SALUD-INDIA: Gobierno reivindica producción de medicinas baratas

El gobierno de India, acusado por transnacionales farmacéuticas occidentales de piratería, reivindicó su derecho a producir medicamentos baratos con argumentos legales y éticos.

Las leyes de patentes de India reconocen desde hace 31 años derechos de propiedad intelectual sobre procesos de manufactura, pero no sobre los productos en sí mismos. Eso permite fabricar medicamentos genéricos, identificados con el nombre de su principio activo y casi idénticos a otros con marca registrada.

Las grandes firmas farmacéuticas sostienen que esos medicamentos genéricos deben ser considerados copias ilegales.

La polémica se reavivó en las últimas semanas, luego de que una compañía farmacéutica india ofreciera a países pobres medicamentos genéricos contra el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) a precio mucho menor que el de las medicinas similares con marca registrada.

La producción en India de 20 medicamentos genéricos implica pérdidas de unos 60 millones de dólares anuales para la industria farmacéutica estadounidense, según un estudio de la asociación de Investigadores y Productores Farmacéuticos de Estados Unidos divulgado el año pasado.

Javed Chowdhury, el más alto funcionario responsable de salud indio, señaló que la producción de medicamentos genéricos en el país es por completo legal, por lo menos hasta 2005, cuando India deberá comenzar a adecuarse a las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre propiedad intelectual.

«Además, las actuales leyes ayudan a millones de personas pobres del país a comprar y utilizar medicamentos que podrían volverse inaccesibles después de 2005», explicó.

Las normas vigentes sobre patentes de medicamentos se aprobaron en 1970, con la intención de lograr la autosuficiencia del país en la producción farmacéutica, y su aplicación se complementa con un estricto control gubernamental de los precios de las medicinas.

Las compañías farmacéuticas locales, en su mayoría privadas, han protestado desde entonces contra el control de precios, pero las normas de 1970 les permitieron crecer con rapidez, mediante la venta de los medicamentos más baratos del mundo.

En la actualidad, la industria farmacéutica local da empleo directo a más de medio millón de personas, según datos oficiales.

Este año, la firma local Cipla, con sede en la ciudad occidental de Mumbai, ofreció vender a países pobres medicamentos genéricos antirretrovirales, de eficacia comprobada para frenar el desarrollo del sida, a un precio más de 40 veces menor que el que cobran las transnacionales por medicinas de marca similares.

La oferta, apoyada por la organización no gubernamental humanitaria Médicos sin Fronteras, con sede en País y ganadora del Premio Nobel de la Paz, lleva el precio del tratamiento a 350 dólares anuales por paciente, mientras las transnacionales farmacéuticas cobran unos 15.000 dólares anuales por paciente.

El director de la OMC, Mike Moore, defendió la posición de las transnacionales en la polémica mundial que siguió a la iniciativa de Cipla.

«Los medicamentos contra el sida no existirían si no hubiera un sistema de patentes para recompensar a las compañías por arriesgar millones de dólares en investigación», arguyó Moore en un artículo publicado por el diario International Herald Tribune.

El director de la OMC admitió, sin embargo, que las nuevas normas del comercio internacional han hecho que los medicamentos sean más caros y, por lo tanto, menos accesibles para los pobres.

Las normas mundiales sobre propiedad intelectual acordadas por la OMC buscan compensar la inversión en investigación farmacológica mediante la vigencia durante por lo menos 20 años de las patentes de medicamentos.

Sin embargo, esas normas prevén la posibilidad de excepciones para países pobres en situaciones de emergencia sanitaria.

Activistas indios por la salud pública alegan que el aumento del precio de muchos medicamentos esenciales, en el marco del régimen acordado por la OMC, puede hacerlos inaccesibles para los pobres.

«Las grandes firmas farmacéuticas podrían incluso interrumpir, por razones comerciales, la producción de medicamentos contra males erradicados en los países industrializados pero que aún tienen efecto devastador en naciones pobres», dijo Mira Shiva, de la ONG local Asociación de Voluntarios de la Salud.

Las firmas farmacéuticas locales confían en que en 2005 estarán en condiciones de competir en todo el mundo con las transnacionales. Algunas de ellas, por ejemplo los Laboratorios Doctor Reddy, ya han desarrollado versiones baratas de medicamentos contra la diabetes y males vinculados con ella.

Mientras tanto, la iniciativa de Cipla en el terreno de los medicamentos contra el sida ya ha provocado un descenso de los precios internacionales de productos con marca comercial.

La transnacional Merck, con sede en Estados Unidos, anunció a comienzos de este mes una rebaja para países en desarrollo del precio de dos medicamentos contra el sida, y aseguró que no buscaría lucrar con la venta de esos productos.

Merck señaló que ese cambio de política se había debido en parte al aumento de la competencia de los productores indios de medicamentos genéricos. (FIN/IPS/tra-eng/rdr/mu/mp/he if/01

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