R.D.CONGO: Asesinato de 11 libaneses suma interrogantes a caso Kabila

Once libaneses fueron ejecutados de modo extrajudicial en la República Democrática de Congo (RDC) por su supuesta participación en el asesinato del presidente Laurent Kabila y, aunque el gobierno pidió disculpas a Líbano, otras personas de la misma nacionalidad siguen detenidas.

Los servicios de seguridad mantuvieron en secreto la información de las ejecuciones, pero Radio Francia Internacional la difundió la semana pasada y, por último, fue confirmada por el ministro de Justicia, Mwenze Kongolo.

Kongolo también pidió disculpas en nombre del gobierno a delegados del gobierno libanés que llegaron a Kinshasha al conocerse en Beirut la ejecución masiva.

La investigación del asesinato de Kabila, perpetrado el 16 de enero, permanece estancada, y la noticia del ajusticiamiento de los libaneses es motivo de controversia y conjeturas.

Las ejecuciones fueron ordenadas por el coronel Eddy Kapend, asistente de campo de Kabila, que estuvo en arresto domiciliario durante varias semanas.

Muchos congoleños consideran que los actos de Kapend sugieren su participación en el asesinato del presidente. Según esa hipótesis, la ejecución de los libaneses fue un modo de señalar a los testigos de la muerte de Kabila que deben guardar silencio.

Kapend mató a 'Rachidi', el miembro de la guardia personal de Kabilia que fue señalado como autor de los disparos contra el presidente.

Varias personas, entre las que se cuentan algunos libaneses, permanecen detenidas en relación con el caso. Kongolo dijo que están bajo interrogatorio.

"Cuando la comisión de investigación entregue sus conclusiones, el gobierno pondrá en marcha los mecanismos legales y se hará justicia», aseguró el ministro.

Analistas y opinión pública se preguntan qué papel puede haber tenido la comunidad libanesa de la RDC en el asesinato de Kabila. Algunos sospechan que hubo libaneses involucrados en el caso, pero otros puntualizan que esa afirmación es de difícil demostración.

Los comerciantes libaneses radicados en Kinshasha manifestaban malestar ante la política económica de Kabila, especialmente cuando fueron afectados sus intereses en el comercio de diamantes.

Los diamantes son uno de los principales rubros de exportación de la RDC, después del cobre.

«Los libaneses no aceptaron la decisión de Kabila de entregar el monopolio de la compra y venta de diamantes a Idi Diamonds, una compañía de propietarios judíos. Sabemos que árabes y judíos viven en permanente conflicto», señaló Moreno Efolo, de la Universidad de Kinshasa.

«Pero de ese hecho no surge ninguna evidencia concreta de conspiración de los libaneses para matar a Kabila», observó Efolo.

Agregó que la comunidad libanesa no puede ser víctima propiciatoria. Si así ocurriera, tal vez nunca se descubriría a los verdaderos asesinos.

El viceministro de Cooperación Internacional, Thassinda Uba Thassinda, y varios congoleños, asistieron el viernes a un servicio religioso en la mezquita del Profeta, de Kinshasha, en memoria de los 11 ejecutados.

Los comerciantes libaneses cerraron las puertas de sus comercios para permitir la concurrencia a la ceremonia fúnebre.

"Muchas veces hemos sido mencionados en relación con la política o los asuntos económicos de la RDC. Pero esta vez, la acusación ha ido muy lejos. Lo nuestro son los negocios, y no intervenimos en los asuntos internos del país que nos ha hospedado», aseguró a IPS un dirigente de la comunidad libanesa.

Pero habitantes de la capital ponen en duda esa afirmación. Joel Kankonde, un estudiante, indicó que hay varias colectividades extranjeras en la RDC, aunque las sospechas se concentran sólo sobre los libaneses. En su opinión, eso se debe a la pobre imagen pública de ese grupo.

"Durante mucho tiempo, especialmente bajo el régimen de Mobutu, varios libaneses ganaron fama de comerciantes inescrupulosos. La protección de altos funcionarios les permitía eludir la ley», aseguró Kankonde.

Mobuto Sese Seko fue derrocado por el movimiento rebelde encabezado por Kabila en 1997, después de más de 30 años de régimen dictatorial. Los vencedores tuvieron el apoyo de Ruanda, aunque pronto se enemistaron con sus aliados, que respaldaron a la insurgente Unión Democrática Congoleña.

La guerra civil se internacionalizó con la participación también de fuerzas de Uganda, contrarias a Kabila, y de Angola, Namibia y Zimbabwe en apoyo del gobierno.

El asesinato de Kabilia es investigado por una comisión presidida por el fiscal general y entre sus miembros se cuentan representantes de Angola, Namibia y Zimbabwe. (FIN/IPS/tra- en/id/sz/da/ff/ip/01

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