INDIA: Ministro renuncia por escándalo de contratos militares

Un escándalo relacionado con contratos militares causó hoy la renuncia del ministro de Defensa de India, George Fernandes, y puso bajo sospecha la última gran compra de armamentos del país, que incluyó un envejecido portaaviones ruso.

Tehelka, un sitio de noticias en Internet, la red mundial de computadoras, reveló la existencia de una red de altos funcionarios de Defensa implicados en el cobro de comisiones ilícitas por contratos militares, y muchos se preguntan si el negocio con Rusia fue limpio.

En octubre, durante la visita a Nueva Delhi del presidente ruso Vladimir Putin, se firmó el mayor acuerdo para la compra de armamentos en la historia del país, por valor de más 3.000 millones de dólares.

Entre los pertrechos adquiridos estuvieron 300 tanques T-90, 150 aviones de combate Sukhoi 30Mk1 y el portaaviones «Almirante Gorshkov', que la Marina de Guerra rusa había pensado vender como chatarra antes de que se concretara el contrato con India.

Noruega y otros países escandinavos habían protestado por la permanencia de esa nave en un astillero del Mar Artico, a la espera de un comprador.

El almirante Vishnu Bhagat, ex comandante en jefe de la Marina de Guerra india, se opuso en forma enfática a la compra del portaaviones.

Bhagat fue destituido en diciembre de 1998 por Fernandes, y se piensa que la causa fue su oposición al negocio con Rusia.

El almirante había realizado acusaciones sobre graves hechos de corrupción en las compras militares, y su destitución desencadenó una sucesión de acontecimientos políticos que condujeron en 1999 a la caída del primer ministro, Atal Bihari Vajpayee.

En el verano (boreal) de 1999, la guerra no declarada de Kargil con Pakistán, en la disputada región fronteriza de Cachemira, fue aprovechada por la coalición encabezada por Vajpayee, que realizó una campaña de invocación al patriotismo y volvió a ganar las elecciones ese año.

Fernandes defendió el negocio con Rusia, al igual que tratativas para comprar a Francia 10 aviones de combate Mirage, y a Gran Bretaña avanzadas aeronaves de guerra para entrenamiento, con el argumento de que existía un «ambiente difícil para la seguridad» en Asia Meridional tras el conflicto de Kargil.

Ahora el ministro de Defensa volvió a estar en el centro de acontecimientos desestabilizadores para el gobierno de Vajpayee, pero la situación tiene importantes diferencias con la de hace dos años.

Tras la destitución de Bhagat, uno de los principales aliados en la coalición de gobierno que encabezaba Vajpayee causó la caída del primer ministro, cuando éste se rehusó a destituir a Fernandes.

Ahora otro aliado clave de Vajpayee, el ministro de Ferrocarriles Mamata Banerjee, del importante partido regional Congreso Trinamul, pidió la destitución de Fernandes por los hechos que reveló Tehelka, pero esta vez el ministro dejó su cargo.

Periodistas de Tehelka se hicieron pasar por vendedores de armas, y registraron mediante cámaras ocultas reuniones con altos funcionarios de Defensa, oficiales de las Fuerzas Armadas y un importante ex dirigente del Partido Samata de Fernandes, quienes ofrecieron facilitar compras del Estado a cambio de comisiones.

El ex dirigente del Samata es R.K. Jain, quien fue filmado al hablar de su intervención en negocios ilegales con contratos militares, en beneficio del ministro de Defensa y del líder de ese partido, Jaya Jaitly.

En una de las filmaciones divulgadas por Tehelka, Jain dice que el primero de esos negocios se relacionó con la compra de vehículos militares a Eslovaquia, por valor de 60 millones de dólares, durante el primer gobierno de Vajpayee, que duró 13 meses.

También habla de comisiones cobradas por facilitar la compra de aviones de combate rusos MiG por valor de 900 millones de dólares.

Tras el conflicto de Kargil, India aumentó en forma muy considerable sus gastos de defensa, con gastos de 8.000 millones de dólares.

El analista de asuntos militares Kuldip Luthra advirtió entonces que los mayores beneficiarios de ese aumento del gasto militar serían los integrantes de «una combinación de políticos y burócratas», además de «los vendedores internacionales de armas y los productores de armamentos en potencias occidentales».

Luthra sostuvo que esos grupos de interés habían ejercido su influencia para que se destituyera a Bhagat, un firme partidario de desarrollar la autosuficiencia del país en materia de armamentos.

«Ese grupo de presión se ha infiltrado en niveles decisivos para la toma de decisiones políticas, incluyendo organismos de investigación y desarrollo en asuntos de Defensa, de modo que las propias instituciones de seguridad sabotean la seguridad nacional», aseguró.

Bhagat dijo a periodistas este jueves que ese grupo de presión tiene en la actualidad «mucha más influencia en la toma de decisiones» que cuando él fue destituido.

El ex comandante en jefe aseguró que el portaaviones «Almirante Gorshkov» se compró por un precio que supera en 300 millones de dólares al que se había negociado y acordado antes de su destitución.

«Eso es preocupante, en especial porque la compra de la nave nunca fue una prioridad», enfatizó.

Las revelaciones de Tehelka sólo muestran aspectos marginales de la corrupción relacionada con contratos militares, dijo.

«Quienes tuvieron agallas para enfrentarse de alguna forma con el sistema han sido víctimas de destituciones, negativas de ascenso, hostigamientos y persecuciones», dijo. (FIN/IPS/tra- eng/rdr/mu/mp/ip/01

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