Empresarios, políticos y miembros de la sociedad civil de Guatemala convocarán este domingo un «golpe de Estado civil» para relevar pacíficamente al presidente Alfonso Portillo e impedir su derrocamiento por la vía militar.
Mario Polanco, director del Grupo de Apoyo Mutuo, una de las principales organizaciones de derechos humanos de Guatemala, informó este miércoles en San José que la intención es propiciar una salida pacífica a la ingobernabilidad que, dijo, vive el país.
«En estos momentos Guatemala es como Macondo, un país de sueños, donde nadie tiene el poder, donde reina un desgobierno total», explicó Polanco.
«Lo que se pretende es evitar una salida de Portillo por la vía militar», agregó el activista, que consideró muy difícil que esta administración concluya los dos años y 10 meses que le restan de su mandato.
Polanco detalló que el movimiento será convocado a través de la televisión por Dionisio Gutiérrez, propietario de una de las empresas más importantes de Guatemala, la cadena de restaurantes de pollo «Campero».
En el mismo programa televisivo participarán, entre otros, la activista de los derechos humanos Hellen Mack y la congresista Nineth Montenegro, del partido Alianza Nueva Nación.
La intención es convocar a la organización de un movimiento de la sociedad civil que procure una solución pacífico de la inestabilidad política.
El clima de tensión política que vive en estos momentos Guatemala se debe múltiples factores, entre ellos la creciente inseguridad social y la violencia que se vive en las calles.
Ante una escalada de asaltos, robos y secuestros, las autoridades del gobierno decidieron sacar a las calles a más de 20.000 militares para que colaboren con la policía.
También la incertidumbre sobre el futuro del gobierno de Guatemala se agravó por los rumores de golpe de Estado de las últimas dos semanas y por escándalos de corrupción política.
Esta semana 24 legisladores del gobernante Frente Republicano Guatemalteco (FRG) fueron despojados de su inmunidad para ser sometidos a un antejuicio por la alteración de una ley de impuestos.
Entre los parlamentarios que serán sometidos a proceso figura el ex general golpista Efraín Ríos Montt, presidente del parlamento guatemalteco y considerado el poder detrás del trono de Portillo.
Polanco sostuvo que el clima de incertidumbre que vive Guatemala impide incluso a Ríos Montt el ejercicio de su poder, al tiempo que atribuyó los problemas de gobernabilidad que sufre el FRG a su propia fragmentación interna.
«El FRG está conformado por miembros de la extrema derecha, por ex comunistas y por activistas de derechos humanos. ¿Cómo se van a poner de acuerdo?. Va a haber un momento en que se tirarán los platos a la cara», dijo.
Polanco se reunió la semana pasada con representantes de la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá, quienes advirtieron que cortarán toda ayuda económica si Guatemala sufre un golpe de Estado militar.
Un enfrentamiento del gobierno con los medios de comunicación también agravó la situación política.
Un grupo de simpatizantes del FRG se congregó el 20 de febrero frente al diario El Periódico, que había revelado un escándalo de corrupción que involucraba a un ministro, para protestar contra la dirección del periódico.
Los manifestantes estuvieron a punto de ingresar colectivamente al diario y la emprendieron a puntapiés contra su puerta principal.
Algunos sectores de la sociedad civil consideran que los momentos difíciles ya están pasando y que de ellos se podrían sacar enseñanzas positivas.
«Si bien se ha atravesado un momento de tensión política, esto podría servir para enderezar el rumbo», declaró a IPS la politóloga Carmen Ortiz, consultora del área socio-política de la no gubernamental Asociación de Investigación y Estudios Sociales.
Ortiz consideró que no es éste el momento adecuado para pedir una salida de Portillo. «Debe respetarse la institucionalidad del país y su proceso democrático», dijo, al subrayar la necesidad de respetar el mandato constitucional del gobierno.
Ortiz dijo que más bien lo que necesita Guatemala es seguir fortaleciendo sus instituciones, pues, al despojar de su inmunidad a los congresistas, la Corte Suprema de Justicia de Guatemala le ha devuelto a la población buena parte de la confianza en las instituciones democráticas. (FIN/IPS/nms/mj/ip/01
