MEXICO: Zapatistas ven el camino de la paz

La voz de la comandante zapatista Esther se alzó hoy en la Cámara de Diputados de México, con un mensaje de «clara disposición» a un diálogo entre guerrilleros y gobierno para la paz en el estado meridional de Chiapas.

Más de siete años después de que declararon la guerra al gobierno, guerrilleros encapuchados ocuparon las primeras filas del Palacio Legislativo acompañados de representantes indígenas.

El podio del Poder Legislativo es un símbolo, como lo es también que «una mujer pobre e indígena sea la primera en tomar la palabra» para defender el reconocimiento constitucional de los derechos de 10 millones de indígenas mexicanos, afirmó Esther.

«Mi nombre no importa. Soy zapatista y eso tampoco importa. Soy indígena y mujer, y eso sí es importante», declaró la comandante.

El mensaje del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) «es un clamor, pero nuestra palabra es de respeto», no para humillar, vencer, suplantar ni legislar, sino para ser escuchados. «Tampoco nuestra voz es para pedir limosna», subrayó.

«Ordenamos al subcomandante Marcos (líder del EZLN) disponer los mecanismos» para impedir cualquier «avance militar» sobre las posiciones desocupadas en los últimos días por el ejército en los bastiones zapatistas.

El presidente de México, Vicente Fox, ordenó el desmantelamiento de otras tres bases castrenses en la zona de conflicto.

El repliegue de las tropas de siete puestos, la liberación de todos los presos zapatistas y la aprobación de la Ley de Derechos y Cultura Indígena son tres condiciones impuestas por el EZLN para reanudar las negociaciones por la paz.

«A una señal de paz no responderemos con una señal de guerra», enfatizó Esther.

«La luz del diálogo alumbra la oscuridad de la noche en que nacen, viven y mueren los indígenas» del país, afirmó.

La comandante insurgente llamó a la sociedad civil nacional e internacional a instalar puestos de paz en las bases militares desocupadas, para verificar que no haya acciones bélicas por parte de las fuerzas zapatistas.

Marcos no dio el mensaje central de los zapatistas, pues «es un subcomandante. Nosotros somos los comandantes, los que mandamos en comunidad y obedeciendo a nuestros pueblos», informó Esther.

El líder rebelde no estuvo presente en la histórica reunión con los legisladores. Tampoco acudieron a la cita los diputados del gobernante Partido Acción Nacional (PAN), que votó en contra de permitir a los zapatistas ocupar la tribuna.

«Al subcomandante Marcos le dimos la misión de traernos a esta tribuna» para ofrecer «nuestra palabra por una paz digna y justa en Chiapas», sostuvo Esther.

La comandante destacó que «no está en esta tribuna un jefe militar, sino un jefe civil» de la revuelta indígena que comenzó el 1 de enero de 1994 en la zona de Los Altos, en el estado meridional de Chiapas.

El EZLN ordenó a su dirigente Fernando Yáñez, conocido como comandante Germán, a que «se acredite en calidad de correo» ante el Poder Ejecutivo para obtener «el cumplimiento de las dos señales restantes» para reanudar la negociación, señaló Esther.

Yáñez, detenido en octubre de 1995, representó ante el Congreso a los 24 jefes zapatistas que desde finales de febrero marchó hacia la ciudad de México para promover su lucha por los derechos indígenas.

Los legisladores tienen ante sí «la oportunidad de ver muy adelante» cuando discutan el reconocimiento de la autonomía de las comunidades indígenas, que les permitirá construir su desarrollo, dijo.

Quienes consideran que se pretende crear reservas indígenas olvidan que «hemos vivido reprimidos, marginados y en peligro de extinción», agregó.

«La visita de los zapatistas al Palacio Legislativo es un paso más en el proceso de fortalecimiento del movimiento de los pueblos indígenas del país», afirmó a IPS el historiador Carlos Montemayor.

Las movilizaciones de grupos étnicos en el país «han ido adquiriendo una fuerza cada vez más clara y más extendida, y el EZLN impulsó una faceta militar y política de mayor altura en la lucha por el reconocimiento de sus derechos», explicó.

La presencia de la organización guerrillera en la Cámara de Diputados crea el marco necesario para que los indígenas mexicanos «ocupen un espacio en términos políticos y no sólo culturales».

Las tensiones que antecedieron a la votación que abrió las puertas del Congreso a los zapatistas «reflejan lo que ocurrirá en el debate» del proyecto de ley elaborado por la Comisión de Concordia y Pacificación parlamentaria sobre la base de los Acuerdos de San Andrés entre guerrilleros y parlamentarios.

El autor de «Guerra en el paraíso» recomendó que los legisladores «reticentes a aprobar el proyecto» obtengan «más información acerca de los avances en el reconocimiento de territorios autónomos en países como Canadá, Colombia, Ecuador y Nicaragua».

Montemayor consideró lo que sucede en otras naciones como una herramienta importante para los legisladores cuando consideren el problema de la autonomía, concepto que constituyó la principal fuente de divisiones en el Congreso.

En la práctica, la autonomía es ejercida en algunos sectores indígenas del país, pero lo que el EZLN reclama es reconocimiento constitucional.

La comandante Esther explicó que la propuesta de defender los usos y costumbres indígenas apunta a cambiar las prácticas que representan dolor, olvido, desprecio y marginación para las mujeres.

El EZLN fue representado en la tribuna por Esther y por los comandantes David, Zebedeo y Tacho, quienes defendieron las bondades de la autonomía a los pueblos nativos, de modo que se reconozcan y respeten sus diferencias.

En la inédita jornada, cargada de simbolismos, hubo otras ausencias: las de siete indígenas, uno muerto, cuatro presos y dos con órdenes de detención, cuyos asientos estuvieron vacíos entre los lugares destinados a los invitados del EZLN en el recinto. (FIN/IPS/pf/mj/ip/01

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