/BOLETIN-DD HH/ AFRICA: Contra el racismo y el subdesarrollo

El racismo y el desarrollo constituyen los asuntos dominantes para las naciones africanas en los debates que sostiene la Comisión de Derechos Humanos de la ONU hasta el 19 de abril.

En nombre del grupo de países africanos, el ministro de Justicia de Kenia, Amos Wako, consideró deplorable que el flagelo del racismo no sólo continúe inmutable sino que se desarrolle al grado de incorporar formas contemporáneas nuevas.

Entre las cuestiones centrales de la sesión anual de la Comisión, iniciada el lunes pasado, figuran los preparativos de la conferencia mundial contra el racismo convocada por la ONU (Organización de las Naciones Unidas).

Africa otorga gran importancia al éxito de esa conferencia por haber sido el continente que ha sufrido los estragos del racismo manifestado en siglos de esclavitud y de tráfico de esclavos y en largos años de colonización con sus efectos negativos, recordó Wako.

La conferencia contra el racismo se realizará en Durban, Sudáfrica, del 31 de agosto al 7 de septiembre, pero su preparación comenzó con las conferencias regionales, de Europa, América, Africa y Asia.

El primer borrador de la declaración y del programa de acción de Durban fue presentado por la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en una sesión del grupo de trabajo del comité preparatorio celebrada en Ginebra a comienzos de este mes.

El contenido de ese documento provisional no satisfizo a los estados que reprochan a la Oficina por haber redactado un esqueleto de declaración sin elementos sustantivos.

Una nueva versión corregida se discutirá en la próxima reunión del grupo de trabajo, a partir del 1 de mayo. El comité preparatorio debatirá el texto desde el 21 de mayo.

Una de las diferencias principales gira en torno del reclamo de las naciones africanas de una indemnización para las víctimas históricas del racismo.

Los países occidentales, que incluyen a Europa y Estados Unidos, solo aceptan la mención de una reparación moral.

En una posición intermedia, América Latina y el Caribe habla de satisfacción y restitución, en referencia principalmente a las tierras despojadas a los pueblos indígenas. En caso de que esas tierras hayan tenido otro destino, se podría aceptar una compensación, añaden.

El ministro keniano dijo, en nombre de los países africanos, que la conferencia de Durban debe otorgar prioridad a la situación apremiante de las víctimas, con miras a favorecer su acceso a la justicia para que se les reconocerles una compensación justa.

Wako reclamó también que se aumente la severidad de las penas para los autores de actos y delitos racistas, como la inclusión de la motivación racial como factor agravante en la sentencia.

La ministra de Relaciones Exteriores de Sudáfrica, Nkosazaba Dlamini-Zuma, observó que la conferencia también deberá tomar en cuenta las formas contemporáneas de esclavitud como el tráfico de mujeres y de niños, y la xenofobia, que aumentan en Africa, Asia, América y en todo el mundo.

La intolerancia religiosa es un gran problema semejante al racismo y la discriminación racial. El sexismo se compone de racismo y de fobia a la mujer. Todos esos problemas deben tratarse en la reunión de Durban, dijo Dlamini-Zuma.

La ministra sudafricana estimó que la conferencia tiene que superar las profundas divisiones de las sociedades del pasado, causadas por la esclavitud, la explotación colonial y el racismo.

Una de las formas de cerrar esas heridas, dijo, será afrontar las disparidades de riqueza y de desarrollo.

Wako demandó a la Comisión de Derechos Humanos que respalde las conclusiones aprobadas por el grupo de trabajo de la ONU que examinó la cuestión del derecho al desarrollo.

La consagración del derecho al desarrollo significará una etapa crucial en la promoción de la tolerancia y de la igualdad de oportunidades para todos los seres humanos, dijo Wako.

El ministro de Justicia de Zambia, Bonaventure Chibamba Mutale, expuso a la Comisión de Derechos Humanos la gravedad del problema de la pobreza que afecta a su país.

El cuadro económico se ha agravado debido a la alta incidencia del virus de inmunodeficiencia humana y el sida que amenaza el desarrollo de Zambia, donde 30 por ciento de la población adulta es seropositiva, dijo el ministro. (FIN/IPS/pc/mj/hd/01

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