AMBIENTE: La política comercial debe ser complementaria

Los gobiernos deben tomar en cuenta el ambiente a la hora de negociar acuerdos comerciales, exhortaron ministros y otros funcionarios de más de 70 países reunidos hoy en la capital de Alemania.

Los funcionarios participaron hasta este jueves de una conferencia organizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Ministerio de Ambiente alemán.

La reunión tuvo el fin de «aportar al debate actual sobre comercio y ambiente en preparación para una posible nueva ronda de la Organización Mundial de Comercio (OMC)», informó un documento del PNUMA.

No obstante, la organización ecologista Greenpeace declaró que dichos comentarios equivalen a «retórica hipócrita y vacía mientras Estados Unidos, Canadá y Australia socaven el Protocolo de Kioto sobre cambio climático y a la vez pidan a los países en desarrollo presentes en Berlín que actúen responsablemente».

El Protocolo de Kioto pretende que los países industrializados reduzcan sus emisiones de dióxido de carbono, causadas principalmente por la quema de combustibles fósiles y que son una fuente importante del recalentamiento planetario.

Más de 80 por ciento de esas emisiones proceden de los países industrializados.

La conferencia de Berlín se realizó dos semanas después de que los ministros de Ambiente del Grupo de los Ocho (G-8) países industriales —Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia— se reunieran en Trieste, Italia.

En la ocasión el G-8 tomó nota de las «graves consecuencias ambientales causadas por las violaciones de los Acuerdos Multilaterales Ambientales», o AMA.

«Existen unos 200 acuerdos de ese tipo. Numerosos países en desarrollo no pueden ponerlos en práctica», precisó el ministro malasio Dato Law Ding.

El ministro sostenía la posición de los países en desarrollo, que sienten que los países industrializados utilizan las normas ambientales para frenar sus exportaciones competitivas.

Es probable que una nueva ronda de negociaciones para liberalizar el comercio mundial se inicie en la reunión ministerial de la OMC a celebrarse del 9 al 13 de noviembre en Qatar.

El director general de la OMC, Mike Moore, declaró en Londres esta semana que dicha ronda «es la forma más segura para impedir la marginación de los países de menor desarrollo de la economía mundial».

La conferencia de Berlín se dedicó a analizar los nexos entre el ambiente, el desarrollo sustentable y las políticas comerciales, a menudo en conflicto entre sí.

En su discurso inaugural, el director ejecutivo del PNUMA, Klaus Toepfer, dijo que en los últimos 50 años el comercio mundial creció de los 350.000 millones de dólares de 1950 a los casi 5,5 billones de 1999.

«La liberalización comercial contribuye con el crecimiento económico, pero sus beneficios no se distribuyeron por igual entre los países y, en algunos casos, provocaron una degradación ambiental y una pobreza mayores», dijo Toepfer.

«Una parte de la solución es que los funcionarios de comercio y ambiente cooperen para desarrollar políticas complementarias. Esa colaboración maximizará los beneficios económicos y ecológicos que se puedan obtener de la liberalización comercial», declaró.

Este jueves, el ministro alemán Jurgen Trittin pidió que en la reunión de Qatar se «empiece de cero» y agregó que la globalización se debe orientar hacia el desarrollo sustentable. Señaló que las futuras negociaciones de la OMC deben dar mayor prioridad a los problemas ambientales.

Toepfer destacó el ejemplo de Uganda, donde la liberalización comercial en la forma de privatización industrial y la reducción de los aranceles a la importación de tecnología pesquera contribuyó con la sobrepresca en el lago Victoria.

«Aunque los ingresos por las exportaciones aumentaron, la sobrepesca condujo a un 20 por ciento de reducción en la pesca y a la degradación del ecosistema lacustre, incluso impactos negativos en la calidad del agua», agregó.

Estudios del PNUMA también subrayaron la situación de India, donde la reducción de aranceles y la liberalización de la inversión extranjera en el sector automotor aumentó la producción en 136 por ciento. Eso ayudó a duplicar la contaminación del aire entre 1991 y 1997.

En Argentina, el fomento estatal de las exportaciones de pesca llevó al crecimiento de 500 por ciento en la pesca entre 1985 y 1995. Las ganancias obtenidas con dicha liberalización se calculan en 1.600 millones de dólares.

Sin embargo, la merma en el número de peces le costó 500 millones de dólares de pérdidas al país.

«Uno de los principales mensajes de la Cumbre de la Tierra (celebrada en Río de Janeiro) en 1992 fue que las políticas de comercio y de ambiente deben complementarse», dijo Toepfer, entonces el ministro alemán de Ambiente.

Esos temas «serán discutidos en la conferencia de seguimiento de los 10 años de Río de Janeiro, la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable a celebrarse en Johannesburgo el próximo año», agregó.

«La reunión de Berlín envía el importante mensaje a Johannesburgo que los funcionarios de ambiente y comercio están cooperando para conseguir la meta del desarrollo sustentable», sostuvo Toepfer. (FIN/IPS/tra-en/raj/da/aq/en/01

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