El presidente colombiano Andrés Pastrana y el jefe de las rebeldes FARC, Manuel Marulanda, anunciaron hoy que el 15 de este mes se reanudará el diálogo de paz, tras reunirse durante dos días en la zona desmilitarizada que controla la guerrilla.
Pastrana y Marulanda acordaron también la creación de mecanismos que darán mayor solidez al diálogo que el gobierno y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) comenzaron hace dos años y que los guerrilleros suspendieron el 14 de noviembre de 2000 por entender que las autoridades no combatían a los paramilitares de derecha.
Un comunicado de 13 puntos firmado en Los Pozos, una localidad englobada en la zona de distensión de 42.000 kilómetros habilitada en el sudeste por el gobierno para la negociación de paz, contiene las conclusiones alcanzadas por Pastrana y Marulanda.
El comunicado contiene la decisión de las dos partes de continuar las negociaciones el jueves de la próxima semana «en procura de una solución pacífica al conflicto armado» que vive Colombia desde hace más de cuatro décadas.
El gobierno y las FARC, la principal organización insurgente de Colombia, con 15.000 guerrilleros, coincidieron en la importancia de avanzar en la discusión sobre los medios para acabar con las fuerzas paramilitares y «disminuir la intensidad del conflicto».
Las FARC consiguieron el compromiso de creación de una comisión que formulará recomendaciones para enfrentar a los paramilitares, acusados por organismos humanitarios de 80 por ciento de las masacres (asesinatos de más de cuatro personas en un mismo sitio y tiempo) registradas en los últimos años.
La supuesta falta de voluntad política del gobierno para combatir a las Autodefensas Unidas de Colombia, la organización armada que agrupa a los paramilitares, fue la causa de la suspensión del diálogo.
Así mismo, se acordó «agilizar la concreción de un acuerdo humanitario que permita la liberación de soldados, policías (en poder de la guerrilla) y guerrilleros enfermos (que están presos) en las cárceles del Estado».
Las FARC manifestaron que no se oponen a los programas de erradicación manual de cultivos ilícitos de drogas, pese a que critican el componente militar del llamado Plan Colombia, lanzado por Pastrana con apoyo de Estados Unidos.
Para el ex canciller Rodrigo Pardo, el principal logro del gobierno fue el descongelamiento de las negociaciones de paz y el anuncio de mecanismos para tratar temas decisivos del proceso, como el combate contra la actividad de los paramilitares y el intercambio humanitario de prisioneros.
El pacto para el intercambio humanitario de soldados y policías enfermos, que podría conducir posteriormente a la liberación de cerca de 400 miembros de todos los soldados que están en poder del grupo rebelde y de 300 guerrilleros presos.
Marulanda recibió el jueves a Pastrana, a las 14:00 GMT, en el improvisado helipuerto de Los Pozos, con su uniforme verde camuflado, gorra y una toalla de manos para secarse el sudor colgada del hombro, y dijo a los periodistas que la agenda de temas que se acordó al comienzo de las negociaciones no será modificada.
El líder de las FARC dijo también que estaría dispuesto a ir a la Casa de Nariño (sede del gobierno, en Bogotá) para firmar los acuerdos necesarios sobre puntos esenciales de la agenda de negociación acordada con el gobierno en 1999.
Según la radioemisora RCN, la entrevista de Pastrana y Marulanda, de siete horas el jueves y seis este viernes, se prolongó debido a la exigencia de los guerrilleros de incorporar dos delegados a una comisión gubernamental que hará el seguimiento de la lucha del gobierno contra los paramilitares.
La agencia de noticias instalada por las FARC en San Vicente del Caguán, sede del diálogo de paz que se reanudará la semana próxima, propuso integrar esa comisión con representantes del gobierno, de la fiscalía del Estado y del Congreso, y por observadores internacionales, organizaciones de derechos humanos, colectivos de abogados y dos guerrilleros, aseguró RCN.
La reunión del presidente con el jefe rebelde dominó por espacio de dos días la atención de los colombianos y de organizaciones no gubernamentales y analistas, que pidieron a las partes un mayor compromiso y acciones para poner a la población civil a salvo del conflicto.
La Iglesia Católica realizó el jueves jornadas de oración en todos los templos del país por los buenos resultados del encuentro de Los Pozos. El presidente de la Conferencia Episcopal, Alberto Giraldo, afirmó que «la paz es un don de Dios» y un derecho de todos los colombianos.
Así mismo, el arzobispo de Medellín, (noroeste), Darío Monsalve, calificó de «esperanzadora» la nueva fase del proceso de paz con las FARC. Cerca de un millón y medio de colombianos debieron abandonar su lugar de residencia a causa del conflicto armado. (FIN/IPS/yf/ff/ip
