VENEZUELA: Rangel, primer ministro de Defensa civil en un siglo

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, confirmó hoy, en el segundo aniversario de su gobierno, el nombramiento como ministro de Defensa del canciller José Vicente Rangel, el primer civil que ocupa ese despacho en casi un siglo.

«Es una decisión que va a tener una gran importancia dentro de este proceso unitario de lo cívico con lo militar, dentro de la integración de la Fuerza Armada con la nación entera», dijo Chávez en una alocución transmitida por cadena nacional de radio y televisión.

«Así lo anuncio al país, la revolución avanza a paso de vencedores y la unión cívico-militar es signo inconfundible de los nuevos tiempos», recalcó el mandatario.

En tanto, el ex ministro de Defensa, general Ismael Hurtado, será el nuevo ministro de Infraestructura, en sustitución del también general Alberto Esqueda, quien presentó renuncia.

Chávez encabeza la conmemoración tanto del segundo aniversario de su gobierno, iniciado el 2 de febrero de 1999, como del noveno aniversario de la sofocada rebelión militar del 4 de febrero de 1992, con la cual saltó a la palestra pública.

El presidente venezolano ha impulsado siete consultas electorales en dos años como parte del proceso de cambios de su «Revolución Bolivariana».

A dos años de iniciarse «el proceso», como denominan altos funcionarios al período actual de transformaciones, entró en vigencia un nuevo sistema político e institucional del cual Chávez es la figura principal.

El nombramiento de Rangel, un veterano periodista y político que fue candidato presidencial de fuerzas de izquierda y es considerado una de las principales figuras del gobierno, marca un hito en la historia venezolana.

Un civil no ocupaba el Ministerio de Defensa desde la década del 20, cuando durante la dictadura militar de Juan Vicente Gómez (190) el abogado Jiménez Rebolledo estuvo al frente de ese despacho.

El vicealmirante retirado Huizi Clavier, integrante del Frente Institucional Militar, criticó en duros términos el nombramiento de Rangel.

«Este nombramiento no puede caer bien dentro de las Fuerzas Armadas, estamos muy preocupados. Rangel está muy ligado a la izquierda, es marxista y cuando ejerció el periodismo hizo muchas denuncias contra miembros de las fuerzas», argumentó Clavier.

Además, el vicealmirante retirado consideró ilegal su nombramiento, pues el cargo de ministro de Defensa representa «que tiene mando militar, que ordena a los comandantes generales de las cuatro fuerzas».

Chávez venía siendo señalado por la excesiva militarización de los cargos públicos, un hecho que se subrayó con la designación de militares en puestos claves dentro de la empresa estatal Petróleos de Venezuela.

Con el nombramiento de Rangel, «el presidente está demostrando su vocación democrática y desmiente los argumentos de que este gobierno era de militares en la vida civil», comentó Ismael García, jefe del grupo parlamentario del Movimiento Al Socialismo (MAS) en la Asamblea Nacional (parlamento).

El MAS forma parte del Polo Patriótico, la alianza que respalda a Chávez, pero la semana pasada dirigentes de ese partido pidieron al presidente que se esforzara en dialogar con sectores que han estado alejados del gobierno, como la clase media profesional.

El nombramiento de Rangel estuvo precedido por dos maratónicas reuniones del alto mando militar, realizadas bajo estricto hermetismo, sobre cuyo objetivo circularon los más variados rumores, que quedaron desmentidos con la inesperada designación.

En sus primeras declaraciones como ministro de Defensa, Rangel aseguró que su nombramiento contribuye a despejar el camino hacia el entendimiento y el diálogo dentro de la institución armada y hacia la sociedad.

«Yo soy un hombre de consenso, de entendimiento y de diálogo, y con ese espíritu voy a ejercer el cargo que me ha entregado el Presidente de la República en un gesto de nobleza y amistad hacia mí», expresó.

El nuevo ministro descartó que su nombramiento produzca malestar en las Fuerzas Armadas por su condición de civil, pues aseguró que los militares venezolanos han madurado y están preparados para entender el proceso de cambio que vive el país.

«No se trata de antagonizar a civiles y a militares, perfectamente un civil puede ocupar un cargo militar y un militar puede ocupar un cargo civil, aquí se borraron las fronteras, el anacronismo que nos dividía se borró», aseveró Rangel. (FIN/IPS/ac/ag/ip/01

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