/BOLETIN-AMBIENTE/ BRASIL: Credibilidad de Petrobrás se hundió con la plataforma

La Plataforma 36 de producción petrolera, la mayor del mundo en su tipo, se hundió en aguas de Brasil junto con la credibilidad de la gestión de la empresa estatal Petrobrás, orientada a la competitividad y al aumento de utilidades.

Diez personas murieron a causa de tres explosiones el día 15 en la plataforma, situada en la llamada Cuenca de Campos, 200 kilómetros al nordeste de Río de Janeiro y a 120 kilómetros de la costa.

Ocho cadáveres no fueron hallados y se supone que están en el fondo del océano, dentro de la gigantesca unidad de producción, en la que trabajaban 175 personas al momento del accidente. Una de las columnas de sostén fue afectada por las explosiones, cuya causa se ignora.

Un herido grave sigue hospitalizado con quemaduras en 98 por ciento de su piel y los médicos le dan pocas posibilidades de supervivencia.

Los esfuerzos realizados durante cinco días para mantener la plataforma petrolera a flote se frustraron el martes, cuando la instalación se inclinó, para sumergirse luego.

Comienza ahora una nueva batalla, para reducir los daños ambientales del derrame de 1,2 millones de litros de combustible diesel y de 340.000 litros de petróleo crudo que estaban en los depósitos de la plataforma y en las tuberías que la unía a los pozos en el lecho del mar.

La Cuenca de Campos concentra los yacimientos de petróleo más productivos de Brasil en aguas profundas.

La pérdida de diesel era inevitable, debido a la fuerte presión sobre la plataforma a 1.600 metros de profundidad, admitió el presidente de la empresa petrolera Petrobrás, Henri Phillippe Reichstul. Aún se tienen esperanzas en que las tuberias no se rompan y eviten la salida del crudo.

El riesgo mayor es la eventualidad del desplazamiento del combustible derramado hacia la costa, donde contaminaría playas de gran importancia para el turismo, señaló el secretario de Medio Ambiente del estado de Río de Janeiro, André Correia.

El accidente, que se suma a otros ocurridos en los últimos años, pone en tela de juicio la reestructuración administrativa decidida en Petrobrás luego de que la firma perdiera hace cinco años el monopolio de la producción, importación y refinación de petróleo, una prerrogativa de la que disfrutaba desde su fundación en 1953.

La empresa mantiene el control de casi todo el mercado petrolero nacional, pero fue obligada a prepararse para la futura competencia. Redujo 40 por ciento su personal, limitarlo a 34.000 trabajadores, y tercerizó gran parte de sus actividades.

Esa puede ser la razón de numerosos accidentes, que causaron la muerte de 86 trabajadores en los tres últimos años, reconoció Reichstul. Cerca de dos tercios de las víctimas eran empleados de empresas contratadas en régimen de tercerización de servicios.

Los empleados de las firmas contratadas no tienen la capacitación necesaria para trabajar en la situación de riesgo de una plataforma marítima, sostuvo Fernando Carvalho, coordinador del Sindicato de Petroleros en la región de Campos.

Carvalho observó que, en Campos, los empleados de empresas contratadas suman más de 30.000, ante sóolo 7.000 de Petrobrás.

Reichstul, quien preside la empresa hace dos años, se dijo acongojado por este nueva pesadilla. El año pasado enfrentó dos accidentes de efectos ambientales graves.

Millones de litros de petroleo contaminaron la bahía de Guanabara, en cuyas orillas se encuentra Río de Janeiro, y el río Iguazú, en el meridional estado de Paraná, dos desastres de persistente daño a ecosistemas.

Financieramente, sin embargo, Petrobrás nunca vivió un mejor período que el actual. Sus utilidades alcanzaron casi a 5.000 millones de dólares en 2000, favorecidas por el alza de las cotizaciones internacionales del petróleo.

Ante la secuencia de problemas, la Comisión de Infraestructura del Senado decidió convocar en los próximos dias a Reichstul y al presidente de la Agencia Nacional del Petroleo (ANP), David Zylbersztajn, además de llamar a líderes sindicales del sector, para pedirles aclaraciones sobre los accidentes.

La ANP, creada hace pocos años, es el órgano regulador de las actividades petroleras.

«Algo va mal en Petrobrás» y es necesario revisar su reestructuración, advirtió el senador Paulo Hartung, del Partido Popular Socialista, miembro de la Comisión de Infraestructura.

Petrobrás, fundada hace 48 años como resultado de una movilización patriótica, es un orgullo nacional por haber incrementado fuertemente su producción en las dos últimas décadas y desarrollado la más avanzada tecnología de extracción de crudo en aguas profundas.

La plataforma ahora hundida, por ejemplo, recibía el petróleo extraído de pozos perforados a partir de 1.360 metros bajo la superficie del océano. Pasaban por sus instalaciones 84.000 barriles diarios, pero su capacidad podría alcanzar los 180.000, un volumen que la convertía en la mayor del mundo en su tipo.

La producción de Petrobrás representa cerca de 80 por ciento del consumo nacional de petróleo. La meta de autosuficiencia está fijada para 2005. (FIN/IPS/mo/ff/en/01

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