ARGENTINA: Nueva alianza de gobierno, con Cavallo en Economía

Domingo Cavallo reclamó, al asumir hoy el Ministerio de Economía argentino, poderes extraordinarios para cumplir con su promesa de una rápida reactivación, a la que consideró el objetivo central de su gestión.

Con la incorporación de Cavallo, la mayor parte de la Alianza que llevó a la Presidencia a Fernando de la Rúa quedó, de hecho, afuera del gobierno.

El nuevo gabinete se conformó con un sector de dirigentes oficialistas que apostaban por la ruptura de la coalición, y por colaboradores que llevó el flamante ministro derechista.

De la Rúa cedió así un amplio espacio a un sector político hasta ahora en la oposición, y dio la espalda a sus aliados, tanto de la Unión Cívica Radical —el partido al que pertenece— como del Frente País Solidario (Frepaso).

Cavallo había sacado apenas ocho por ciento de los votos en las elecciones presidenciales de 1999.

Tras una intensa negociación que se prolongó hasta el último momento previo a la juramentación, el presidente no sumó a ningún dirigente del Frepaso a su nueva reingeniería. Tampoco al ex vicepresidente Carlos Alvarez, líder de esa fuerza, que había sido propuesto por Cavallo como jefe de Gabinete.

Así, lo que el presidente había preanunciado el domingo como gobierno de unidad quedó restringido a una alianza con Cavallo. El giro fue similar realizado por Carlos Menem dos años después de llegar a la Presidencia, en 1991, cuando convocó a Cavallo a ese mismo Ministerio.

Dirigentes de la Alianza consideraron que la convocatoria de Cavallo dejó de manifiesto la impotencia de un presidente que ganó las elecciones con una propuesta de centroizquierda, diferenciada del modelo neoliberal de apertura y privatizaciones impulsado por Menem y Cavallo en los años 90.

«No habrá sorpresas monetarias ni cambiarias», remarcó Cavallo en su primera sentencia como ministro. Para dar todavía mayores certezas, añadió que el sistema de convertibilidad que él mismo instauró en 1991, cuando inició su larga gestión como ministro de Menem, «no será abandonado nunca».

La necesidad de despejar dudas antes de la apertura de los mercados financieros llevó a Cavallo a realizar sus primeras declaraciones antes de prestar juramento, y antes incluso de que el presidente anunciara su designación. De la Rúa había dicho que Cavallo sería jefe de Gabinete o ministro de Economía.

Mientras se aguardaba la decisión, Cavallo se presentó ante la prensa junto al saliente ministro Ricardo López Murphy y anticipó que pedirá al Congreso poderes especiales para lanzar una serie de rápidas medidas a fin de combatir «la burocracia excesiva, la evasión, la corrupción, el contrabando y el despilfarro».

La reacción de los mercados financieros y de los industriales fue positiva, al igual que la de algunos analistas y consultores que habían juzgado la propuesta de López Murphy como demasiado fiscalista. En cambio, casi todos los sindicatos rechazaron la incorporación de Cavallo al gabinete.

El sindicato que nuclea a maestros y profesores, que inició este martes una huelga de 48 horas con alta adhesión, decidió mantener la medida hasta que Cavallo disponga anular los aspectos del ajuste que había anunciado López Murphy relativos a la enseñanza pública.

Para este miércoles está previsto un paro general de las dos centrales sindicales disidentes.

Un centenar de universidades tomadas por los estudiantes desde la madrugada del sábado seguían ocupadas este martes. Mientras, la Confederación General del Trabajo, más proclive a negociar con el gobierno, fue la única organización sindical que suspendió las medidas de fuerza previstas.

López Murphy había lanzado el viernes un severo ajuste fiscal de 2.000 millones de dólares, que hacia hincapié en recortes al área educativa, un hecho aplaudido por inversores y empresarios que apoyaban al ministro pero que desató una ola de protestas políticas y sindicales.

Los partidos que integran la Alianza negaron apoyo a ese programa y tres ministros renunciaron a sus cargos, en tanto que el Frepaso retiró a su primera línea de funcionarios en el gobierno.

Así, esa fuerza quedó sin representación en el gobierno, a pesar de su participación en la coalición que llevó a De la Rúa a la presidencia en 2000.

Ante la falta de respaldo a su ministro, De la Rúa convocó el domingo a Cavallo al gobierno, aunque aún sin determinar su cargo, para mostrar credibilidad ante el mundo financiero y empresario.

La contundencia del rechazo político y sindical al ajuste de López Murphy derivó en la noche del lunes en la renuncia del ministro.

«Cumplí el papel de mensajero de los problemas», interpretó este martes el ministro saliente, quien insistió en que su programa «era moderado» frente a las gravísimas circunstancias que afronta el país, con importantes vencimientos de la deuda externa en el corto plazo y una recesión que ya lleva 34 meses.

Cavallo, que desde su separación del gobierno de Menem en 1995 formó el partido Acción para la República, prometió este martes que ajustará gastos por 3.000 millones de dólares, pero en lugar de concentrar recortes en el área educativa, como su antecesor, apuntará contra la evasión fiscal y el contrabando.

El nuevo ministro dijo que no habrá «grandes anuncios» o «paquetes de medidas», pero algunos de sus colaboradores dejaron trascender que se estudia una rebaja de impuestos y una renegociación de los vencimientos de la deuda externa con el subdirector del Fondo Monetario Internacional, Stanley Fischer.

A pesar de que Cavallo aventó el fantasma de una cesación de pagos en el caso de que no se le otorguen poderes especiales —tal como prevé la constitución en situaciones de emergencia—, el Partido Justicialista, el principal de oposición, anticipó que no entregará «un cheque en blanco» al nuevo ministro.

En cambio, los congresistas y gobernadores del justicialismo aceptaron sesionar todos los días para dar un tratamiento rápido a todas las iniciativas legales que requiera el nuevo ministro de Economía a fin de cumplir con las primeras promesas de reactivación que lanzó antes de asumir.

Ante la negativa de De la Rúa a que el ex vicepresidente Alvarez asumiera como jefe de Gabinete, el dirigente radical Christian Colombo seguirá en ese cargo, acompañado ahora con el cavallista Armando Caro Figueroa, ex ministro de Trabajo de Menem, como subjefe. (FIN/IPS/mv/mj/ip if/01

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