AMBIENTE-INDIA: Prohibición de gasoil puede paralizar Nueva Delhi

Quince millones de residentes de la capital de India respirarán mejor desde el domingo 1 de abril, pues la Corte Suprema de Justicia prohibió, a partir de esa fecha, la circulación de autobuses y taxis con motores a gasoil.

Pero la severa medida puede paralizar la actividad en Nueva Delhi, cuyo gobierno no está preparado para reemplazar los motores diesel por otros a gas natural en los vehículos de transporte público.

El martes 20, el tribunal supremo de tres miembros rechazó en forma definitiva la última petición del gobierno municipal de posponer la entrada en vigor de la medida, adoptada por la Corte en julio de 1998.

La decisión judicial exige que todos los vehículos comerciales dejen de funcionar a gasoil y utilicen gas natural comprimido.

La norma fue impulsada por una campaña de los principales grupos ambientalistas, en vista de los alarmantes niveles de contaminación vehicular en la ciudad.

«No podemos poner en riesgo la salud pública», dijo la Corte, que tampoco hizo lugar a las apelaciones procedentes de la industria automovilística.

La Corte fue aún más lejos, advirtiendo «a todos los involucrados» que el incumplimiento de la medida daría lugar a procedimientos judiciales por desacato.

Durante las audiencias realizadas en 1999, los fabricantes de vehículos a gasoil sugirieron que los grupos ambientalistas podían estar respaldando a los fabricantes de vehículos a gasolina.

Entonces la Corte ordenó la adopción de las normas de emisión de gases conocidas como «Euro II», para todos los vehículos nuevos con combustible a base de petróleo que se vendieran en Nueva Delhi y sus alrededores a partir de abril de 2000.

Según estimaciones de la policía de tránsito, en las calles de la capital hay casi cuatro millones de vehículos automotores de todas las formas, tamaños y descripciones, la mayoría de los cuales no pueden cumplir los estrictos estándares «Euro II».

Desde el 1 de abril, 10.000 ómnibus deberán dejar de circular. Sin un sistema de tránsito rápido, seis millones de personas que a diario van a su trabajo en el transporte público tendrán que prever largas esperas para trasladarse desde y hacia sus hogares.

La única concesión a la que la Corte parece dispuesta es una audiencia, prevista para el viernes 23, en la que considerará una petición de exención para los autobuses escolares.

Mientras tanto, la justicia ha advertido a los abogados del gobierno que la fecha límite es el 31 de marzo.

El Instituto Tata de Investigación sobre Energía (TERI, por sus siglas en inglés) considera que en las condiciones actuales, las partículas de materia suspendidas en el aire de India llegarían a 52 millones de toneladas para el año 2047.

Las partículas dañinas del aire de Nueva Delhi -procedentes en su mayoría de los escapes de los vehículos a gasoil- exceden largamente los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud.

El Centro para la Ciencia y el Ambiente (CSE, según sus siglas en inglés) afirma que esos altos niveles de partículas aéreas son responsables de la muerte de 10.000 personas por año en la capital.

Pero también la opinión de un grupo de médicos, encabezados por el prestigioso profesor investigador V. Ramalingaswami, dio consistencia a las normas dictadas por la Corte.

«Urgimos al gobierno a que detenga la proliferación de gasoil. El beneficio comercial y el bien público deben ser compatibles y reforzarse mutuamente», dijo el médico.

Ramalingaswami es uno de los que creen que los altos subsidios estatales al gasoil -destinados a favorecer a los agricultores que utilizan maquinaria agrícola con ese combustible- solamente han servido para animar a la industria automovilística a producir modelos diesel de lujo.

No obstante, el gobierno de Nueva Delhi, encabezado por la ministra jefa Sheila Dixit, ha intentado todo para eludir su responsabilidad en la puesta en práctica de la normativa, pues teme oponerse a los fabricantes de vehículos y a las empresas de transporte.

Una de las estrategias fue ordenar la puesta en funciones de 150 ómnibus a gas natural comprimido, en lugar de los 10.000 que requiere la ciudad.

Pero, además, el gobierno publicó estudios del Centro Harvard para la Evaluación de Riesgos, de Estados Unidos, donde se afirma que los escapes de motores a gas natural podrían ser más dañinos que los de gasoil, pues contienen partículas más finas.

Esta jugada del gobierno levantó olas de protestas de las organizaciones ecologistas.

«Esto es una campaña de desinformación. Los funcionarios del gobierno de Nueva Delhi están usando estudios sesgados en favor de la industria estadounidense para justificar su inacción ante las normas judiciales y evitar los procedimientos por desacato», dijo Anumita Roychowdhury, experta del CSE.

Según Roychowdhury, el estudio del Centro Harvard fue financiado por Navistar International, una de las principales compañías de transporte pesado de Estados Unidos, con fuertes intereses en los motores a gasoil.

«Pero incluso ese informe sostiene que los motores a gas natural producen realmente menos partículas ultrafinas que el gasoil», señaló.

Por su parte, los expertos en ecología se preparan para medir la marcada reducción de los niveles de contaminación que se prevé para cuando los vehículos a gasoil dejen de circular.

«Esta es una oportunidad demasiado buena para desperdiciarla», dijo Dilip Biswas, director del Consejo Central de Control de la Contaminación del gobierno federal.

Pese a todo, muchos creen que la medida será impracticable. «No es posible que todos los autobuses de la ciudad funcionen a gas natural desde el 1 de abril», dijo Mohinder Singh, antiguo secretario del Ministerio de Sindicatos del Transporte.

Singh cree que existe la posibilidad de que la Corte se muestre «piadosa» en la audiencia del viernes y permita una prórroga.

Sin embargo, a juzgar por el tono y la determinación de los jueces en la última audiencia, esto no parece posible.

En esa ocasión, la fiscal argumentó que aunque las autoridades sean incapaces de implementar la conversión de gasoil a gas natural comprimido, no se debe castigar a los ciudadanos que dependen del transporte público.

«La ciudad de Nueva Delhi está pensada no sólo para quienes viajan en auto, sino para quienes usan autobuses. La capital entera se va a paralizar», dijo la abogada Kirti Raval, al señalar que le parecía «populista» pedir «piedad» a la Corte.

Los jueces contestaron: «Esto es como la historia de la persona que mata a sus padres y luego viene a la corte y dice: tengan pena de mí, soy huérfano». (FIN/IPS/tra-en/rd/js/dc/mlm/en/01

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