ECUADOR: Paramilitares colombianos expulsan a indígenas

Unos 500 indígenas de Sucumbíos, provincia de Ecuador en la frontera con Colombia, fueron amenazados y obligados a abandonar sus tierras por paramilitares colombianos que operan en territorio ecuatoriano.

Quince personas armadas y cubriendo su cabeza con capuchas llegaron el miércoles a las comunidades de Bermeja San Miguel y amenazaron a los pobladores, tras identificarse como miembros de las derechistas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

La incursión de las AUC divulgada este viernes causó conmoción en la zona fronteriza y la reacción de las autoridades locales, que vincularon el hecho con los efectos que provoca en Ecuador la ejecución del Plan Colombia, de lucha antidrogas con especial respaldo de Estados Unidos.

Juan Noteno, dirigente de una de las comunidades amenazadas, aseguró que el grupo armado les dio 24 horas para abandonar sus tierras, «si no querían morir bajo fuego y llamas».

Los indígenas kichwa, shuar y cofán, que emigraron el mismo miércoles hacia el sur y hacia Nueva Loja, capital provincial, comentaron que los paramilitares les advirtieron «que volverían a ver si habían cumplido la orden».

«Dijeron que necesitaban el espacio completamente libre para los enfrentamientos que iban a darse con la guerrilla», agregó uno de los campesinos que prefirió no dar su nombre.

También informó que otro grupo importante de indígenas de la zona abandonarán sus hogares en las próximas horas, porque no existen condiciones para vivir allí, ya que el ejército ecuatoriano no les brinda protección.

«Aún falta que salga la gente de tres comunidades kichwas, dos comunidades shuar y una cofán», explicó.

El comandante de la IV División de Ejército Amazonas, general Víctor Zabala, indicó que personal especializado de inteligencia investiga para conocer detalles del accionar de los paramilitares colombianos.

Por su parte, el alcalde de Nueva Loja, Máximo Abad, solicitó una reunión urgente con autoridades nacionales para pedir que se proteja a las comunidades amenazadas y se atienda a las personas desplazadas de sus tierras.

Abad opinó que el país no está preparado para atender a los ecuatorianos que, como consecuencia del Plan Colombia, «deben refugiarse en otras partes del país.

La Cruz Roja también realizó una evaluación de la situación y «prestará ayuda de emergencia a los indígenas desplazados», explicó el jefe de Prensa de la organización, Ricardo Camacho.

También el ministro de Defensa, Hugo Unda, reconoció que el Plan Colombia tiene repercusiones en el país.

Roberto Similcar, uno de los indígenas shuar amenazados, criticó la actuación de las fuerzas armadas ecuatorianas en la frontera entre ambos países.

«Los militares jamás patrullan la frontera. Se refugian en los pueblos y ciudades atropellando y castigando a inocentes, mientras que en la zona fronteriza rural, donde están los paramilitares, ni se sabe que existen», afirmó.

En cambio, el general Zabala insistió en que las patrullas son permanentes y que el objetivo de estos grupos paramilitares es controlar las vías de ingreso hacia Colombia, «para tener acceso a los abastecimientos».

El jefe militar añadió que la orden que tienen los soldados destinados en esa agreste región es la de no permitir que fuerzas «extrañas» amenacen la seguridad del país y a sus habitantes.

Similcar respondió que «es inaudito que el ejército diga que tiene patrullas vigilando esta zona, mientras nosotros debemos salir de nuestras casas y tierras para salvar nuestras vidas».

Los nativos aseguraron que los militares acantonados en esa región de Ecuador solo actúan para sofocar protestas indígenas.

«Es como sucedió esta semana en Napo, provincia amazónica ubicada al sudoeste de Sucumbíos, donde mataron a cuatro hermanos kichwas durante la represión contra el levantamiento» contra la política económica del gobierno que concluyó el miércoles, comentó Similcar.

Comerciantes ubicados en frontera aseguran que desde hace 20 años guerrilleros y paramilitares colombianos ingresan a territorio ecuatoriano para comprar alimentos o ropa.

«Incursionan permanentemente vestidos de civil y llegan para descansar de los combates en Colombia y para aprovisionarse de víveres y combustible», comentó un comerciante de General Farfán, en la zona fronteriza.

Sin embargo, aseguró que con la implementación del Plan Colombia la violencia en Putumayo aumentó y se traslada a Ecuador.

«Junto con las fumigaciones (de cultivos ilícitos en Colombia) se incrementó la actuación de las AUC, que antes era mínima, y ahora tenemos que soportar muertos en atentados s oleoductos y que las comunidades indígenas sean desplazadas de sus tierras», indicó el comerciante

Mientras, el prefecto (gobernante provincial) de Sucumbíos, Luis Bermeo, informó que se convocó a un paro general en la provincia para el día 21 en protesta por la participación ecuatoriana en el Plan Colombia, que provocó la «amenaza de muerte de los paramilitares» contra las comunidades.

«Las autoridades nacionales nos meten en este lío y luego desaparecen. No hay proyecto de desarrollo para contrarrestar los efectos del plan y no hay una actuación militar que proteja a las comunidades de la actuación de los paramilitares», arguyó.

Bermeo también denunció que las plantaciones de banano y de café y los animales domésticos de establecimientos ecuatorianos linderos con Colombia fueron afectados por las fumigaciones aéreas con productos químicos para erradicar plantaciones de coca en territorio colombiano. (FIN/IPS/kl/dm/ip/01

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