FRANCIA: Escándalos anuncian traspié electoral de Chirac

Escándalos de corrupción amenazan en Francia las posibilidades electorales de la Unión por la República, del presidente Jacques Chirac, que afrontará la prueba más difícil el 11 de marzo en la capital.

Aunque los dos grandes casos de corrupción investigados por la justicia conciernen a ex funcionarios socialistas, las encuestas de opinión sugieren que la discusión pública sobre la falta de rectitud del gobierno dañará las posibilidades electorales de la derechista Unión por la República (RPR).

Esto sucede especialmente en París, donde las elecciones del 11 de marzo pondrán a prueba a la RPR, el partido que domina el gobierno de la ciudad desde 1977.

Chirac fue alcalde parisino entre 1977 y 1995. En ese lapso, la RPR habría utilizado fondos municipales para el partido mediante, entre otras acciones ilegales, la inclusión de miembros del partido en la nómina salarial del municipio, aunque nunca trabajaron para la administración de la ciudad.

La RPR también reunió 75 millones de dólares en comisiones ilegales con una licitación pública para reparar los ascensores de los edificios públicos parisinos, según versiones sin confirmar.

El intermediario Jean Claude Merry confirmó estas cifras en forma indirecta al señalar que él solo habría conseguido unos seis millones de dólares al año durante la década de 1980 para la RPR.

Merry, quien murió en 1997, pasó varios meses en la cárcel por el cargo de corromper a funcionarios y por haber financiado ilegalmente a partidos políticos. En una grabación de video acusó a Chirac de haber recibido personalmente parte de las comisiones ilegales para la RPR.

En varios casos los documentos implican que Chirac participó personalmente en el proceso de idear estas prácticas ilegales. Parisinos de izquierda lo acusaron de corrupción y lo demandaron ante los tribunales.

Pero una cláusula constitucional otorga al presidente inmunidad judicial. La única posibilidad de que un presidente sea juzgado es en caso de traición. De otra manera, hay que esperar a que concluya su mandato.

Chirac, quien piensa postularse a la presidencia nuevamente, negó haber cometido irregularidad alguna. En una entrevista por televisión calificó de «conspiración» las acusaciones en su contra y que eran una «mentira» hecha hace más de 10 años.

No obstante, las acusaciones contra Chirac y la RPR perjudicaron la imagen del partido. Las últimas encuestas señalan que el candidato socialista Bertrand Delanoe ganará con facilidad la comuna de París dentro de cuatro semanas.

El analista político Jean Michel Thenard cree que las encuestas reflejan «el fin farsesco y desacreditado del chiraquismo».

En un artículo de la edición de este viernes del diario Liberation, Thenard escribió que el «gobierno municipal de París está a punto de morir cuestionado por la justicia debido a las numerosas acusaciones de fondos ilegales y fraude electoral».

El singular sistema político francés permite a los partidos opositores compartir el gobierno. Esa llamada «cohabitación» está dada en la actualidad entre el derechista Chirac, quien llegó al poder en 1995, y el gobierno de coalición de izquierda dominado por los socialistas, que también controlan al Parlamento.

Así mismo, la justicia también investiga presuntas exportaciones ilegales de armas a Angola y la gestión de la ex empresa pública petrolera Elf Aquitaine.

En ambos casos fueron acusados antiguos funcionarios socialistas, entre ellos Jean Christophe Mitterrand, hijo del ex presidente Francois Mitterrand, y Roland Dumas, canciller del gobierno de Mitterrand.

Pero el Partido Socialista logró distanciarse de las acusaciones de corrupción en el gobierno de Mitterrand, gracias al líder del partido, el primer ministro Lionel Jospin.

Las encuestas reflejan desde 1997 una fuerte confianza pública en la rectitud de Jospin y en su capacidad ejecutiva. Los últimos sondeos de opinión aseguran que 60 por ciento de los electores confían en él. Esa cifra no tiene parangón desde 1958.

Las mismas encuestas sugieren que Jospin derrotaría a Chirac en las próximas elecciones presidenciales.

El analista político Yves Meny cree que Francia no ha puesto fin a la corrupción, a diferencia de otros países europeos como Italia y España.

«En España, el corrupto gobierno socialista de Felipe González fue derrotado por las urnas electorales y el partido se vio obligado a renovar a sus líderes», según Meny, investigador sobre corrupción política.

«En Italia, la clase política implicada en la corrupción colapsó con la operación mani pulite», o «manos limpias», en referencia a las investigaciones y juicios por casos de corrupción.

«En Alemania, el ex canciller (jefe de gobierno) Helmut Kohl fue obligado a pagar una multa por sus errores». Kohl aceptó pagos ilegales para financiar la campaña política de su partido.

«Pero en Francia, los mismos dirigentes y prácticas políticas se suceden desde hace décadas, a pesar de los escándalos», agregó.

El país adoptó siete leyes contra la corrupción y para regular la financiación de los partidos políticos desde 1988. Entre ellas está una polémica amnistía general decretada en 1990 que perdona todos los delitos relacionados con la financiación de los partidos.

En 1990, el Parlamento decidió financiar los partidos con dinero público, de acuerdo a la cantidad de votos que recibieran. También se permitieron donaciones privadas limitadas. (FIN/IPS/tra-en/jg/mn/aq/ip/01

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