ZIMBABWE: Gobierno amenaza a misiones extranjeras

Las misiones internacionales en Zimbabwe deberán detener su ayuda a partidos y grupos civiles opositores si quieren continuar en el país, advirtió el gobierno.

«Las misiones extranjeras no tienen permiso para canalizar fondos a la oposición, y si lo siguen haciendo cortaremos vínculos con ellas sin derramar una sola lágrima», dijo a IPS el portavoz del gobierno, George Charamba.

La medida fue tomada ante lo que el gobierno considera un abierto apoyo a la oposición por parte de Dinamarca y Suecia.

Antes de la advertencia, Suecia anunció que reduciría 45 por ciento la asistencia de 12,7 millones de dólares que le brinda al gobierno y que daría parte del monto a los partidos opositores, para ayudarlos a prepararse para las elecciones presidenciales de 2002.

Por su parte, Dinamarca congeló su ayuda hasta las elecciones de 2002, como protesta por el presunto hostigamiento del gobierno contra la oposición y por permitir violaciones a los derechos humanos en el sur del país.

Activistas aseguran que el gobierno permite que los veternanos de la guerra de independencia de Zimbabwe maten y ataquen a opositores. Más de 1.000 granjeros comerciales, la mayoría de ellos pertenecientes a la comunidad blanca, fueron expulsados de sus propiedades.

Los veteranos también quemaron las tierras de pequeños granjeros, golpearon a sus familias y violaron a sus esposas.

Al menos 30 partidarios del opositor Movimiento por el Cambio Democrático (MCD) murieron en la campaña previa a las elecciones parlamentarias de junio, asesinados por partidarios del oficial ZANU-PF. Los pocos detenidos luego fueron liberados por un indulto presidencial.

El partido gobernante estuvo a punto de perder las elecciones parlamentarias de junio frente al MCD. Ganó 62 de las 120 bancas en juego, frente a 57 del MCD, en tanto que el restante fue ocupado por otro partido opositor.

El gobierno y sus partidarios también apuntaron contra el sistema judicial y la prensa. Dos jueces de la Corte Suprema debieron renunciar, mientras el Daily News, diario independiente crítico a Harare, fue atacado con una bomba el mes pasado por desconocidos.

Los países donantes reclaman una solución a esta inestabilidad antes de continuar con la ayuda.

La prensa independiente informó la semana pasada que varios gobiernos de Europa, así como otros países donantes clave, iniciaron medidas para aislar a este país.

El secretario de prensa de la cancillería sueca, Pekka Johansson, informó el mes pasado que su gobierno resolvió reducir la ayuda para el desarrollo de Zimbabwe.

«La decisión implica una reducción de 45 por ciento de la asistencia para el período 1999-2001 y el eventual cese de toda cooperación para el desarrollo con el gobierno de Zimbabwe», escribió Johansson.

El funcionario también le informó al semanario Zimbabwe Financial Gazette que otros países europeos consideran tomar medidas similares.

El canciller de Zimbabwe, Stan Mudenge, no tardó en responder. «Somos una nacion soberana y las misiones extranjeras deben consultarnos como gobierno», advirtió.

Por otra parte, la embajada sueca negó que ayude a la oposición. «Es absolutamente falso. Suecia no financia en absoluto a la oposición», destacó un comunicado oficial.

La decisión de reducir la ayuda al gobierno se tomó debido «al grave deterioro ocurrido en los ámbitos de los derechos humanos y la política económica en Zimbabwe», agregó.

Las organizaciones no gubernamentales criticaron al gobierno. «Este país necesita un gobierno y lo que hacen los (países) donantes es muy bueno para la democracia», dijo Lovemore Madhuku, de la Asamblea Nacional Constitucional.

«Los donantes se limitan a fomentar la democracia, algo que el gobierno teme», aseguró Madhuku, cuya organización apoya el cambio constitucional.

Con respecto a la amenaza de expulsión de las misiones que apoyen a la oposición, Charamba precisó que esos países «son los que nos impusieron sanciones, así que no derramaremos lágrimas por ellos».

El portavoz comentó que algunas ONG de Alemania «están directamente vinculadas al gobierno. Sabemos el papel que desempeñaron en las elecciones de junio».

Charamba se refería a la Agencia Alemana de Cooperación Técnica (GTZ), entre otras que trabajan en el campo de los derechos humanos y el desarrollo en este país.

«Lo que presenciamos aquí es una intervención, no tan directa como lo era durante el colonialismo, pero a través de las ONG», sostuvo.

Alemania redujo la ayuda que brinda a Zimbabwe. En los últimos 20 años había donado 20.000 millones de dólares al país. Al igual que Dinamarca y Suecia, también canalizará su ayuda a través de las ONG, los sindicatos y la oposición para fomentar la democracia, dijo el embajador alemán Fritz Hermann Flimm. (FIN/IPS/tra-en/lm/mn/aq/ip/01

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