ARGENTINA: Mamífero pequeño, estrella de espectacular hallazgo

El hallazgo de un «parque jurásico» en sur de Argentina causó impacto hoy cuando un diario publicó la foto de la columna vertebral petrificada de un dinosaurio de ocho metros de longitud. Sin embargo, los expertos creen que la «perla» allí es el fósil de un mamífero de sólo 15 centímetros.

«Esa es la novedad más importante de este hallazgo, porque es el primer mamífero tan antiguo que se conoce en América del Sur y estaría entre los escasísimos encontrados en todo el mundo», dijo a IPS el paleontólogo José Bonaparte, jefe de vertebrados del Museo Nacional de Ciencias Naturales en Argentina.

El descubrimiento -divulgado este miércoles por el diario La Nación- lo hizo un grupo de científicos del Museo Paleontológico de Trelew en el Campamento Los Adobes, en la provincia de Chubut, unos 2.000 kilómetros al sudoeste de Buenos Aires.

Entre los principales hallazgos están los restos todavía semienterrados de un saurópodo, una especie de dinosaurio que vivió en el período jurásico medio, hace unos 160 años. También se encontraron cerca restos de reptiles voladores, tortugas, anfibios, y de este pequeño mamífero de épocas remotas.

Aunque el diario presentó el impactante descubrimiento como si se tratara de los primeros restos fósiles del jurásico -período que se extiende entre los 140 y los 200 millones de años antes de Cristo-, lo más novedoso es ese mamífero cuyo cráneo tendría unos 2,5 centímetros, dijo Bonaparte.

En expediciones realizadas entre 1976 y 1985, Bonaparte y su equipo encontraron restos de 11 especies de saurópodos y dos de terópodos -los bípedos, carnívoros y de brazos cortos-, del jurásico. Todos estos hallazgos fueron publicados y algunos fósiles se pueden ver en el Museo de Ciencias Naturales.

El científico explicó que en el período en que vivieron los dinosaurios, los mamíferos -de los que evolucionó el hombre y la mujer- no se desarrollaron más que en pequeños ejemplares del tamaño de un ratón, hasta hace unos 65 millones de años, cuando los dinosaurios se extinguieron.

El nuevo hallazgo se suma así a los anteriores, realizados por Bonaparte, pero también a otros del período cretácico (entre 140 y 65 millones de años) como el que realizó en 1993 Rubén Carolini en la sudoccidental provincia de Neuquén, que hasta ahora es el especímen más grande del mundo en su tipo.

El Giganotosaurio, como se lo bautizó, fue recuperado en 70 por ciento, su largo se estima en unos 14 metros y su cráneo mide 1,8 metros. El dinosaurio, que habría vivido hace unos 100 millones de años, es incluso más grande que el popular Tiranosaurus Rex.

Otro importante hallazgo en la sureña región patagónica -que abarca las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Usuhuaia- fue el del unenlagia comahuensis, cuyos restos fueron encontrados por el paleontólogo argentino Fernando Novas.

El unenlagia -en lengua mapuche, «unen» significa «casi» y «lagia» «pájaro»- fue considerado entonces como el hermano mayor de las aves. Era un dinosaurio corredor, con una estructura ósea como la del avestruz, similar al velocirraptor, que llegó a tener 2,3 metros de largo y vivió hace 80 millones de años.

Bonaparte lamentó que para este trabajo, en el que intervino el paleontólogo alemán Oliver Ruhut, se haya convocado a especialistas de Estados Unidos, en lugar de dar la posibilidad a cientíticos argentinos con gran experiencia y trayectoria.

«Aquí hay científicos que dedicaron su vida a la investigación de mamíferos del jurásico y, ahora que encontramos un fósil, en lugar de llamarlos, convocamos a expertos de otros países», afirmó el paleontólogo argentino.

«Y eso es coherente con el hecho de no mencionar hallazgos anteriores del jurásico, efectuados por argentinos», añadió.

En Argentina, los científicos trabajan con escaso respaldo oficial, pero su formación académica es reconocida internacionalmente. Los hallazgos realizados por ellos se publican en revistas científicas y realizan permanente intercambio con universidades de todo el mundo.

Un caso es el de Novas, a quien el diario estadounidense Washington Post dedicó su portada en 1997 por el hallazgo del unenlagia, considerado el eslabón perdido entre los dinosaurios y las aves. Novas y Bonaparte cobran salarios que no superan los 1.500 dólares al mes.

Novas comentó que los equipos de investigación con los que se debe salir al campo hoy son muy costosos y no hay presupuesto para ello, por lo que muchas veces se trabaja con financiamiento de instituciones del exterior.

«Argentina es un país riquísimo en paleontología porque hay riqueza fosilífera en el terreno, zonas desprovistas de vegetación que facilitan la tarea, y hay ciencia, es decir, hay gente muy capacitada y reconocida internacionalmente», aseguró.

No obstante, según comentó Bonaparte, la consabida falta de respaldo oficial podría echar por tierra con toda la experiencia acumulada por científicos argentinos en esta búsqueda permanente de restos fósiles que, muy pocas veces, alcanza los resultados que se publicaron este miércoles. (FIN/IPS/mv/ag/sc/01

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