Trust, ubicado en Sudáfrica, afirmó: «Aplaudimos el compromiso de Trust de asegurar el libre acceso de esta información para beneficio del conocimiento humano. En el Centro utilizaremos el mapa del genoma humano para comprender mejor el mecanismo de respuesta de una persona ante una infección inicial de VIH».

El VIH (virus de inmunodeficiencia humana) provoca el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).

Celera y el Proyecto del Genoma Humano invirtieron dos años en descifrar las tres mil millones de bases químicas de ADN en los cromosomas humanos, creando información suficiente como para llenar 750 mil páginas completamente escritas. (FIN/IPS/tra-en/ss/mn/dc/aq/he/01

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