ARGENTINA: Cavallo negocia apoyo en medio de huelga general

El ministro de Economía de Argentina, Domingo Cavallo, abrió hoy negociaciones en procura de respaldo político para sus propuestas sobre reducción de impuestos, combate a la evasión fiscal y reactivación económica.

Las gestiones de Cavallo con gobernadores provinciales y con legisladores se realizaron mientras transcurría este miércoles una huelga general que paralizó el transporte, la administración estatal y la enseñanza, además de otros servicios privados y públicos.

Cavallo no detalló las medidas que propondrá, entre las cuales se menciona con insistencia la privatización de la cobranza de impuestos y la coordinación con los socios del Mercado Común del Sur (Mercosur) de un alza de aranceles para proteger a industrias y de la desgravación de importaciones de bienes de capital.

Tampoco se descartan gestiones ante Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional para renegociar vencimientos de corto plazo de la deuda externa argentina, por la que cada año Argentina debe cancelar 11.000 millones de dólares, además de hacer frente a un déficit de 6.500 millones.

En principio, el ministro, quien asumió el martes, logró el respaldo de los gobernadores del opositor Partido Justicialista (peronista) en su pedido al Congreso legislativo de facultades extraordinarias al Poder Ejecutivo a fin de actuar con independencia en algunas cuestiones concretas.

Cavallo también procurará el respaldo de los diputados peronistas.

Mientras, continuaron este miércoles los reacomodamientos políticos luego de que el ingreso de Cavallo cristalizara una nueva coalición gubernamental, en la que ya no ocupan las primeras filas algunos de los principales socios de la Alianza de centroizquierda que ganó las elecciones de 1999.

El ex jefe de Estado y presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), Raúl Alfonsín, se reunió con el presidente Fernando de la Rúa, quien pertenece al mismo partido, y manifestó luego que le deseó «éxito».

Mientras, en el Frente País Solidario (Frepaso), el otro partido que integra la Alianza, continúan las deliberaciones por el saldo de la crisis política.

A pesar del pedido de Cavallo para que algún dirigente de peso del Frepaso se integrara al gabinete, no hubo acuerdo entre las posiciones ofrecidas por De la Rúa y las que este grupo estaba dispuesto a tomar, al menos por el momento.

No obstante, tanto radicales como frepasistas evitaron hacer declaraciones rupturistas a la espera de nuevos acontecimientos, y sobre todo de la gestión de Cavallo para sacar a la economía de una recesión que ya lleva casi tres años.

El Comité Nacional de la UCR prepara un documento, según el cual el partido «seguirá acompañando» al presidente «en su esfuerzo permanente por defender las instituciones de la Nación, procurando una efectiva autonomía nacional y un mayor desarrollo económico y social».

La huelga de este miércoles había sido convocada el viernes por dos centrales de trabajadores luego de que el entonces ministro de Economía, Ricardo López Murphy, lanzara un severo ajuste fiscal, con fuertes recortes en la educación pública.

A pesar de que el funcionario renunció el lunes y fue reemplazado por Cavallo, el llamado a la huelga se mantuvo, y no sólo porque el nuevo ministro condicionó la suspensión del ajuste al apoyo que le dé el congreso, sino porque la figura del actual ministro es rechazada con fuerza en medios sindicales.

Víctor De Genaro, líder del Congreso de Trabajadores Argentinos, dijo que la paralización de actividades «fue un mensaje claro y categórico del repudio popular a cualquier política de ajuste».

«La rebelión del pueblo argentino tiene que terminar con Domingo Cavallo y con el modelo económico», había advertido en la víspera de la huelga Hugo Moyano, líder de una escición de la Confederación General del Trabajo (CGT).

La CGT sí anuló la convocatoria a la paralización luego de recibir una vaga promesa de Cavallo en torno de sus expectativas de una rápida reactivación.

Cavallo es muy criticado en medios sindicales y por diversos sectores políticos que rechazan su gestión al frente del Ministerio de Economía en el gobierno de Carlos Menem (1989-1999) cuando puso en marcha un programa de estabilización de precios, apertura comercial, desregulación y privatizaciones.

Aquel modelo, conducido por Cavallo durante un lustro, tuvo cuatro años de alto crecimiento de la economía, paralelo a un alza del desempleo —que llegó a 18,4 por ciento—, a una distribución regresiva del ingreso y a una controvertida privatización del sistema de jubilaciones.

Por eso su figura, si bien operó en esta crisis como un buen piloto de tormentas con credibilidad en los mercados financieros, no resulta del todo popular. De hecho, cuando se presentó a las elecciones presidenciales de 1999, De la Rúa obtuvo casi la mitad de los votos y él apenas ocho por ciento.

Pero el presidente da muestras de debilidad política y no logra reorientar su gobierno, en especial desde la salida del vicepresidente Carlos Alvarez en octubre.

Numerosos dirigentes y analistas políticos creen que ahora, desde el gabinete, Cavallo podría cosechar el apoyo que no tuvo en las urnas si cumple con sus promesa de poner en marcha la economía, terminar con la evasión y crear empleos.

Por el momento, la tarea por delante no será fácil. El vicejefe de gabinete, Armando Caro Figueroa, debió salir este miércoles a negar una versión confirmada por diversas fuentes según la cual Cavallo amenazó con renunciar en madrugada siguiente a su designación.

El economista, conocido por su fuerte temperamento, se había enojado con gobernadores y legisladores de la UCR que intentaban limitar sus atribuciones y sus iniciativas para salir de la crisis. (FIN/IPS/mv/mj/ip if/01

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