MEXICO: Guerrilleros llegan al Zócalo, 87 años después de Zapata

Más de 100.000 personas recibieron hoy en la plaza central de la capital de México a los 24 jefes de la guerrilla zapatista, quienes bajo vítores proclamaron que los indígenas jamás volverán a soportar injusticias y que es el momento de reconocer sus derechos.

«Ciudad de México, aquí estamos como el rebelde color de la tierra (color de los indígenas) que grita democracia, libertad, justicia y dignidad», dijo el subcomandante Marcos, líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), ante sus entusiastas seguidores.

«México, no venimos a decirte qué hacer, a guiarte. Venimos a pedirte humildemente, respetuosamente, que nos ayudes. No permitas que vuelva a amanecer sin que esa bandera (la de México) tenga un color para nosotros, (…) el color de la tierra», señaló.

En un escenario levantado en la plaza y flanqueados por banderas de México y del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el jefe guerrillero, que oculta su identidad con un pasamontañas en el rostro, declaró que es el momento de que el presidente Vicente «Fox y a quien sirve escuche y nos escuche».

«Una sola cosa habla a nuestra palabra, una sola cosa mira nuestra mirada: el reconocimiento constitucional de los derechos y la cultura indígena», añadió el líder, el único mestizo de la jefatura máxima de la guerrilla (el resto son aborígenes puros), en un discurso lleno de giros poéticos.

La llegada de los jefes del EZLN, todos ellos de pasamontaña, y el acto en la plaza, que en 1914 fue tomada por los ejércitos revolucionarios de Emiliano Zapata y Pancho Villa, fue el punto culminante de un periplo de 3.000 kilómetros y 16 días desde el estado de Chiapas, donde el 1 de enero de 1994 el EZLN declaró la guerra al gobierno.

La marcha y la visita a la capital tiene como objetivo sumar fuerzas a la causa de los guerrilleros, que con apenas 12 días de combate adquirieron rango de fuerza beligerante. Otra meta de la movilización es promover ante el Congreso legislativo la aprobación de una ley sobre derechos indígenas.

«Es la hora de que este país deje de ser una vergüenza, vestido sólo del color del dinero. (…) Es ya la hora de los pueblos indios», expresó Marcos, quien desde el alzamiento zapatista, hace siete años, es el centro de atracción del grupo.

En un ambiente festivo, y luego de esperar a los guerrilleros más de cinco horas bajo un sol canicular, los simpatizantes de los rebeldes se mantuvieron firmes durante todo el acto, coreando con entusiasmo consignas de apoyo al EZLN.

El grupo afirma sólo reanudará el diálogo de paz con el gobierno, suspendido en 1996, cuando se retiren tres destacamentos militares de su zona de influencia en Chiapas, se apruebe la ley indígena y sean liberados todos los zapatistas presos.

El gobierno de Fox ya retiró cuatro de los siete destacamentos militares activos en el lugar cuando comenzó su gobierno en diciembre, apoyó la liberación 86 de alrededor de 100 presos zapatistas, según afirma, impulsa en el parlamento el proyecto de ley indígena.

Fox afirmó en reiteradas oportunidades que hará todo lo que sea necesario para que el diálogo se reanude, y reconoció valores en la lucha del EZLN, organización con la que dice compartir su objetivo de justicia para los nativos.

«No somos la moda pasajera, no somos la paz simulada que anhela guerra eterna. (…) Somos y seremos uno más en la marcha, la de la dignidad indígena, (…) la que develó y desveló los muchos Méxicos que bajo México se esconden y duelen», apuntó Marcos.

Entre quienes lo escucharon había familias con niños y hasta con bebés, personas con mascotas, jóvenes ataviados como zapatistas y decenas de vendedores de camisetas, fotos, carteles y toda clase de mercancías alusivas a la marcha y al subcomandante Marcos.

Además, muchos extranjeros, entre quienes figuraban el escritor portugués José Saramago, premio Nobel de Literatura, Danielle Mitterrand, viuda del presidente francés François Mitterrand y presidenta de la Fundación France-Libertés, y decenas de miembros de la organización italiana Monos Blancos.

«Vengo con mi nieta de tres meses y estamos con el EZLN, pues queremos darle a ella una vida de justicia y dignidad», se leía en una cartel que un hombre llevaba junto a una bebé.

Los 24 jefes de la guerrilla se dirigieron hacia la plaza central cerca del mediodía desde el sur de la ciudad, donde llegaron el jueves, sobre un camión descubierto y acompañados de decenas de automóviles.

En el trayecto hasta el Zócalo, como se conoce a la plaza, miles de personas saludaron a los rebeldes.

Momentos antes de que los jefes rebeldes presentaran sus discursos, numerosos indígenas realizaron un antiguo ritual de bienvenida en el que usaron humo de copal (resina de un árbol autóctono) e hicieron sonar sus caracoles.

Además, pusieron a los jefes zapatistas collares de flores y regaron pétalos a sus pies.

Las dos principales cadenas de televisión de México, TV Azteca y Televisa, que días atrás realizaron en conjunto un concierto por la paz en Chiapas, no transmitieron el ingreso de los guerrilleros al Zócalo ni los discursos.

En cambio, mientras Marcos y sus compañeros guerrilleros llegaban a la plaza, difundieron un mensaje de bienvenida pronunciado por el presidente Fox, pero a quienes asistían a una carrera de automóviles en la ciudad de Monterrey.

«No venimos a ponernos de rodillas ni a implorar, venimos a pedir que se reconozcan nuestros derechos», sostuvo la comandante Esther, una de las cuatro mujeres de la dirigencia del EZLN.

El grupo advirtió que permanecerán en la ciudad hasta que la ley indígena sea aprobada. (FIN/IPS/dc/mj/ip/01

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