La discriminación de las mujeres persiste en Brasil, pero en los años 90 mejoró su situación en el mercado de trabajo, pese a la apertura de la economía, las crisis, el desempleo y la lucha por la productividad.
La participación femenina en la población ocupada creció de 38,8 por ciento en 1992 a 40,3 por ciento en 1999, mientras que su remuneración promedio se elevó de 53,2 a 60,7 por ciento de la que reciben los hombres, según el oficial Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Las mujeres se adaptaron mejor a los cambios económicos de la década, diversificando su presencia en los distintos sectores, concluyó Vandeli Guerra, experta del IBGE.
Hubo también un avance en la afiliación de las mujeres a los sindicatos, que aumentó de 13,6 a 15,3 por ciento de las trabajadoras en actividad. Pero ese incremento no compensó la caída de 22 a 18,9 por ciento de la afiliación sindical de los hombres en el periodo estudiado.
El jueves, Día Internacional de la Mujer, las brasileñas también celebraron una mayor participación masculina en los quehaceres domésticos. Sólo 36,9 de cada 100 varones ayudaban en las labores del hogar en 1992. Siete años después, eran 51,2.
Los progresos registrados son la continuación de una tendencia iniciada en el siglo XX, junto con la industrialización, señaló la economista Hildete Pereira de Melo, de la Universidad Federal Fluminense, de Niterói, cerca de Río de Janeiro.
Pero últimamente se acentuó la incorporación de las mujeres al mercado a través de trabajos precarios y de empleos de baja calidad, puntualizó De Melo.
Un indicador de esa realidad es que dos tercios de las trabajadoras se concentran en el sector de servicios y comercio, mientras sólo 9,5 por ciento se desempeñan en la industria, que ofrece mejores condiciones en términos de salario y beneficios.
Una buena parte, 17,2 por ciento, son «empleadas domésticas», trabajadoras que en su casi totalidad no disfrutan de los derechos laborales establecidos en la legislación, porque no tienen contrato forma, advirtió De Melo.
Las mujeres parecen tener buenas perspectivas de mejor inserción laboral en el futuro, ya que desde la década pasada, su escolaridad supera en promedio la de los hombres y esa es una calificación cada día más decisiva en la disputa por el empleo, según los expertos.
Pero para superar las diferencias de género, que también se manifiestan en el mayor índice de desempleo que corresponde a las mujeres, es indispensable la multiplicación de guarderías, un factor de liberación de las tareas de la maternidad, opinó De Melo.
Hay otros problemas para las mujeres trabajadoras en Brasil. La mitad de ellas señalan el acoso sexual entre sus principales preocupaciones, junto a los bajos salarios, de acuerdo con una encuesta nacional de Fuerza Sindical, la segunda central sindical del país.
Las denuncias de ese delito aumentaron en los últimos años, aunque no porque recrudeciera el problema, sino porque las víctimas lo declaran. La mayor cantidad de comisarías policiales especializadas en proteger las mujeres estimuló esa tendencia.
Para las campesinas, el Día Internacional de la Mujer «no es de fiesta, sino del lucha».
La Articulación Nacional de Mujeres Trabajadoras Rurales, vinculada al Movimiento de los Sin Tierra, promovió manifestaciones el miércoles y el jueves en las grandes capitales provinciales, en defensa de sus derechos específicos, pero también en procura de una amplia reforma agraria.
Varias marchas callejeras tuvieron lugar el miércoles en protesta contra la política gubernamental, «que favorece a las grandes empresas transnacionales en desmedro de los pequeños agricultores», según aseguraron las coordinadoras del movimiento, que espera movilizar a 40.000 campesinas el jueves.
Un quinto de las mujeres ocupadas en Brasil se desempeñan en la agricultura. Muchas lo hacen sin ninguna remuneración y enfrentan dificultades al momento de jubilarse.
Por eso las manifestantes llevaron a los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, en Brasilia, el reclamo de la aprobación urgente de proyectos legales para facilitar la comprobación del trabajo rural para fines de jubilación y de beneficios de la previsión social. (FIN/IPS/mo/ff/dv hd/01
