IRAN-RUSIA: Coincidencias que le pesan a EEUU

El presidente de Irán concluyó una visita oficial a Rusia caracterizada por la firma de un acuerdo de cooperación bilateral, un discurso ante el Parlamento y coincidencias en política exterior con Moscú, a pesar de las reservas de Estados Unidos.

El presidente Mohammad Jatami fue el primer líder iraní en visitar Moscú en 27 años. Este miércoles habló en la cámara baja del Parlamento, la Duma, y se reunió con su presidente, Guennady Seleznyov, quien calificó a las relaciones de los dos países de «importancia histórica».

Jatami firmó el tratado de cooperación bilateral con el presidente Vladimir Putin el lunes 12. El mismo fue el primero desde la revolución islámica iraní de 1979 y tiene el objetivo de fortalecer las relaciones entre los dos vecinos. Entre otras cosas, estipula que ambos deben impedir que sus territorios sean utilizados por «separatistas» del otro país.

Durante su visita de cuatro días, concluida este jueves, la delegación iraní visitó el Centro de Control de Vuelos fuera de Moscú, que dirige parte de la flota espacial rusa, incluso la estación espacial Mir. Los iraníes también viajaron a San Petersburgo y Kazán, la capital de Tatarstán.

«Nuestra evaluación de la situación en la región y el mundo coinciden en gran medida», declaró Putin tras reunirse con Jatami el lunes.

No se firmaron acuerdos de venta de armas, pero Putin prometió proporcionar armas a Teherán a pesar de las fuertes protestas de Estados Unidos, que consideró «contraproducentes» las intenciones de Moscú.

«Irán tiene el derecho a garantizar su seguridad y defenderse», declaró Putin.

Rusia sólo proporcionaría a Irán armas «defensivas», y agregó que dichas ventas no violarían acuerdos internacionales. Teherán estaría interesado en obtener respuestos para sus armas y aviones rusos, como el caza MiG-29 y el bombardero Su-24, y en misiles antinavales y sistemas de defensa aérea.

El subprimer ministro Ilya Klebanov dijo a la prensa el lunes que Moscú le venderá a Irán sistemas de defensa aérea, incluso el S-300. Eso convertiría a Irán en el principal importador de armas rusas, después de China e India, según Konstantin Makienko, del Centro de Análisis Estratégicos de Moscú.

El acuerdo le generaría a Rusia entre 250 millones y 400 millones de dólares por año en ingresos, agregó.

El embajador iraní ante Moscú, Mehdi Safari, dijo el mes pasado que Rusia podría ganar hasta 7.000 millones de dólares en los próximos años si reanuda la cooperación militar con Irán.

Pero no es probable que Rusia le venda a Irán misiles de largo alcance por temor a que Estados Unidos le imponga sanciones. Washington teme que Teherán utilice las armas para bloquear el transporte de petróleo en el Golfo Pérsico.

Hace dos años, Washington amenazó con impedir que los cohetes rusos transportaran satélites estadounidenses como sanción a Moscú por haber presuntamente exportado misiles y tecnología nuclear a Irán.

En 1998, Azerbaiján detuvo el cargamento de 22 toneladas de partes misilísticas procedentes de Rusia y presuntamente dirigidas a Irán. Estados Unidos también fustigó a siete empresas rusas porque habrían vendido tecnología misilística a Teherán.

El gigante ruso del gas natural, Gazprom, que anunció la inversión de 600 millones de dólares en el desarrollo de los yacimientos de gas iraníes, también es objeto de pedidos de sanción de parte del Congreso estadounidense.

Gazprom pertenece a un consorcio internacional, junto a la firma francesa Total y a la malasia Petronas, que está invirtiendo 2.000 millones de dólares en el yacimiento South Pars iraní.

El comercio bilateral asciende a 600 millones de dólares anuales, siendo 90 por ciento exportaciones rusas a Irán. Hace cinco años, el volumen comercial anual entre los dos vecinos se limitaba a 200 millones.

Aparte de la cooperación militar y económica en ciernes, con la visita de Jatami Rusia e Irán descubrieron varias coincidencias, como su oposición al régimen fundamentalista islámico del movimiento Talibán en Afganistán.

Aunque Occidente comparte esa oposición, Rusia recibió críticas por ayudar a Irán a construir la planta nuclear Bushehr en la costa del Golfo.

Estados Unidos afirma que la tecnología rusa podría utilizarse para desarrollar armas nucleares, pero Moscú y Teherán argumentan que la planta será utilizada sólo con fines civiles y que seguirá bajo control internacional.

Moscú rechazó los pedidos de Washington para que cancele la inversión de 800 millones de dólares en Bushehr, que contará con un reactor nuclear de 1.000 megavatios.

Putin dijo que Rusia podría participar en la construcción de más reactores nucleares en Irán. Moscú tiene un contrato para construir un reactor en la planta de Bushehr, y la posibilidad de construir tres más. Rusia ganará más de 2.000 millones de dólares si construye los cuatro reactores.

A cambio de la cooperación nuclear, Teherán apoya la ofensiva de Moscú contra la «inestabilidad» en la república separatista de Chechenia, donde rebeldes islámicos combaten a las tropas rusas.

En su visita, Jatami también negoció con Putin la posibilidad de compartir las riquezas de petróleo y gas del mar Caspio. Putin y Jatami evitaron toda referencia directa a Estados Unidos en sus comentarios, pero indirectamente se opusieron a la política estadounidense en el Caspio en una declaración conjunta.

Rusia e Irán no reconocerán fronteras marítimas en el Caspio, hasta que se defina la situación jurídica del mar, señaló la declaración. «El régimen jurídico y los métodos de uso de los recursos del mar Caspio son asuntos de los estados litorales», agregó.

También expresaron su oposición al plan propuesto para un gasoducto submarino. Estados Unidos apoya dicho proyecto que transportaría petróleo del mar Caspio vía Turquía, sin pasar por Rusia ni Irán. (FIN/IPS/tra-en/sb/mn/aq/ip/01

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