Analistas colombianos expresaron confianza en que el presidente Andrés Pastrana y el jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Manuel Marulanda, puedan reanudar el diálogo de paz en la reunión que mantendrán este jueves.
La reunión entre Pastrana y Marulanda se realizará en Villa Nueva Colombia, ubicada en San Vicente del Caguán, uno de los cinco municipios del sudeste del país desmilitarizados desde 1999 para instalar las mesa de diálogo de paz.
Las dos partes coinciden en buscar acuerdos para el intercambio humanitario de soldados y policías secuestrados por las FARC por guerrilleros enfermos en prisión.
También ambos llevan propuestas para conformar una comisión de contralor de la zona desmilitarizada, de 42.000 kilómetros cuadrados, y se proponen realizar un balance de los dos años de negociaciones y elaborar pautas para presentar a la Unión Europea (UE) un informe sobre los avances del proceso de paz.
El presidente Pastrana tratará además, como señaló en la convocatoria del 31 de enero, descongelar las negociaciones y garantizar que no se interrumpan por las acciones bélicas del conflicto interno, y acordar mecanismos para informar al país sobre lo que ocurre en el área controlada por la guerrilla.
Por su parte, las FARC propondrán crear una comisión de evaluación de la lucha del gobierno contra los paramilitares de derecha y examinar la marcha del Plan Colombia, definido por Pastrana como «una estrategia para la paz y el desarrollo» y de sustitución de cultivos ilícitos.
La transparencia sobre la vida en la zona, cuya cabecera es la localidad de San Vicente del Caguán, es exigida por dirigentes de la oposición que acusan a la guerrilla de utilizarla para lanzar operaciones militares, ocultar secuestrados y realizar actividades de narcotráfico.
Este jueves será la tercera vez que se reúnen Pastrana y Marulanda.
El primer encuentro se concretó el 9 de julio de 1998, antes de que Pastrana asumiera la Presidencia, y el segundo fue el 2 de mayo de 1999, cuando acordaron elaborar una agenda de 12 puntos agrupados en tres bloques.
Marco Romero, investigador de la estatal Universidad Nacional, manifestó a IPS su confianza en que Pastrana y Marulanda logren abordar todos los asuntos propuestos, pese a las dificultades que presentan.
El experto indicó que los puntos de mayor interés para las FARC es la presunta debilidad de Bogotá ante las derechistas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), argumento utilizado para suspender las negociaciones en noviembre, y el Plan Colombia, que los rebeldes creen llevará a intensificar los enfrentamientos.
La guerrilla sostiene que el gobierno no enfrenta en forma decidida a las AUC, a las que responsabiliza de 80 por ciento de las masacres contra la población civil ocurridas en 2000.
Romero cree que Pastrana defenderá su política contra las AUC mostrando los resultados obtenidos con la creación de varios instrumentos jurídicos, y es posible que las FARC apoyen la creación de una comisión internacional de seguimiento de la situación.
En cuanto al Plan Colombia, los analistas destacaron la decisión adoptada por Pastrana el pasado fin de semana de suspender las fumigaciones de los cultivos ilícitos en el departamento de Putumayo, que produce 60 por ciento de la hoja de coca del país.
Esta decisión puede calmar las críticas de la guerrilla sobre la ejecución del programa antidrogas y ayudar a proseguir con el diálogo de paz.
El Plan Colombia, que requiere una inversión de 7.000 millones de dólares, cuenta con el respaldo especial de Estados Unidos que aporta 1.300 millones de dólares, 70 por ciento de los cuales serán utilizados para entrenamiento y equipamiento militar.
La principal zona de atención del programa es el sudeste de Colombia, con fuerte presencia guerrillera y donde se cultiva 80 por ciento de la hoja de coca que sirve para el procesamiento de cocaína.
Las FARC proponen, a cambio, la erradicación manual de los cultivos ilícitos y la implementación de programas de desarrollo integrales para los productores de coca que poseen menos de tres hectáreas de tierra.
El coordinador del no gubernamental Mandato Ciudadano por la Paz, Camilo González, espera que la reunión entre Pastrana y Marulanda trascienda «de lo estrictamente militar y aborde asuntos estructurales que afectan a la población civil, como el desempleo y los compromisos humanitarios».
«Creo que hay temas claves que deberían asumirse allí, aparte del Plan Colombia, como bajar la intensidad de la guerra» y dar «mayor participación a la población civil en el diálogo de paz», dijo a IPS González, cuyo grupo avaló con 10 millones de firmas la solución negociada del conflicto interno, en 1998. (FIN/IPS/yf/dm/ip/01
