SALUD-COREA DEL NORTE: Alemania donaría carne de vacas locas

El pedido de Corea del Norte a Alemania de carne para enfrentar el hambre en algunas regiones puso en debate como cuestión ética si un país afectado del mortal mal de las vacas locas puede entregar ese riesgoso alimento a países pobres.

Funcionarios de los ministerios de Agricultura y Protección al Consumidor de ambos países se reunieron en Berlín esta semana para discutir la posibilidad de enviar 200.000 cabezas de ganado alemán a Corea del Norte.

Eso representa casi la mitad de los 400.000 animales que serán sacrificados en Alemania en las próximas semanas para apuntalar el precio del mercado de la carne vacuna ante la caída de la confianza de los consumidores tras la aparición de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o enfermedad de la vaca loca.

«Sería un problema ético si la carne no es segura y Alemania exportara la EEB», opinó Mary Lucas, de la agencia humanitaria católica CAFOD, que administra un programa de ayuda en Corea del Norte.

Las organizaciones humanitarias no distribuirán la comida «si hay duda alguna sobre su seguridad. Europa no debe enviar comida al Tercer Mundo que ella misma no quiera comer», agregó.

El gobierno alemán asegura que muchos de los animales que serán sacrificados están sanos, aunque provengan de manadas donde se detectaron casos de EEB.

El Ministerio de Agricultura insiste que todos los animales serán analizados antes de su exportación, a diferencia de aquellos que serán sacrificados, ya que cualquier animal procedente de un rebaño con casos de EEB debe ser sacrificado.

«Si el gobierno dice que analizará los animales, entonces lo hará», dijo Rupert Neudeck, de la organización caritativa Cap Anamur.

El grupo, con sede en Colonia, actuó como intermediario entre Pyongyang y Berlín cuando Corea del Norte solicitó la carne alemana este mes. Los dos países no mantienen relaciones diplomáticas.

A cambio de la ayuda alimentaria, Berlín exigiría mayor libertad de movimiento para los trabajadores humanitarios en Corea del Norte, que suelen estar limitados por el gobierno, señaló Neudeck.

Suiza también considera enviar vacunos a Corea del Norte valuados en cuatro millones de dólares.

«Suiza retiró la carne de los restaurantes escolares cuando se detectaron los últimos casos de infección en el ganado. Exportar la carne considerada no apta para el consumo local es injustificable, aunque sea… para ayudar a personas que pasan hambre», señaló un editorial del diario Korea Herald, de Seúl.

Legisladores oficialistas y opositores de Corea del Sur instaron al gobierno a intervenir para impedir que Alemania y Suiza envíen la carne excedente a Corea del Norte, por temor a la enfermedad de la vaca loca.

Algunos temen que parte de la carne europea dirigida a Corea del Norte termine en Corea del Sur, a través del contrabando.

«Las pruebas para detectar la EEB dejan mucho que desear en el presente», según un diplomático sudcoreano en Berlín. No hay forma de garantizar la seguridad de la carne enviada a Corea del Norte, sostiene.

Corea del Sur prohibió la importación de carne vacuna europea por el riesgo de infección.

No obstante, nadie niega que Corea del Norte necesita alimentos. Aunque finalmente la carne alemana se envíe, «no creo que haga gran diferencia, dada la magnitud de la hambruna. Es un indicio de la desesperación del gobierno norcoreano que incluso haya considerado pedir el ganado», señaló Lucas.

La situación en Corea del Norte es crítica, aunque el Programa Mundial de Alimentos administra en el país uno de los proyectos más grandes de ayuda de cereales y otros alimentos.

«La desnutrición, sobre todo de los niños, es un problema grave. Hay una gran necesidad de alimentos con proteínas», dijo Neudeck.

Neudeck cree que la carne alemana se puede distribuir a través de las redes de ayuda existentes, pero otros dudan que Pyongyang tenga la infraestructura adecuada para hacerlo.

«La electricidad escasea y la gente lucha por calentar casas, escuelas y demás edificios. Es poco probable que el gobierno pueda almacenar la carne en heladeras. Diría que no es buena idea, a menos que la carne esté enlatada», dijo Lucas.

«El problema es que hay muy poca comida en el momento. La comida allá no está balanceada y la carne enlatada sería muy bienvenida», agregó.

Matar al ganado y enlatar la carne representaría un gasto mayor para el gobierno alemán, pero es una de las opciones analizadas por Berlín en respuesta a los planteos de las organizaciones de ayuda. (FIN/IPS/tra-en/ys/mn/aq/he/01

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