/BOLETIN-DD HH/ INFANCIA-MEXICO: Una mano tendida a los niños de la calle

Más de 100.000 niños trabajan en las calles de México, y muchos se drogan, se prostituyen y son padres prematuros. Desde esta semana, 3.000 de ellos son el centro de un programa del gobierno.

Los 3.000 niños recibirán atención y ayuda especial de parte de las autoridades, mientras se intentará por diversas vías sensibilizar a la población sobre la situación de los menores y educar a los padres para evitar el abandono y el maltrato.

Se prevé que la cantidad de niños atendidos por este programa, concebido como «de atención y prevención del fenómeno de la infancia y juventud en situación de calle», crecerá entre siete y 15 por ciento cada año.

«No podemos hablar cabalmente de democracia, cuando la irresponsabilidad (y) la indiferencia condenan a más de 100.000 pequeños a la soledad y al desamparo», dijo el presidente Vicente Fox al presentar el programa «De la Calle a la Vida».

El alcance del programa se definirá en los próximos 100 días, en mesas de trabajo entre el gobierno y grupos no gubernamentales.

«Vamos a entrarle (trabajar) todos y todas, a resolver esta deuda enorme que tenemos» con los niños, declaró Fox.

Este es un programa especial, pero el problema de los niños de la calle se atiende también por otras vías, como los planes generales contra pobreza y educativos, los dirigidos a indígenas y los de salud, expresaron los funcionarios.

La psicóloga Aurora Orozco, de la fundación Ministerios de Amor, manifestó su esperanza en que el programa funcione, pues, dijo, el problema se agravó cuando aparecieron las familias de la calle.

Ahora los niños tienen papás que nacieron en la calle, dando origen a una generación que solo conoce ese mundo, explicó Orozco, cuya fundación maneja albergues para menores en la capital mexicana.

Diversos estudios indican que en México existen 22,5 millones de niños pobres y que 50 por ciento de los padres golpean a sus hijos.

Miles de menores se ven obligados a trabajar para sostener a sus familias y otros, para no ser maltratados, prefieren deambular por las calles, donde establecen relaciones con otros niños hasta formar comunidades en las que se reproducen problemas y vicios.

Unos 16.000 niños de México con explotados sexualmente, un problema que se origina, entre otros motivos, en la vida fuera del hogar, informó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) la semana pasada.

El gobierno de Fox calculó que en las calles trabajan 114.497 menores de 18 años, que 14 por ciento de ellos tienen menos de cinco y que 45 por ciento son niñas.

Sin embargo, informes de organizaciones no gubernamentales sostienen que son más de 300.000 los niños que trabajan en la calle.

De los 22,5 millones de menores pobres de México, entre 7,5 y 9,5 millones padecen pobreza extrema, sin que los gobiernos hayan hecho nada importante para cumplir el compromiso de velar por la infancia, denunció en febrero el Colectivo de Apoyo a la Niñez, integrado por varios grupos no gubernamentales locales.

«La situación de los niños expresa crudamente la violencia estructural y destructiva que una sociedad ejerce contra sí misma», reza el informe del Colectivo.

El estatal Sistema Nacional para el Desarrollo de la Familia sostuvo que los menores en situación de calle inician su vida a los 10 años promedio, que 56 por ciento deja el hogar para huir del maltrato y que 17 por ciento lo hace por horfandad o abandono de sus padres.

Fox, el primer presidente ajeno al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 71 años y también el primero en presentar un plan de apoyo a los niños de la calle, sostuvo que garantizar los derechos de la infancia una de sus prioridades del gobierno.

Cada vez que comenzaba en el pasado un periodo de gobierno, los antecesores de Fox pertenecientes al PRI prometían terminar con el problema, que, lejos de atenuarse, fue en aumento, denunció Orozco.

El actual presidente fue cuestionado en agosto, cuando aún era presidente electo, pues se descubrió que en las haciendas de su familia trabajaban decenas de niños y adolecentes.

Con un sueldo de menos de siete dólares por día, los niños trabajaban durante ocho horas sembrando cebollas, cosechando papas y preparando la tierra para el cultivo.

Apenas se supo el asunto, los menores dejaron de trabajar en las propiedades de la familia Fox, dueña de haciendas agrícolas y ganaderos en el estado central de Guanajuato.

Horas antes de asumir la Presidencia el 1 de enero, Fox desayunó con niños trabajadores en un barrio pobre de la capital y se comprometió a trabajar sin descanso por su bienestar. (FIN/IPS/dc/mj/pr hd/01

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