(Arte y Cultura) LIBROS-CUBA: Feria de La Habana aviva ansias de lectura

La Feria Internacional del Libro de La Habana, que se celebra del 2 al 10 de febrero, se ha convertido en una posibilidad única en Cuba para entrar en contacto con la producción literaria nacional y una pequeña muestra de lo que se edita en el mundo.

La Feria estimula en la capital, durante sus nueve días de duración, la inquietud por comprar libros y revistas de todo tipo en lectores que saben que si no compran hoy no lo podrán hacer mañana.

La crisis económica, iniciada en 1990, tuvo un fuerte impacto en la industria editorial cubana. Las tiradas se redujeron drásticamente, la mayoría de las librerías cerraron y los precios de los libros se dispararon.

Pasada una década, comienza a hablarse de una recuperación del libro cubano, pero la oferta sigue siendo reducida y las ventas se realizan generalmente en dólares.

«Hay que ir temprano, estar allí a las cinco de la madrugada para que cuando abra ser de los primeros en la cola», dijo Mercedes Sotolongo, una profesora jubilada que compró entradas para todos los días de la feria.

«Es la única vez al año que puedes comprar buenos libros y a un precio más o menos asequible», comentó Sotolongo. «El resto del tiempo es para leer lo que compro en estos días y así hasta el año que viene».

Los amantes de la lectura empezaron a adquirir las entradas a mediados de enero para la Feria, que este año se dedicará a España y al escritor cubano Roberto Fernández Retamar.

Sólo las editoriales nacionales esperan poner a la venta más de medio millón de ejemplares, el doble de lo que se vendió el año pasado, cuando la fiesta del libro se instaló por primera vez en la antigua Fortaleza de La Cabaña, la mayor edificación de su tipo construida por los colonizadores españoles en la isla.

Se trata de una verdadera ciudad entre muros totalmente restaurada, que se extiende a un costado de la bahía de La Habana.

El Instituto Cubano del Libro y la Cámara Cubana del Libro, entidades gubernamentales que organizan la Feria, anunciaron que el área expositiva será cuatro veces superior a la de la edición anterior.

Unos 145 títulos se presentarán en los espacios habilitados para ese tipo de actividad, entre los que se incluyen algunas reediciones, una opción que prácticamente desapareció en la década pasada.

Tres librerías estarán abiertas durante todo el día vendiendo en pesos cubanos, mientras que en el área destinada a unas 40 editoriales extranjeras las ventas se realizarán sólo en dólares.

Las principales editoriales españolas participarán con un puesto propio o representadas por el gremio de editores y también se harán presentes editoriales de Italia y Francia, país al que se dedicará la cita del 2002.

Por primera vez se habilitará una sala que agrupará a las editoriales electrónicas cubanas, para exponer sus productos digitales y familiarizar al público con las nuevas tecnologías.

La Feria incluirá la presentación del portal «Cuba literaria», con más de 20 páginas web de escritores cubanos, pese a que el acceso a Internet está muy restringido en la isla y lo pueden obtener sólo personas autorizadas en sus lugares de trabajo o de estudio.

Entre las novedades también se anuncia la Colección Premio Nacional de Literatura, que difunde la obra de los autores reconocidos con ese galardón, cuya última entrega recayó en el poeta y narrador Antón Arrufat.

El público podrá comprar ediciones cubanas de autores extranjeros contemporáneos, como el portugués José Saramago, premio Nobel de Literatura, la española Almudena Grandes y el ecuatoriano Jorge Enrique Adoum.

Además, la Feria incluirá conferencias sobre los autores españoles en Cuba, la narrativa escrita por mujeres, la novela contemporánea en Hispanoamérica y la joven literatura hispanoamericana.

Edel Morales, subdirector del Instituto Cubano del Libro, indicó que Cuba todavía no está en condiciones de solucionar todos los problemas que afectan a la industria del libro, pero este año parece traer buenos augurios.

El Instituto produjo el año pasado unos 338 títulos, con tiradas que oscilaron entre 2.000 y 4.000 ejemplares. Alrededor del 25 por ciento de la producción se destinó a reediciones.

Las ventas en pesos cubanos aumentaron el año pasado, aunque los precios siguieron altos, si se los comparan con los salarios medios, de algo más de 200 pesos mensuales (9,5 dólares en casas de cambio).

Hasta 1989, el precio promedio del libro cubano no llegaba a un peso y las tiradas alcanzaban las cifras de 20.000 y 30.000 ejemplares por título, según informes oficiales.

A mediados de la década pasada, el precio promedio se situaba en algo más de cinco pesos, aunque era casi imposible comprar un libro en pesos cubanos y la producción total apenas superaba el millón de volúmenes. (FIN/IPS/da/ag/cr/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe