Exportadores colombianos recibieron con beneplácito el anuncio del gobierno de Estados Unidos de la prórroga y ampliación del Tratado de Preferencias Arancelarias Andinas (ATPA), que favorece el empleo y las exportaciones de este país.
El anuncio fue hecho por el presidente estadounidense George W. Bush este martes a su par colombiano, Andrés Pastrana, quien afirmó que los beneficios que otorga el ATPA a los países andinos vinculados con la lucha antidrogas son indispensables «para que sus economías puedan crecer».
Bush dijo que Pastrana «hizo una argumentación muy convincente sobre las ventajas de ampliar ese acuerdo» y se comprometió a hacerlo porque se trata de «un tratado muy importante» que beneficia a las economías de los países andinos.
Así mismo, el mandatario estadounidense aceptó la propuesta de su par colombiano de realizar una cumbre con los países del ATPA en Quebec, Canadá, en abril, con una reunión preparatoria en Bogotá.
El respaldo de Bush será definitivo para asegurar que unos 6.000 productos colombianos sigan gozando de las preferencias arancelarias en los próximos años, dijo a IPS Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Exportadores.
Díaz sostuvo que, si bien la prórroga de las preferencias arancelarias es una decisión exclusiva del Congreso legislativo estadounidense, el apoyo presidencial «empieza a abonar el terreno para ese objetivo».
El empresario afirnó que lo deseable es incluir en las preferencias productos hoy excluidos, como textiles y confecciones, cuyas exportaciones superan los 300 millones de dólares.
El ATPA fue aprobado por Washington en 1991 con el objetivo de facilitar por medio la eliminación de barreras arancelarias el acceso al mercado estadounidense, la generación de empleo y alternativas para sustituir los cultivos de coca en los países andinos.
La ley empezó a regir en 1992 para Colombia y Bolivia y se extendió a Ecuador en 1993 y a Perú en 1994. En el caso de Colombia, cubre cerca de 6.100 productos, 80 por ciento del universo arancelario.
No obstante, productos como café, petróleo, azúcar y atún, básicos en las exportaciones colombianas, no están incluidos en las preferencias del ATPA.
Treinta por ciento del total de las exportaciones andinas son efectuadas en el marco del ATPA, según el Ministerio de Comercio Exterior de Colombia.
Las preferencias del ATPA vencen el 10 de diciembre de 2001. El proyecto de ley que será presentado al Congreso estadounidense solicita la prórroga de los beneficios y ampliación a otros productos a partir de abril de 2002.
La ministra de Comercio Exterior colombiana, Martha Rincón, afirmó que el proyecto pide la ampliación a todos los productos excluidos de preferencias que integran el Acuerdo de Paridad Comercial para Centroamerica y el Caribe que entró en vigor a finales del año pasado.
Rincón, que acompañó a Pastrana en su visita a Estados Unidos, indicó que los beneficios de la ley de preferencias representaron para Colombia en un aumento de producción equivalente a 641 millones de dólares y la creación de 47.000 puestos de trabajo.
Estados Unidos es el principal socio comercial de Colombia, que el año pasado vendió a ese mercado 6.613 millones de dólares, cerca de 50 por ciento de sus exportaciones totales, 14,4 por ciento más que en 1999.
Las ventas estadounidenses a Colombia ascendieron el año pasado a 4.329 millones de dólares, tres por ciento más que los 4.213 millones de 1999.
Algunos analistas reclaman una mayor divulgación de los beneficios del ATPA para que sean aprovechados mejor por el sector privado.
La prórroga del ATPA fue negada dos veces por el Congreso estadounidense al ex presidente Bill Clinton (1992-2001), pero se espera que Bush acuda al órgano legislativo, donde su Partido Republicano tiene mayoría, para reclamar la rápida aprobación del proyecto.
Pastrana, que este miércoles viajó a Malasia, se mostró satisfecho por su visita a Estados Unidos, pese a que no logró que Bush aceptara la participación de su gobierno a una reunión el 8 de marzo con los países que apoyan el diálogo de paz con las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El mandatario estadounidense afirmó que la negociación con las FARC «es un asunto interno de Colombia», pero manifestó que su gobierno esta dispuesto a «ayudar a Colombia de cualquier manera para lograr la paz», entre las que mencionó ayudar a la economía través del comercio.
Algunos analistas consideraron previsible la negativa de Washington a reunirse con las FARC, con las que se distanciaron en 1999 por el asesinato de tres estadounidenses que trabajaban con la comunidad indígena de los uowa y cuyos responsables no han sido castigados. (FIN/IPS/yf/mj/ip if/01
