POBLACION-INDIA: Censo revela reducción del crecimiento

La población de India pasó la barrera de los 1.000 millones, pero el crecimiento demográfico se enlenteció, el porcentaje de alfabetos aumentó y la proporción de mujeres creció en algunos estados, reveló el último censo.

Los hallazgos preliminares del censo de febrero mostraron que el segundo país más poblado del mundo se agregó 181 millones de habitantes en los últimos 10 años, más que la población total de Brasil, el quinto país más habitado.

Al 1 de marzo de 2001, la población de India se estimó en 1.020 millones. El estado con más habitantes es el norteño Uttar Pradesh, con 166 millones (más que el vecino Pakistán).

Sin embargo, «hay muchos motivos para alegrarse pese al implacable aumento de las cifras más allá de los 1.000 millones», destacó el periódico The Hindustan Times, el de mayor circulación nacional.

La primera noticia buena es que India logró reducir su ritmo de crecimiento demográfico en 2,52 por ciento en la década de 1990.

«La caída del crecimiento sugiere que las medidas de planificación familiar finalmente están funcionando», agregó el diario en un editorial este miércoles.

Aunque los resultados finales del censo se conocerán sólo dentro de 21 meses, los primeros hallazgos revelan un notable aumento en la proporción de alfabetos.

Se estima que actualmente 65,38 por ciento de los indios pueden leer, escribir y contar, frente a 52,21 por ciento hace 10 años.

La brecha entre alfabetos hombres y mujeres también se redujo, y actualmente los porcentajes ascienden a 75,85 y 54,16 por ciento, respectivamente.

Además, esta es la primera vez en cinco décadas que el número total de analfabetos desciende entre un censo y otro.

Kerala, en el extremo sur del subcontinente, sigue siendo el estado más alfabetizado, con una tasa de 90,2 por ciento. En el otro extremo está Bihar, situado en el este del país, con 47,53 por ciento.

Ambos estados también se encuentran en los extremos en cuanto a crecimiento demográfico. En Kerala, la población aumentó 9,42 por ciento, y en Bihar, 28,43 por ciento, en una nueva prueba de la importancia de la educación en el control de la natalidad.

Un tercer motivo de optimismo es el aumento de la relación entre mujeres y hombres, de 927 por 1.000 hace una década a 933 por 1.000 a nivel nacional.

Otra vez, Kerala registró el mayor aumento, con 1.058 mujeres cada 1.000 hombres. En contraste, los grandes estados del norte continúan con su tendencia negativa. Haryana tiene apenas 861 mujeres cada 1.000 hombres.

Los expertos estiman que la práctica de abortar los fetos femeninos o matar a las niñas recién nacidas en esos estados, donde se considera que las hijas mujeres son una carga para la familia, tuvo mucha incidencia en estas cifras.

Más de dos millones de censistas golpearon a todas las puertas de este país entre el 9 y el 28 de febrero, en el mayor censo de la historia mundial después del realizado en China el año pasado, que abarcó 350 millones de hogares.

Los censistas, especialmente capacitados, visitaron 20 millones de viviendas en más de medio millón de aldeas y 5.500 localidades y ciudades.

El censo, cuyo costo asciende a 217 millones de dólares, revelará un panorama social y económico preciso de este país de Asia meridional y reflejará el impacto de una década de reformas económicas, destacaron funcionarios.

Los resultados serán de gran ayuda para que los planificadores de políticas y programas puedan aumentar el nivel de vida de la mayoría pobre.

Este es el primer censo realizado tras la apertura económica de India, que puso fin a más de cuatro décadas de socialismo. Por primera vez, se preguntó a los indios si trabajan, cómo se trasladan a su trabajo y cuáles son sus fuentes de ingreso.

Otras preguntas nuevas se referían a las personas discapacitadas, la edad de casamiento y la naturaleza del trabajo de las familias rurales, principalmente para poder evaluar el trabajo agrícola femenino, hasta ahora ignorado en las estadísticas oficiales.

Pero el cuestionario no incluyó una pregunta que habría sido muy útil para los planificadores políticos: la casta social a la que pertenece el entrevistado en esta sociedad mayoritariamente hindú.

La pregunta fue eliminada tras un intenso debate público. Aquellos a favor de su inclusión, arguían que era esencial para determinar políticas estaduales de acción afirmativa para los grupos más desfavorecidos.

Por otra parte, otros arguían que la división en castas no era compatible con la construcción de una sociedad moderna e igualitaria, y esta posición finalmente prevaleció.

El máximo funcionario de censos, J.K. Banthia, consideró que el ejercicio fue sumamente exitoso, pese a algunas quejas sobre irregularidades que consideró «previsibles» dadas las dimensiones de la población nacional.

Pero Banthia rechazó todas las acusaciones de discriminación en base a la religión, la casta o el género, planteadas por la minoría cristiana, organizaciones no gubernamentales y grupos feministas.

Estos últimos criticaron que el cuestionario no haya incluido una pregunta para determinar el número de madres solas y reconocer sus derechos.

«Hay tantas madres solas actualmente», comentó la activista Ranjana Kumari.

En los próximos meses, los funcionarios del censo estarán muy atareados analizando la rica información obtenida sobre aspectos tan variados como la ocupación laboral, la migración interna, la tasa de fertilidad y los medios de transporte utilizados por los indios. (FIN/IPS/tra-en/rdr-mu/mu/mlm/pr-dv/01

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