MEXICO: Fox y Marcos en carrera de protagonismos

El presidente de México, Vicente Fox, cumplió hoy dos meses de gestión con alto margen de popularidad y un protagonismo sólo disputado por el líder de la guerrilla zapatista, el subcomandante Marcos, con quien confronta un juego de estrategias.

La población calificó el desempeño de Fox de 7,5 puntos sobre 10, mientras 64 por ciento opinó que de su mano el país va por buen camino, en una consulta realizada y divulgada este jueves por el diario Reforma entre 1.200 personas.

No hay dudas de que Fox es el actor central del México de hoy, pero también que Marcos, jefe del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), comenzó a disputarle con decisión esa palestra, «aunque no necesariamente la popularidad», dijo a IPS el politólogo Carlos Torres.

Desde que el 1 de diciembre Fox asumió como presidente, el primero que no pertenece al Partido Revolucionario Institucional en 71 años, el líder guerrillero regresó a las primeras planas de los medios de comunicación, con declaraciones y propuestas que pusieron fin a varios meses de silencio.

Marcos anunció en diciembre que 24 comandantes del EZLN saldrán este mes de Chiapas, estado ubicado en la frontera con Guatemala y donde opera este grupo insurgente, en una viaje que culminará en la capital en marzo para exigir se cumplan varias de sus demandas.

En el camino realizarán concentraciones con diversos grupos sociales que los apoyan y con ellos ingresarán a la ciudad de México.

Marcos, a quien los servicios de inteligencia identifican como Rafael Sebastián Guillén, un mexicano de 43 años, apuesta con este periplo a retomar su capital político y a quitarle parte del protagonismo al presidente, opinó Torres.

El popular Fox, quien en dos meses de gestión atendió algunas de las condiciones planteadas por la guerrilla para retomar las negociaciones de paz, suspendidas en 1996, mantiene como prioridad resolver el conflicto lo más pronto posible, según declaró en numerosas ocasiones en México y el extranjero.

Marcos es el único personaje del país que entró a jugar una guerra de protagonismo frente a Fox en sus primeras semanas de gobierno, «de imagen y de posiciones en los medios», opinó el publicista Carlos Alazraki.

Una consulta realizada por el diario El Universal a 503 personas reveló el lunes que 64,2 por ciento de éstos simpatiza poco, algo o mucho con el líder del EZLN, y 69,7 por ciento cree que el conflicto será resuelto durante la gestión de Fox, que concluye en 2006.

Sin embargo, 94,5 por ciento de los preguntados opinó que los guerrilleros no deberían realizar su marcha a la ciudad de México.

Observadores sostienen que entre Marcos y el presidente Fox hay diferencias políticas profundas, pero claras similitudes en su carisma políticos y habilidades para la estrategia de propaganda.

«No sería imposible pensar que los dos, dueños de una gran habilidad escénica y de un discurso con giros de humor y sin vacilaciones, podrían reunirse en la capital en marzo, luego que los zapatistas ingresen a la ciudad», señaló Torres.

El estudio de El Universal indicó que 61 por ciento de los entrevistados considera justo al movimiento zapatista, nivel que contrasta con 57 por ciento que lo calificó de injusto en una consulta similar hecha hace tres años.

Además, la percepción de que es un movimiento manipulado por «fuerzas extrañas» disminuyó significativamente, de 80 a 57 por ciento en los últimos tres años.

El EZLN saltó a la palestra en enero de 1994, cuando se levantó en armas contra el gobierno del presidente Carlos Salinas (1988- 1994) exigiendo democracia y justicia.

Tras 12 días de combates y luego de una tregua militar que se mantiene hasta hoy, el grupo, integrado en su mayoría por indígenas, se transformó en un actor importante de la política local, pero también en un imán y referente de militantes de izquierda de varias partes del mundo.

Sin lugar a dudas, el EZLN y Marcos han sido el principal dolor de cabeza para la imagen internacional de los últimos gobiernos de México, sostiene el analista del semanario Milenio Raymundo Riva Palacio.

Fox promete que hará lo imposible para retomar el diálogo de paz con la guerrilla, suspendido en 1996, pero le pide a Marcos demostrar con hechos que quiere la paz y establecer un calendario de negociación.

El mandatario, cuya popularidad permanece intacta, hizo en dos meses de administración lo que sus antecesores consideraron peligroso: retiró cuatro destacamentos militares de la zona de influencia guerrillera, impulsó la libertad de 17 supuestos zapatistas y presentó al Congreso una ley de derechos indígenas, avalada por el EZLN.

Pero la guerrilla quiere, antes de regresar al diálogo, que se retiren tres destacamentos militares más, que la justicia deje en libertad a unos 100 presuntos zapatistas y que se apruebe sin dilaciones la ley sobre derechos indígenas. Además, sostiene que Fox aún no demuestra que está actuando con sinceridad.

Las demandas de la guerrilla, así como su marcha a la capital, fueron consideradas por sectores conservadores que apoyan a Fox como una afrenta a la supuesta buena voluntad del gobierno para firmar la paz.

Políticos del Partido Acción Nacional, al que pertenece Fox, y algunos prelados de la Iglesia Católica han sugerido al mandatario detener a los guerrilleros para terminar con el problema.

Sin embargo, el presidente promete que se mantendrá firme en su voluntad de negociar la paz. También reconoce que «Marcos va a favor del México que queremos: la plena integración del mundo indígena».

«Voy a buscar la paz tomando los riesgos que sean necesarios, voy a ser audaz, pero al final un acuerdo es de dos partes y eso es lo que requerimos: ir cediendo de a poquito las dos partes, poniendo pequeñas pruebas de buena voluntad», señaló Fox. (FIN/IPS/dc/dm/ip/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe