SALUD-CARIBE: Alianza contra el sida

El compromiso de reducir 25 por ciento la prevalencia del SIDA entre los jóvenes para 2005 contrajeron hoy gobernantes, empresarios e instituciones del Caribe, la región más castigada en el mundo por la epidemia después de Arica.

En una reunión realizada en Bridgetown, los jefes de gobierno de la Comunidad del Caribe (Caricom) anunciaron la puesta en marcha de una coalición que impulsará la lucha contra el SIDA en el ámbito regional.

La campaña pretende que 90 por ciento de los varones y mujeres del Caribe con edades entre 15 y 24 años tengan acceso en 2005 a la información, la educación y los servicios que les permitan reducir su vulnerabilidad a la infección por el VIH.

En 2000, 60.000 adultos y niños de los estados insulares del Caribe contrajeron el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), antesala del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).

Estimaciones del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/SIDA (Onusida) determinaron que a fines de 2000 vivían con alguno de esos síntomas unos 390.000 adultos y niños caribeños, en comparación con 360.000 a fines de 1999.

Sin embargo, Onusida previno que el número real podría acercarse a 500.000 debido a la ausencia de datos confiables de algunos países y a la incertidumbre acerca de esas estimaciones.

La Asociación Pancaribeña contra el VIH/SIDA, nacida este miércoles en la capital de Barbados, se propone encarar el VIH/SIDA con un enfoque que abarque a todos los sectores de la sociedad.

Si se quiere hacer retroceder la propagación de la epidemia, es esencial contar con una respuesta ampliada que involucre a los gobiernos, las empresas y la comunidad internacional, dijo Eddie Green, director general adjunto de la Caricom.

La Asociación Pancaribeña pretende también incorporar a la campaña a los enfermos del mal, las organizaciones no gubernamentales, las organizaciones de base comunitarias y las instituciones religiosas y académicas.

Pero el programa afrontará dificultades financieras, admitió Peter Piot, director ejecutivo del Onusida. La intensificación de la respuesta exige recursos adicionales. La necesidad de esos fondos es mucho mayor que su disponibilidad, dijo el funcionario.

La Universidad de las Indias Occidentales suministró una estimación conservadora que eleva el costo de una respuesta integral en el Caribe a la suma de 260 millones de dólares anuales.

Esa cifra decuplica el gasto internacional actual relacionado con el VIH/SIDA en la región, precisó la institución académica.

El Onusida opinó que algunas iniciativas, como el Préstamo Ajustable para Programas del Caribe, del Banco Mundial, pueden ayudar a reducir esa diferencia.

Xavier Coll, Director del Departamento de Desarrollo Humano de la Oficina Regional de América Latina y el Caribe del Banco Mundial, afirmó que esa entidad incrementa sus esfuerzos de fomento de la sensibilización y está comprometida con las cuestiones relacionadas con el VIH/SIDA en todo el Caribe y en otras regiones.

El compromiso de Bridgetown determina también que para 2003 deberá reducirse 50 por ciento la transmisión materno-infantil del VIH.

El análisis de VIH de más de siete por ciento de las mujeres embarazadas en las zonas urbanas de Guyana dio resultado positivo, según los últimos datos obtenidos por el Onusida.

Pero la nación más afectada del Caribe es Haití. En algunas zonas, 13 por ciento de las mujeres embarazadas sometidas en formas anónima a la prueba del VIH resultaron seropositivas.

En conjunto, están infectados alrededor de ocho por ciento de los adultos en las zonas urbanas y de cuatro por ciento en las zonas rurales. A fines de 1999, unos 74.000 niños haitianos habían perdido a su madre a causa del SIDA.

En Bahamas, prevalencia en adultos es de cuatro por ciento. En la República Dominicana, uno de cada 40 adultos está infectado por el VIH, mientras que en Trinidad y Tobago esa tasa desciende a uno de cada 100 adultos.

Un informe de Onusida observó que la transmisión heterosexual del VIH en la región se ve impulsada por la combinación mortífera de una actividad sexual precoz y un cambio de pareja frecuente entre los jóvenes.

La cuarta parte de los varones y mujeres encuestados en San Vicente y Granadinas declararon que habían empezado a tener relaciones sexuales antes de los 14 años. En la misma isla, la mitad de los varones y las mujeres era sexualmente activos a los 16 años.

La mezcla de edades, con mujeres jóvenes que tienen relaciones sexuales con hombres mayores, también contribuye a impulsar la epidemia en el Caribe, dijo la agencia de las Organización de las Naciones Unidas.

Piot advirtió que el SIDA ha alcanzado un momento crucial en el Caribe. Sin una acción decidida, la epidemia y sus efectos causarán un daño incalculable para las próximas décadas, dijo. (FIN/IPS/pc/mj/he/01

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