ESPAÑA: Juez Garzón ataca la cantera de militantes de ETA

El juez español Baltasar Garzón dirigió hoy en persona una operación policial que llevó a la detención en el País Vasco y Navarra de 15 dirigentes de Haika, la organización juvenil que apoya y nutre de militantes al grupo terrorista ETA.

Garzón, conocido por su persecución internacional de casos de violación de derechos humanos, coordinó junto al director de la policía nacional, Juan Cotino, una operación en la que participaron tres centenares de agentes en las localidades de Hernani, Bilbao y Vitoria, del País Vasco, y en Pamplona, capital de la Comunidad Autónoma de Navarra.

Los nacionalistas vascos de todas las tendencias consideran a Navarra parte integrante del País Vasco, pero los ciudadanos navarros lo rechazaron en 1980 y, por medio de un referéndum, resolvieron constituirse como una de las 17 comunidades autónomas españolas.

Haika es una organización resultante de la fusión el 17 de febrero entre Jarrai, del País Vasco español, y Gasteriak, del País Vasco francés, dos grupos juveniles que apoyan a ETA, entre otras cosas con la «Kale borroka» (violencia callejera, en vascuence).

La operación dirigida por Garzón fue bautizada también en vascuence como «Sugekumea», o la cría de la serpiente, aludiendo al símbolo de ETA, una serpiente enlazada a un hacha. La palabra «cría» en este caso es utilizada como sinónimo de hijos, o descendencia.

Garzón considera que Haika está subordinada a ETA y mantiene una relación de dependencia con ese grupo, al que «sirve de cantera, suministrando terroristas a la banda».

En los últimos años, a medida que fue creciendo la efectividad policial contra ETA, disminuyó la edad de los detenidos quienes, en términos generales, no superan los 30 años.

Fuentes policiales señalaron que los ocho detenidos en Bilbao, cuatro en Hernani, dos en Vitoria y uno en Pamplona, todos mayores de 18 años, son los principales dirigentes de Haika. Garzón les imputa el delito de pertenencia a banda armada.

Según la policía, Jarrai y Gasterriak y últimamente Haika, en coordinación subordinada a ETA, ejercen desde 1990 diversas formas de violencia callejera, como la quema de locales bancarios y comerciales, de cabinas telefónicas y vehículos del transporte públicos, y de viviendas de periodistas y políticos no nacionalistas. E incluso también de nacionalistas moderados.

Esa violencia, «ejercida contra el conjunto de la sociedad», añadió un comunicado del Ministerio del Interior, permitió a ETA concentrarse en lo que ésta denomina «el núcleo del conflicto». O sea, los asesinatos indiscriminados.

De esas organizaciones juveniles salieron etarras detenidos y procesados en el último año por la comisión de atentados, como David Pla Martín, Igor Solana Matarranz, Harriet Iragi Gurruchaga, Iñaki Beaumont Echevarría e Iñigo Guridi Lasa.

Todos ellos actuaban bajo la dirección de Francisco Javier García Gaztelu, alias «Txapote», detenido a principios de febrero en Francia y que años atrás había sido arrestado en el País Vasco español por sus actividades en la «Kale borroka».

El Ministerio del Interior señaló que el paso por Haika «es el bautismo de fuego y la escuela de los terroristas».

Juan Cotino destacó que estos jóvenes «primero tiran piedras, luego cócteles molotov y después cogen una pistola o ponen un coche bomba». En el operativo de este martes, precisó, fueron secuestrados documentos, comprometedores para los detenidos, cuyo traslado a Madrid exigió más de un camión.

Mientras la mayoría de los partidos políticos aprobaron la operación contra Haika, la coalición Euskal Herritarrok, que apoya y es apoyada por ETA, la rechazó, por considerarla un ataque al independentismo de izquierdas.

La organización humanitaria Amnistía Internacional realiza una campaña fuera de España para presionar a ETA y a Euskal Herritarrok, en procura de que el grupo terrorista abandone el uso de la violencia en cualquiera de sus formas.

La campaña no se realiza dentro de España porque Amnistía tiene por norma que sus secciones nacionales no participen en actividades referidas a su propio país. Fue anunciada en diciembre por Vincent del Buono, secretario general adjunto de la organización internacional, y continuará hasta fines de junio.

Amnistía dirigió cartas al parlamentario y miembro de ETA José Antonio Urrutikoetxea, «Josu Ternera», y a los presos de ese grupo José Antonio Ruiz, «Kubati», y José Javier Arizkuren Ruiz, «Kantauri».

Del Bosco justificó el envío de las cartas a esas personas porque «pueden hacer llegar más fácil a la organización terrorista nuestra preocupación y la necesidad de que cesen inmediatamente los asesinatos». (FIN/IPS/td/ff/ip/01

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