Las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucioarias de Colombia (FARC) aceptaron hoy la creación de un mecanismo internacional que ayude a superar los obstáculos de la negociación de paz con el gobierno.
El propósito es dar una mayor participación a la comunidad internacional, como quedó consignado el llamado Acuerdo de los Pozos que firmaron el 9 de febrero el presidente Andrés Pastrana y el líder rebelde Manuel Marulanda, dijo Andrés París, portavoz de las FARC, a la radioemisora Caracol.
El Acuerdo de los Pozos estableció la reunión celebrada este jueves con representantes de los países amigos del proceso de paz para informarles del estado del proceso, sus dificultades y la forma en que éstos podrían colaborar en la búsqueda de una solución negociada
París fue el encargado de recibir a los representantes de 23 países, del Vaticano y de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que asistieron a la reunión con los negociadores de las FARC y del gobierno en Los Pozos, localidad rural de San Vicente del Caguán (sudeste), sede del diálogo de paz.
Esta localidad se encuentra en los 42.000 kilómetros cuadrados de los que el gobierno ordenó la retirada del ejército, un exigencia impuesta por las FARC como condición para su participación en el diálogo.
La supervisión internacional corresponderá a una comisión de entre cinco y ocho países, que acudirían cuando la mesa de negociación «lo solicite para superar las dificultades que se presenten y lograr con su apoyo político que el proceso siga su marcha», dijo París.
Las FARC propusieron también tres reuniones con representantes de la comunidad internacional para tratar la erradicación de cultivos ilícitos, la deuda externa y la reforma agraria.
Los representantes de la comunidad internacional reiteraron en la reunión su apoyo al proceso de negociación, pero mostraron discreción respecto de las decisiones internas de las partes.
«Nuestra presencia aquí representa el deseo de que los diálogos puedan producir frutos, pues quizá el tiempo está maduro para la cosecha», señaló el nuncio apostólico Benjamino Stella, representante del Vaticano en la reunión.
Stella leyó al inicio de la reunión un mensaje en que el papa Juan Pablo II manifestó su esperanza en que la guerra civil se resuelva por la vía del diálogo y la comprensión.
El prelado se mostró esperanzado en que «de ahora en adelante los diálogos se lleven a cabo con más profundidad y se llegue a acuerdos concretos, que es lo que el pueblo colombiano está esperando».
Uno de esos acuerdos concretos podría ser un intercambio humanitario de prisioneros, de modo de liberar a soldados y polícias en poder de las FARC hace tres años, y luego la de todos los secuestrados por la organización guerrillera, dijo.
La presencia de los embajadores en la localidad donde se realiza el diálogo «demuestra el interés con que la comunidad internacional apoya» el esfuerzo de las autoridades y de las FARC en procura de una salida política a la guerra civil, dijo Juan Uribe, uno de los negociaciones del gobierno.
La comunidad internacional podría colaborar activamente en el proceso, dando apoyo político y económico a los programas que se aprueben en la mesa de negociaciones, agregó Uribe.
El logro más importante de la reunión de este jueves es la constitución de un grupo de países informado de primera mano sobre un proceso de paz y dispuesto a brindar apoyo político a las negociaciones, dijo a IPS Luis Valencia, analista de la estatal Universidad Nacional.
Involucrar una instancia internacional en el proceso representa también un respaldo a Pastrana, cuya popularidad se resintió a fines del año pasado cuando las FARC congelaron el proceso para presionar al gobierno en procura de mayores acciones contra los paramilitares de derecha, dijo Valencia.
El experto cree que la presencia internacional convierte en irreversibles unas negociaciones que fueron interrumpidas en cinco ocasiones unilateralmente por alguna de las partes.
El encuentro entre las FARC, el gobierno y la comunidad internacional es el segundo realizado en la zona desmilitarizada. El primero se celebró a mediados de 2000 y fue convocado para distutir la relación entre ambiente y cultivos ilícitos.
En la reunión de este jueves participaron representantes de Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, Cuba, Chile, Ecuador, España, Finlandia, Francia, Italia, Japón, México, Panamá, Portugal, Suiza y Venezuela, entre otros países.
También asistió un delegado de la Unión Europea, y Jean Egeland, asesor especial de la ONU para la Asistencia Internacional a Colombia.
Estados Unidos, invitado a la reunión por el presidente Pastrana, se negó a asistir por el distanciamiento que mantiene con las FARC a causa del asesinato de tres activistas humanitarios norteamericanos a manos de un comando de esa agrupación. (FIN/IPS/yf/mj/ip/01
