(Arte y Cultura) MEXICO: Chichén Itzá entre las nuevas maravillas del mundo

El complejo arqueológico de Chichén Itzá, orgullo de México y reflejo del gran desarrollo que alcanzó la cultura maya, parece asegurarse un lugar entre las nuevas siete maravillas del mundo, según una encuesta que se realiza por Internet.

Los usuarios mexicanos de la red mundial de computadoras, quienes junto a turcos e hindúes son lo que más participan en la encuesta, ayudaron a ubicar a Chichén Itzá hasta el 28 de febrero en tercer lugar en las preferencias de los votantes.

La votación para definir las nuevas siete maravillas del mundo se abrió en septiembre de 2000 en el sitio (www.new7wonders.com) y concluirá en junio.

En la encuesta habían participado hasta el 28 de febrero más de dos millones de personas, encabezando las adhesiones el Taj Mahal, con 10,3 por ciento, seguido de la Muralla China, con 9,5 por ciento, y de Chichén Itzá, con 9,1 por ciento.

La iniciativa pretende elegir los sitios que sucederán a las siete maravillas del mundo antiguo: las pirámides de Egipto, las únicas sobrevivientes, el Faro de Alejandría, el Templo de Artemisa, la estatua de Zeus, el Coloso de Rodas, los Jardines Colgantes de Babilonia y el Mausoleo de Halicarnaso.

La encuesta fue una idea del cineasta, explorador y piloto suizo Bernard Weber, quien promete realizar un documental en formato IMAX para cine (sistema de proyección con fotogramas de gran tamaño) sobre los siete lugares que sean escogidos.

Weber, para definir los candidatos, recibió apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que le facilitó los nombres de los 690 sitios considerados por ese organismo como patrimonio mundial.

De ese total se eligieron 17, distribuidos equitativamente en todo los continentes, y otros ocho por sugerencia «popular», explicó.

No es ninguna novedad que Chichén Itzá esté entre los lugares más votados, señalaron en México operadores turísticos que cada semana atienden a decenas de solicitudes de extranjeros para visitar el complejo, ubicado en la península de Yucatán.

Datos de la secretaria (ministerio) de Turismo de México indican que cada año acuden a Chichén Itzá más de un millón de visitantes.

Los arqueólogos denominan el lugar como «Boca del pozo» y «La ciudad de los brujos del agua», pues las evidencias indican que allí se rendía culto especial al agua.

El conjunto arquitectónico de Chichén Itzá, que cubre una extensión de 15 kilómetros cuadrados, fue una de las ciudades más importantes del mundo maya entre los años 750 y 1.200 después de Cristo.

Los mayas, cuyos descendientes aún mantienen parte de sus legados culturales, ocuparon antes de la llegada de los europeos a América una zona de más de 400.000 kilómetros cuadrados, que hoy comparten cinco estados mexicanos y cuatro países de América Central.

En Chichén Itzá se destaca una gran pirámide o castillo, como le llaman los arqueólogos, construido en varias etapas y dedicado a Kukulcán, el dios serpiente.

Las escalinatas de las cuatro fachadas de esta pirámide rematan en cabezas de serpientes. En cada cara de la construcción hay 91 peldaños que, sumados al de la entrada al templo ubicado en la cúspide, suman 365, el mismo número de los días del año en el calendario actual.

Durante los equinoccios, cuando el sol tiene una alineación especial con la Tierra, en esta pirámide se puede observar la proyección de la figura de una serpiente, dibujaba gracias al paso de luz por aberturas que existen en la construcción.

El Templo de los Guerreros es uno de los vestigios que más impresiona a los turistas en ese lugar, pues está formado por decenas de estatuas de piedra representando a guerreros, que con la luz del sol produce un curioso juego de sombras.

En el complejo arqueológico también se levantan decenas de columnas que se suponen sostenían una gran estructura techada, hoy inexistente.

En Chichén Itzá, donde varios artistas de renombre mundial han querido presentar conciertos sin que el gobierno lo haya permitido, existe además una especie de observatorio, uno de los pocos edificios circulares construidos por los mayas.

También se encuentran allí unos profundos pozos naturales de más de 60 metros de diámetro, que se suponen fueron usados como fuente de agua, pero también para depositar ofrendas y hacer sacrificios.

Otro lugar destacado es el lugar donde los guerreros mayas practicaban un juego de pelota, que hoy se representa sólo en fechas especiales.

Los arqueólogos sostienen que todas las construcciones y las piezas de oro y jade encontradas demuestran que en Chichén Itzá, que para los mexicanos es uno de sus mayores orgullos, hubo un culto especial al agua y a la fertilidad.

No hay duda de que Chichén Itzá debe estar entre las siete maravillas del mundo, pues es un lugar fascinante, señalaron operadores turísticos locales. (FIN/IPS/dc/dm/cr/01

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