La última sensación musical de Londres es el espectáculo cubano «Lady Salsa», que toma la música que se hizo famosa con la película documental «The Buena Vista Social Club» y la ubica firmemente en su contexto político.
«Pueden embargar un país, pero no pueden embargar su música», es la desafiante frase de apertura de la obra que llegó a la capital británica después de una presentación triunfal en Edimburgo.
«Queríamos tomar la turbulenta historia de Cuba y contarla a través de la música y la danza. Buscamos mostrar al público las razones por las cuales se produjo la revolución así como celebrar las ricas tradiciones musicales del país», señaló su productor, Toby Gough.
«Lady Salsa» cuenta con un reparto de 21 integrantes, muchos de los cuales son artistas muy reconocidos de Cuba. La estrella es una mujer de 76 años, Hilda Oates, durante cuya larga vida se desarrollaron muchos acontecimientos clave del siglo XX.
«Nací en los tiempos dorados de Al Capone, era adolescente cuando la mafia hizo de Cuba su sala de juegos y una joven mujer cuando dos carismáticos compañeros llamados Che y Fidel cambiaron el curso de la historia», dice en la exuberante apertura del espectáculo.
La revolución cubana cambió así mismo para siempre la propia vida de Oates. Pudo dejar su trabajo de mucama y perseguir su sueño de estudiar en la academia teatral más prestigiosa del país. Por ser negra, dicha institución no la hubiera admitido antes de la revolución.
«La revolución me dio mi carrera de actriz. Aún río recordando el día en que renuncié a mi empleo. La mujer para la que trabajaba quedó impactada. Me dijo: 'Nadie querrá ver tu cara negra'. Bien, estaba equivocada. Estoy en Londres para probarlo».
«Lady Salsa» es, en gran medida, una obra de amor de su productor, Toby Gough, hombre que no es ajeno a la controversia. Su currículum incluye la «Opera Europa» en Sarajevo, durante la guerra de Bosnia, así como producciones en el Teatro de las Artes de Moscú.
La producción de Lady Salsa también tuvo sus desafíos. «Era importante encontrar primero a los artistas adecuados para el espectáculo. También debimos hallar a la persona justa para presentarlo. Hilda Oates fue un hallazgo tan rico porque ha tenido una vida muy rica», dijo Gough.
«Pero no fue tarea fácil convencerla. Hilda es una de las actrices más respetadas de Cuba y la idea de presentar un espectáculo que no estaba basado en un guión, sino en su propia vida, debe haber sido atemorizante para ella. Pero una vez que aceptó, todo funcionó bien. Ella está maravillosa. Cambia totalmente en cada función».
Una de las muchas historias con las cuales Oates fascina a su público es el relato de su encuentro con el icono revolucionario de Cuba, el argentino Che Guevara.
«Yo estaba en una plaza de La Habana, rodeada de cientos de personas. Era una celebración multitudinaria y me sentí tan frustrada por no poder ver lo que pasaba que decidí irme. Me di vuelta para marcharme y parado justo frente a mí estaba el Che. No podía creer lo que veía y me quedé allí, de pie y muda. Cuando pude decir algo comenté: 'Camarada, eres un hombre muy guapo'.»
«Lady Salsa» es el último de una larga sucesión de espectáculos salidos de Cuba, que, por supuesto, han sido propiciados por el éxito fenomenal del «Buena Vista Social Club».
Calificada como «terriblemente sexy» por la revista «Time Out» de Londres, «Lady Salsa» parece tener mucha vida por delante. Su mezcla de política y música prurba ser una combinación ganadora.
Quizás el éxito de esta obra indique un significado más amplio. Es posible que las barreras que separan a Cuba de Occidente caigan pronto, y quizás la caída tenga menos que ver con los movimientos políticos que con el poder absoluto de la rica cultura cubana. (FIN/IPS/tra-en/ba/sm/dc/aq/cr/01
