COMERCIO: Sociedad civil objeta nueva ronda de negociaciones

El ambiente del comercio internacional comenzó a agitarse con la aparición de las primeras manifestaciones de oposición a la nueva ronda de negociaciones que pretenden los países industrializados.

Un grupo de organizaciones no gubernamentales (ONG) reclamó esta semana que Mike Moore, director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), detenga la campaña internacional que realiza por el lanzamiento de la nueva ronda.

Moore ha recorrido el mundo en los últimos meses, en busca del apoyo de gobernantes y de sectores privados a la idea de convocar la negociación durante la Cuarta Conferencia Ministerial de la OMC, que sesionará en Doha, Qatar, en noviembre.

Las ONG opuestas a la nueva ronda dijeron que habían examinado en Ginebra las cuestiones de la OMC con numerosas delegaciones. Aunque algunas representaciones favorecen la nueva ronda, muchas más se oponen y varias lo hacen de manera enérgica.

El resultado de la consulta realizada por las ONG arrojó que el cuestionamiento se concentra en especial en la introducción de nuevos temas entre los asuntos que se debaten en el sistema multilateral.

Moore dio una versión distinta hace dos semanas. Dijo que había sostenido encuentros con grupos de países, que mostraron interés en progresar en los trabajos en varias áreas, «incluyendo posiblemente negociaciones» multilaterales de comercio.

Las áreas mencionadas por Moore son transparencia en contratación pública, inversiones, competencia y facilitación del comercio. Pero las ONG rechazaron la incorporación de esos nuevos temas «porque no son cuestiones comerciales y no corresponde que la OMC las trate».

El economista indio Bhagirath L. Das estimó que la Unión Europea y Japón presionan para obtener la inclusión del tema de inversiones mientras Estados Unidos, a pesar de mostrar cierta indiferencia, se interesa primordialmente en contratación pública.

Pero también los europeos pretenden imponer por su cuenta la negociación sobre política de competencia.

Das opinó que esas pretensiones de algunos de los países más desarrollados son acordes con los esfuerzos que realizaron en las últimas décadas por obtener la máxima ventaja del sistema de la OMC y de su antecesor hasta 1995, el Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio.

Las ONG críticas, que pertenecen a países del Norte y del Sur, previnieron que si esos temas se incorporan a la OMC, acarrearán consecuencias desastrosas en los planos social, ambiental, económico y de derechos humanos para los pueblos de todo el mundo.

Aún más, la negociación de esos asuntos resultará particularmente nefasta para los pueblos de los países del Sur, porque desaparecerán todas sus posibilidades de desarrollo.

En una declaración, las ONG objetaron la campaña de Moore y exigieron que el director de la OMC abandone esa «conducta sesgada y permanezca neutral, para no perjudicar aún más la credibilidad de su oficina y de la secretaría» de la OMC.

La convocatoria a una nueva ronda de negociaciones al igual que la incorporación de los nuevos temas fue rechazada por representantes de varios países en desarrollo, durante un seminario organizado la semana pasada por la Red del Tercer Mundo.

La negociadora de Indonesia en la OMC, Halida Miljani, advirtió que se desprenden ciertos peligros de la introducción en la OMC de temas como inversiones y competencia.

El representante de Uganda, Nathan Irumba, distinguió entre las políticas de competencia nacionales que los países en desarrollo necesitan y las reglas internacionales, que no los ayudan.

Halida recomendó cautela ante la cuestión de la transparencia en la contratación pública y recomendó que los países en desarrollo estrechen filas ante los nuevos temas y la ronda.

El jefe de la misión de Jamaica, Ransford Smith, rechazó de plano una nueva negociación. «No le concedemos prioridad alguna a la nueva ronda», dijo.

En la conferencia de Doha se deberán discutir únicamente los asuntos que hayan obtenido acuerdo, sostuvo Fayza Aboulnaga, embajadora de Egipto, quien llamó a superar los intentos por dividir a los países en desarrollo.

El Consejo General, máximo organismo de la OMC, inició hace dos semanas las consultas entre los miembros para determinar el orden del día de la Conferencia Ministerial de Doha.

Entre las delegaciones predominó el criterio de que el programa de trabajo de la conferencia, incluidos sus temas, deberá definirse preferentemente en julio próximo.

Das recomendó a los países en desarrollo que elaboren una estrategia efectiva para enfrentar el reto presentado por la presión de algunos países industrializados para discutir sobre nuevos temas y sobre el lanzamiento de una nueva ronda.

La declaración de las ONG estaba firmada por la Red del Tercer Mundo, Africa Trade Network (Ghana), Alternative Information and Development Centre (Sudáfrica), Consumers Association of Penang, Corporate Europe Observatory (Holanda), Council of Canadians (Canadá), DAWN (Caribe), Ecoropa (Europa), Equations (India) y Focus on the Global South (Tailandia).

Otros firmantes fueron IBON Foundation (Filipinas), International NGO Forum on Indonesia Development, Institute of Agriculture and Trade Policy (Estados Unidos), Instituto del Tercer Mundo (Uruguay), Legal Resources Centre (Filipinas), Fundación Solon (Bolivia), Polaris Institute (Canadá), Public Citizen (Estados Unidos) y World Development Movement (Gran Bretaña). (FIN/IPS/pc/ff/if/01

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