ESTADOS UNIDOS: Deuda acumulada crea problemas a la ONU

La deuda acumulada de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) amenaza con dejar al organismo internacional sin dinero en efectivo a corto plazo.

Pese a su promesa de cancelar gran parte de su deuda, a cambio de una reducción de sus aportes al organismo, Estados Unidos aún no pagó 900 millones de dólares —por concepto de pagos atrasados— y asegura que debe aguardar la aprobación de una ley para liberar sólo 582 millones de dólares.

De acuerdo con las últimas cifras difundidas por la ONU las obligaciones impagas de los países miembro totalizaban 2.200 millones de dólares a fines del año pasado, unos 500 millones de dólares más que el año anterior.

Estados Unidos es responsabe de más de la mitad de estos atrasos, según el delegado de Singapur Gerard Ho. El diplomático acusó a Washington de incumplir la promesa de pagar sus deudas.

Ho informó al Comité Administrativo y Presupuestal de la ONU que tres meses atrás los miembros de la Asamblea General «hicieron lo imposible» por considerar la posición de Estados Unidos durante las negociaciones para modificar la escala de aportes de los países.

De hecho, el aporte estadounidense al presupuesto regular de la ONU se redujo de 25 a 22 por ciento, y la diferencia fue absorbida en su mayor parte por las naciones en desarrollo.

Como incentivo, dijo Ho, EEUU «puso delante de nuestras narices la zanahoria de un pago de 900 millones de dólares (en su mayoría atrasos) ya aprobado y guardado en depósito», explicó Ho.

«Cumplimos con nuestra parte del acuerdo. Pero no hay ni señales del dinero prometido. En lugar de eso se nos ofrecen más excusas», agregó.

El embajador Don Mackay, de Nueva Zelanda, explicó a los delegados que el pequeño logro de 1999 para mitigar la crisis financiera del organismo fue completamente revertido el año pasado.

Las reservas en efectivo de la ONU se fueron a pique y los aportes impagos de más de 2.200 millones de dólares excedieron los niveles de los cuatro años previos.

Por otra parte, MacKay explicó que las deudas a los estados por su participación en la tarea primordial de la ONU —-el mantenimiento de la paz— ascendieron a 917 millones de dólares, superando también el endeudamiento de años anteriores.

«El mayor volumen de atrasos es atribuible a un solo país», dijo MacKay. Con todo, el diplomático señaló que eran bienvenidos los esfuerzos de Estados Unidos para pagar sus atrasos más importantes.

El embajador de Irán y jefe del Grupo de los 77, Bagher Asadi, fue más explícito al exponer la posición de los países en desarrollo.

Tras subrayar «el dificultoso proceso de negociaciones» que precedió a la modificación de las escalas de aportes y permitió reducir la contribución estadounidense, Asadi urgió a Washington que «asuma su responsabilidad y cumpla su compromiso de realizar el pago completo, en tiempo y sin condiciones».

Además, Asadi señaló el esfuerzo de los países en desarrollo, que asumieron la porción de aportes reducida a Estados Unidos.

«Fue particularmente difícil para nuestro grupo. A pesar de todo, hicimos un gran sacrificio con el espíritu de responsabilidad colectiva, como estados miembro, de asegurar la salud financiera de la organización», señaló.

«Mientras en 1999 había esperanzas de que la ONU pudiera superar su frágil situación de los últimos cinco años, el año 2000 fue un paso atrás», dijo Asadi.

La ONU comenzó 2001 con un panorama similar al de años anteriores, pero con una recolección de fondos menor a la esperada.

Por su parte la delegada de Noruega Anne Merchant dijo que las resoluciones adoptadas con respecto a la escala de aportes permitían esperar una mejora en la situación financiera de la ONU.

«Esperábamos que el mayor contribuyente pagara una parte sustancial de sus atrasos y que cumpliera totalmente con los pagos futuros».

«Ahora estamos impacientes por la aprobación de una ley en Estados Unidos que libere algo del dinero que el país debe a la ONU, y también esperamos que esa futura legislación evite la acumulación de deudas», sostuvo.

La defensa de Estados Unidos fue asumida por su embajador, Donald S. Hays, quien reconoció la responsabilidad de su país, como mayor contribuyente, de hacer todo lo posible, tan rápido como pueda, para ayudar a aliviar la actual estrechez.

En diciembre, dijo Hays, los miembros de la ONU asumieron un acuerdo explícito de reformular las escalas de aportes a cambio de un pago de Estados Unidos equivalente a una importante porción de sus atrasos.

Las negociaciones, señaló Hays, dieron como resultado un compromiso, «que todos sentimos justo y que reflejaba un equilibrio equitativo de intereses encontrados, tanto políticos como financieros».

Como resultado de tal acuerdo, dijo el embajador estadounidense, se apuraron los pasos requeridos por la legislación de Estados Unidos para que Washington entregue 582 millones de dólares de atrasos.

«Por consiguiente, es necesario seguir el procedimiento para modificar las leyes y liberar esos fondos. Queremos asegurar a las delegaciones y al Secretariado que el gobierno estadounidense está acelerando la aprobación legislativa, y que esta medida cuenta con total apoyo de nuestro gobierno».

«Cualquier otro atraso en el pago no será reflejo de oposición política, sino fruto del proceso legislativo», finalizó Hays. (FIN/IPS/tra-en/td/da/dc/aq/ip/01

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