CUBA: Precios del azúcar deberán compensar caída de la producción

Cuba apuesta al mantenimiento de los precios del azúcar en el mercado internacional para compensar los efectos sobre la economía de una nueva caída de la producción en la zafra 2000-2001.

La producción del tradicional rubro exportable quedará en unas 300.000 toneladas por debajo de las 4,05 millones alcanzadas al cierre de la campaña anterior, en mayo del 2000, según cálculos oficiales.

Pero el vicepresidente Carlos Lage manifestó que si «el precio (internacional) se mantiene, los resultados serán positivos» para el país, que intenta, además, lograr cada vez mayor eficiencia.

Los precios del mercado mundial azucarero muestran desde mediados del año pasado una tendencia al alza que, según pronósticos especializados, podría mantenerse a pesar de la inestabilidad que caracteriza al mercado del producto.

La libra (0,45 kilogramos) de azúcar crudo Caribe se cotiza en estos momentos en la bolsa de Nueva York en torno a 10 centavos de dólar, casi el doble que un año atrás, cuando Cuba contrató sus ventas de la zafra pasada.

Analistas de la firma germana FO Licht calculan que el volumen de azúcar exportado por Cuba podría no variar significativamente respecto del año anterior, pese a la anunciada contracción del sector.

Este año, la mayor de las islas caribeñas sacará al mercado alrededor de tres millones de toneladas, con lo cual se confirmaría como segundo exportador de azúcar crudo, detrás de Australia.

Un volumen de esa magnitud vendido a la cotización actual de 250 dólares por tonelada representaría unos 750 millones de dólares de ingresos para Cuba, casi el doble de lo que pudiera estimarse como cobrado por el país a los precios de 2000.

Esa tendencia del mercado azucarero, unido a la reducción y estabilización de los precios del petróleo, traerá un alivio para las finanzas cubanas, según expertos.

El año pasado, la balanza comercial fue muy desfavorable para la isla que, sólo por el alza de los precios del petróleo tuvo que desembolsar más de 500 millones de dólares por encima de lo habitual.

Aun así, un informe del Ministerio de Economía y Planificación presentado en diciembre al parlamento aseguró que el año pasado el producto interno bruto (PIB) creció 5,6 por ciento, superando la previsión gubernamental de cuatro a 4,5 por ciento.

Tras una caída de 34,8 por ciento entre 1990 y 1993, la economía cubana mostró signos de recuperación en 1994, al crecer 0,7 por ciento. Entre 1995 y 2000, el crecimiento promedio del PIB fue de 4,4 por ciento.

El ministro de Economía y Planificación, José Luis Rodríguez, afirmó que la reactivación económica cubana se mantendrá en el primer lustro del milenio, con un crecimiento que calculó entre cuatro y seis por ciento anual.

Sin embargo, el pronóstico incluye entre las condicionantes del despegue la recuperación de exportaciones tradicionales como el azúcar, único sector industrial que no ha logrado superar el impacto de la crisis iniciada en 1990.

Con una capacidad instalada para producir 10 millones de toneladas al año y un promedio de siete millones anuales durante la década del 80, la agroindustria cubana cayó hasta 3,2 millones de toneladas en 1995.

«Las aspiraciones de Cuba de aumentar gradualmente la producción azucarera hasta alcanzar los niveles anteriores a la crisis económica deberán prorrogarse durante un tiempo», aseguró Bridge/CRB, una empresa de investigación de mercado con sede en Nueva York.

Expertos locales atribuyen la depresión de los años 90 a la combinación de los efectos de la pérdida de los socios comerciales del antiguo bloque socialista, el embargo de Estados Unidos y errores internos en la conducción económica.

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la venta de azúcar cubana a los países del desaparecido Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) alcanzó precios de hasta 690 millones de dólares la tonelada.

En 1989, las exportaciones de azúcar a ese mercado ascendieron a cuatro millones de toneladas, indica el libro «La Economía Cubana. Reformas Estructurales y desempeño en los 90», presentado por Cepal a fines del año pasado.

Con volúmenes similares de envíos, los ingresos de la isla por la venta a ese grupo pasaron de 2.760 millones de dólares a cerca de 800 millones de dólares en 1991, a los precios del mercado mundial, de acuerdo con el estudio.

Tras la pérdida de las condiciones preferenciales de intercambio que le ofrecía el CAME y sin tener acceso a otros acuerdos similares, La Habana sufrió el golpe de la caída de los precios internacionales.

El monto total de las exportaciones cayó de 4.343 millones de dólares en 1990 a 718 millones en 1995, según el estudio de Cepal.

Asimismo, estima que, a diferencia de otros productores vecinos de azúcar, el comportamiento de los precios en el mercado internacional cobra especial importancia para Cuba, que exporta alrededor del 85 por ciento del producto.

En México, casi el total de la producción se destina al mercado interno a precios superiores a los 400 dólares la tonelada y en América Central alcanza a 46 por ciento de la producción, con precios entre 300 y 400 dólares la tonelada.

Estos países exportan a Estados Unidos alrededor de 15 por ciento de su producción bajo el régimen de cuotas, a precios preferenciales, y concurren al mercado libre con menos de 40 por ciento de su producción, según Cepal.

Cuba, que tiene cerrado el mercado estadounidense desde 1960, ingresó el año pasado al Grupo ACP (Asia, Caribe, Pacífico), pero no forma parte de los mecanismos que regulan las relaciones económicas entre el grupo de ex colonias y la Unión Europea. (FIN/IPS/da/ag/if/01

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